Las calles llenas de gente empezaron a disiparse conforme la lluvia se volvía más fuerte.
Un solitario hombre se resguardaba de la tempestad bajo un grueso impermeable oscuro, pegaba volantes fuera de negocios y paradas de autobuses, a la vez que repartía las hojas a cualquier persona que pasara por su lado. Pero debido al mal clima, pocos se detenían y los que si lo hacían eran movidos por curiosidad y morbo, más que por buena voluntad. Con el rugido del viento los volantes se escaparon de sus manos, había papeles volando por el aire y otros arrugados se hundían en las calles inundadas.
Cuando se disponía a recoger los volantes su teléfono que había permanecido en silencio por largas semanas sin esperanzas, empezó a sonar.
Del otro lado de la línea una voz masculina habló —Señor Lan. Es necesario que se acerque a la estación.
¿Encontraron algo?— interrogó con impaciencia.
El hombre evadió la pregunta —Hablemos en persona— dijo seco, luego cortó la llamada.
Mientras el hombre buscaba su auto para ir a la estación, otro hombre delgado y con paraguas, se detuvo bajo la lluvia al ver los rastros de papel con la gran impresión de "Se Busca" tendido en el suelo, se inclinó para recogerlo, por el agua la imagen del rostro del pequeño niño estaba borrosa, al leer las letras poco visibles las llamativas perlas rojas de sus ojos se movieron con inquietud, al instante supo que lo que le sucedió al pequeño no fue algo convencional. Cuando volteó para buscar al hombre y a su auto, este ya se había esfumado.
Señor Lan debe entender, hacemos nuestro mejor esfuerzo para encontrar a su hijo, pero no podemos continuar una búsqueda sin sentido, la evidencia no es suficiente— dijo con extrema precaución en sus palabras, tratando de aplacar el humor de su cliente.
Lan Wangji miraba con indiferencia al oficial a cargo de "buscar" a su hijo, ni siquiera recordaba el nombre del nuevo detective, ni cuantas veces su caso había cambiado de detective en un solo mes. Solo sabía que la búsqueda no estaba dando ningún resultado y se sentía extremadamente frustrado.
Por eso mi superior ha decidido detener la investigación— fue al punto, el motivo de la reunión.
Tras escuchar esas palabras toda la fría calma que rodeaba a Lan Wangji se derritió, una ola de intenso calor consumió su cuerpo por completo, estaba realmente furioso, se levantó de la silla de un golpe y arremetió contra el detective, sostuvo del cuello al hombre hasta ponerlo de pie frente a sus ojos, lo único que impedía ser totalmente quemado por ese fuego dorado era el escritorio entre ellos —¿Quién lo ordenó?— gritó para todo el pabellón.
Son ordenes de mi superior— respondió con dificultad el hombre que se quedaba sin aire. Para este punto sus colegas habían ido en su ayuda e intentaron hacer que Lan Wangji lo suelte, pero fue inútil, el agarre del jade se hizo más fuerte, casi asfixiante.
¿Quién lo ordenó?— volvió a cuestionar. Sus ojos dorados escrudiñaban al detective, el brillo proveniente de ellos era aterrador, el hombre comprendió que, si respondía mal la pregunta, no tendría oportunidad de responder algo más en su vida.
El Director Lan— gritó desesperado.
Lan Wangji finalmente lo soltó. El hombre cayó al piso y se retorció en busca de aire, los cuatro oficiales que llegaron a la habitación no pudieron hacer nada para detener la furia del jade. Su figura abandonó la estación dando fuertes pisadas. Las personas que se lo toparon por los corredores retrocedieron asustadas.
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|EL ARMARIO| - WangXian
ParanormalEsta historia esta basada en el filme de horror "The Closet" (El armario). Después de la muerte de su esposa, Lan Wangji y su hijo se mudan a una casa en el campo. Unos meses después su hijo desaparece misteriosamente dentro de su propia casa. His...