KALEB ® {03}

Capítulo 5.

MYKE WALKER.

20 de Abril.

Kaleb maldita sea.

¿Dónde te has metido mocoso?

Cuando sucedió lo de su amigo, Kaleb desapareció. La chica que según Alanna salvó permanece en coma y los doctores piensan que no despertará. Desde entonces no sabemos donde está nuestro hijo, y eso nos tiene con la cabeza imaginando mil cosas que han podido pasarle.

— En cuanto aparezca por esa puerta, lo mato. —Digo en voz alta. Todos me miran, claro que decir eso después de casi tres horas de silencio absoluto, es algo impactante.

Todos estamos esperando que él entre; Yulima, Kendo, Janet, Jenna, Alanna y yo. La noche se nos ha hecho eterna, pues no tenemos ni idea de que ha pasado con él y dónde ha pasado la noche. 
Su desaparición no es lo único que nos preocupa. Nuestro querido hijo hoy cumple dieciocho años y es más poderoso de lo que cualquier ser sobrenatural desearía.

— Alanna ¿De verdad no te dijo dónde iba? —Pregunta Janet a su hija. — Él te cuenta absolutamente todo.

— No. Solo se marchó hacia el bosque y no sé nada más de él mamá ¿Piensas qué juraría con eso hoy? —Dice angustiada—. Hoy podría ocurrir una catástrofe.

— Kaleb es inteligente. —Lo defiende Kendo—. Demasiado que es peligroso para él. Dudo mucho que esté haciendo tonterías.

— Inteligente o no, es un adolescente y los adolescentes no piensan en lo que es correcto. —Añade Yulima, que por primera vez en toda la noche rompe su silencio—. Conozco a mi hijo, sé lo inteligente que es.

— Es idiota. —Digo sacando un cigarro—. ¿Qué? No me miréis así. Ese idiota es mi hijo, y le quiero, pero eso no quita que es idiota. Sabe perfectamente que día es hoy, sabe que es peligroso que esté fuera porque ni siquiera sabemos los alcances de su poder ahora.

De repente, Kaleb entra por la puerta. Lo hace con una sonrisa de oreja a oreja que al vernos desaparece. Sabe que esta en problemas, pero claro, es mi hijo ¿Cómo va a importarle? Le da exactamente igual.

— ¿Qué? —Pregunta dejando las llaves en la mesa. — ¿Por qué habéis madrugado?

— ¿Sabes? Creo que nunca te hará falta una prueba de ADN Yulima. —Janet no puede evitar reír—. Esta claro que su padre es Myke.

— ¿No es mi culpa y me la llevo yo? —Pregunto alzando la ceja—. Menos mal que Alanna no se parece a ti.

— ¡Hey! El problema aquí es Kaleb —Interrumpe Kendo.

— ¿Problema? —Pregunta Kaleb, sentándose y sirviéndose agua—. ¿De qué problema habláis?

— Has pasado la noche fuera. —Contesta Yulima.