Capitulo 3 Seun-Gil y Pichit

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Antes de ir con su amada hija y yerno. Decidió ir con la pareja más cerca de su hogar. La se su pupilo y su pareja. Quería examinar que todo estuviera bien. Tenía ese presentimiento acechando su alma. Necesitaba ver que su gente estuviera a salvo. Sobre todo ellos dos. Al llegar a la casa vio que ya lo esperaban afuera.

Yakov piso suelo y se inclinó para besar a Pichit en la mejilla. -Parece usted un poco embarazado, señor.

El pequeño carpatiano sonrió feliz, mientras regresaba el saludo cortés hacia su príncipe. Su vientre se veía hermoso. Iba cubierto con una pequeña manta. Pero se podía sentir los salvaguardas de Yuuri.

Pichit-¿Usted cree? Si no tengo este bebé pronto, juro que voy a explotar.

Yakov-También pareces preocupado ¿Algo va mal? -Miró alrededor buscando a su pajera.

Seun-Gil raramente se apartaba del lado de su compañero. Desde el ataque donde casi perdía a ambos, siempre se les miraba juntos. Rara vez los veía separados. Una lenta sonrisa iluminó la cara de Pichit.

Pichit-Está en la cocina... horneando. -noto lo feliz que se estaba.

Las cejas de Yakov se disparon hacia arriba. -Creo que no te he oído correctamnte. ¿Cocinando?

Pichit-Si, lo has hecho. Me ha estado doliendo la espalda intermitentemente toda la noche y estoy teniendo problemas con esa receta. Lo peor es que Lilia, Yuuri, y yo conseguimos la mayor parte de las recetas para todo el mundo. Fueron las favoritas de la niñez de Lilia y unas pocas que yo recordaba. Yuuri rellenó el resto de los huecos y ahora no puedo con el. Es un poco humillante admitirlo, pero parezco estar muy sensible. Acabé llorando así que Seun se ocupó de hornear. No es lindo.

Yakov se atragantó y se giró para aclararse cortésmente la garganta.

Yakov- Seun-Gil está cocinando. El Carpatiano más serio de nosotros, cocinando. Mi disipulo. Eres alguien asombroso Pichit. Esto es un gran evento.-en su cara se mostró una sonrisa sincera.

La sonrisa de Pichit se amplió. -Bueno... intentándolo. No hemos tenido mucho éxito por el momento y creo que está aprendiendo nuevas palabras. -Inclinó la cabeza, el brillante pelo negro cayó alrededor de su cara, había dejado dejar que creciera un poco, enfatizando
su estructura ósea clásica-. Quizás podrías echarle una mano. Vamos entra, se alegrará de verte. -Puso los ojos en blanco-. Su Majestad me está dando instrucciones para que me eche un rato.

Yakov le dedicó un ceño feroz.-Entonces hazlo inmediatamente, Pichit. ¿No estás de parto, verdad?Llamaré a Yuuri y Chris para que te examinen. -le ofreció el brazo para que se apoyara en el. Pudo ver lo grande que era su vientre. Ambos empezaron a caminar hacia la casa. Con cuidado y lento.

Pichit-No soy un médico como esos dos, Yakov -le recordó-. Pero lo sabría si estuviera de parto. Estoy cerca, quizás a punto... pero no está pasando aún. Tranquilo, no sabes a cuantos de nuestro pueblo e calmado, seré el psicólogo de nuestra raza, el primero, realmente lo necesitan.- Ondeó la mano mientras se acercaba a la puerta oculta que conducía a la casa-. Te prometo que les llamaré si les necesito. Nunca me arriesgaría a que le ocurriera algo a mi bebé. Solo estoy cansado. Pero estoy bien. Además Yuuri viene a verme cada vez que Victor le deja. Aveces vienen juntos. Desde que llego y supo de mi embarazo se puso en modo protector. Y ni hablemos de Chris y Seun-Gil.

Yakov le observó caminar demasiado lento hacia la que parecía la recamara de ambos, podía notar el cansancio de Pichit. Le mando un mensaje mental a Chris para que le vea, el cual le aviso que en unas horas le vería, cuando sintió al joven descansar paso a través de la espaciosa casa hasta la cocina. Se detuvo bruscamente en el umbral para mirar a su hermano de armas con sorpresa. Una nube de partículas blancas cargaba el aire y caía al suelo como copos de nieve. El polvo estaba en todas partes, en el suelo, en los platos, en los tazones que cubrían los mostradores y en el fregadero. Seun-Gil estaba de pie ante el mostrador, con un delantal sobre la ropa, y una capa de polvo blanco sobre la cara, en las cejas, cubriendo sus pestañas y recubriendo su pelo negro como la medianoche.

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