Capítulo 54.

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KENDO EVANS.

Ethan jamás aceptará sus sentimientos por Yulima, pero todos sabemos que se enamoró de ella al mismo tiempo que Myke y para él siempre fue un problema. De todos nosotros es el único que puede ir en su busca, porque; yo soy un ángel, Alanna también y Janet es humana. Mi hija y yo podríamos tener consecuencias graves y Janet moriría. Si todo esto no hubiera sido causado por oscuridad yo mismo iría en busca de mi mejor amiga, pero nuestra única esperanza es que Ethan la encuentre porque Kaleb y Myke no se encuentran con nosotros.

— ¿Me estás pidiendo qué vaya a un lugar dónde nunca antes se ha ido en busca de Tyler? —pregunta con el ceño fruncido. — Resucitar te ha sentado peor de lo que pensaba.

— Diana no desvaría, es posible que sea la última oportunidad para encontrar a Yulima y detener a los Walker enloquecidos. —dice Janet. — Por alguna razón ella siempre pensó que podrías cambiar y tú tienes sentimientos por ella. Si pudiéramos ir no tendríamos que pedirte nada.

— Oh, primero soy un inservible y ahora me necesitáis. Es interesante —ríe—. Entonces voy a pedir algo a cambio.

— No empieces. —mascullo.

— Si consigo encontrar a la loca esa, quiero que tu hijita prometa que no será una amenaza para mí. —extiende su mano— ¿Trato?

— Que cobarde. —dice Alanna en un tono evidente de burla. — Tienes miedo de una adolescente.

— Eres una adolescente con un poder que puede hacerme desaparecer. No eres una pequeña niña inocente a la que puedo partirle el cuello —se acerca a mi hija y yo sirvo de obstáculo. Me mira y sonríe. — A ti si que puedo matarte.

— ¿Te he dicho ya qué no me asustan tus ridículas amenazas? —le pregunto.

— Lo haré. —retrocede y se sienta sobre la mesa.

Diana se acerca a él en silencio y abre el libro para realizar el hechizo. Ella ya no lo mira como la primera vez que resucitó, esta vez si veo demasiado odio en sus ojos y siento que lo mataría sin pensarlo un solo segundo. Por ello me acerco a ambos, leo la pagina del libro y eso llama su atención.

— No intentes encerrarlo también, Diana. —le susurro.

— ¿Y cuál sería vuestro problema? Ethan siempre será un incordio y algún día intentará matar a tu hija. Lo sabes. Alanna es una amenaza e incluso si le promete no atentar contra él, Ethan seguirá desconfiando y no se quedará tranquilo hasta hacer desaparecer lo que lo amenaza. —me dice con una seguridad que me confunde. — Puedo dejarlo allí y nunca más volverá a salir.

— ¿Pondría eso en peligro a Yulima? —pregunto. Diana desvía la mirada y sonrío. — Nunca pondré en peligro a nadie de mi familia.

— Pones en peligro a tu hija tomando esta decisión. —me dice y pongo la mano en su hombro. — Me haces daño.

KALEB ® {03}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora