Capítulo II. Pistas

548 109 15
                                    

"¿Es posible que un niño se pierda en la seguridad de su propia casa? Bueno la mayoría de casos de desaparición en infantes tienen origen en el hogar, motivados por problemas familiares o negligencia. El caso del Señor Lan es muy extraño. No hay evidencia que respalde la teoría de un secuestro, a estas alturas podríamos apuntar a algo más oscuro" la voz masculina resonó en la habitación cerrada, el hombre con traje oscuro y lentes, daba la imagen de una persona fiable y sincera. Era un experto en desapariciones infantiles dando su opinión en las noticias locales.

"¿Quiere decir? ¿Homicidio?" señaló la mujer a cargo de la entrevista.

"Simplemente es una teoría, no hay evidencia" esbozó al final una sonrisa que seguramente enardecerá a las masas entusiastas y fantasiosas.

El Director Lan apagó la televisión disgustado.

¡Padre!— el gritó llamó la atención de las dos personas sentadas dentro de la elegante oficina.

Para sorpresa de ambos, Lan Wangji había entrado pateando la puerta, las secretarias que habían intentado detener su ingreso fueron disparadas por el impacto. Inmediatamente después de disculparse huyeron de la habitación.

El Director Lan sentado en su trono y Lan XiChen sentado frente a él, miraron perplejos al recién llegado. Lan Wangji no se miraba nada bien. Su rostro sin color denotaba cansancio, las ojeras eran profundas evidentemente no había estado durmiendo correctamente, su traje estaba empapado y su cabello despeinado. Era la primera vez que Lan Wangji se presentaba con una imagen tan desordenada.

Lan XiChen se acercó con preocupación a su hermano menor —Wangji ¿Qué haces aquí? Deberías estar en casa. No es necesario que vengas a la oficina, no te sobre esfuerces.

Pero Lan Wangji no estaba escuchando, solo se quedó de pie frente a la vista de su padre, ambos se observaron en silencio. El Director Lan podía imaginar el motivo de su inesperada visita. 

¿Por qué detuviste la investigación?— cuestionó tratando de mantener la calma en su voz.

¡¿Qué?!— Lan XiChen mantuvo una expresión de confusión en su rostro. ¿Estaba hablando de detener la búsqueda de su sobrino? Ahora podía entender el comportamiento de su hermano.

El Director Lan ni siquiera cambió su expresión de disgusto —Por esa razón interrumpiste en mi oficina— dijo mientras se ponía de pie. —Tú sabes bien porque lo hice. Has visto las noticias, toda la especulación que hacen los medios y esos periodistas acosándote por tomar medicación para controlar tu ansiedad, ¿me vas a decir lo que realmente sucedió con mi nieto o debo esperar a que lo publiquen los diarios?— interrogó más alterado. 

Lan Wangji no respondió. Esa pregunta la había escuchado ya muchas veces, la misma acusación cada vez que hablaba sobre la desaparición de su hijo. 

¿Qué fue lo que realmente pasó? 

¿Qué le hiciste a tu hijo? 

¿Dónde escondiste su cuerpo? 

Nadie estaba tratando de encontrar a su hijo, simplemente querían acusarlo y culparlo de todo. 

Se que no estabas a gusto con tu matrimonio, pero, aunque te haya obligado a aceptar el compromiso nunca imaginé que estarías tan resentido con tu familia, primero tu dulce esposa murió después de ser tan infeliz a tu lado, y ahora te deshiciste del niño— acusó severo.

Padre, ¿estas acusando a Wangji?— recriminó Lan XiChen con la decepción pintada en el rostro.

No. Todavía no. Y por eso estoy esperando a que el mismo lo confiese. Pero si el no quiere hablar, no tengo motivos para ayudarlo— concluyó dándole la espalda.

Al mirar hacia en frente Lan Wangji, pudo darse cuenta de que siempre había sido de ese modo, se había quedado a la espalda de su padre, igual que una enorme muralla que le impedía avanzar, tratando de perseguir su sombra como si fuera un fantasma, así había sido toda su vida y su matrimonio. Ahora el asunto de su hijo había sido cerrado por el imponente Director Lan.

Lan Wangji abandonó la oficina totalmente agotado, se paró en medio de la calle sin fuerzas para avanzar hacia adelante, en este punto, no le quedaban fuerzas para continuar. En ese instante todo su mundo se confundió con la oscuridad de la noche y se volvió negro.

Las personas pasaban por su lado, ignorando su dolor. De pronto, un golpe en el hombro lo hizo retroceder un paso y en su mano derecha apareció una extraña tarjeta que antes no poseía. Al leerla su corazón tuvo un sobresalto. Al mirar alrededor, la multitud había camuflado a la persona que lo empujó antes.

Leyó una segunda vez la tarjeta para comprobar el escrito. Y su corazón empezó a latir con fuerza nuevamente. 

"Sé donde está tu hijo"

|EL ARMARIO| - WangXianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora