Historias Oscuras

Capitulo 4 Vitaly y Mari

Había llegado a la casa que usaba la pareja de cazadores. Al pisar suelo escucho bastante ruido.

Yakov- ¿Qué ese este terrible escándalo? -dijo como saludo cuando Vitaly Nikiforov abrió la puerta de la gran cabaña. Yakov no le había visto en varios meses, antes de eso fueron siglos, no pudo evitar sonreír mientras estrechaba el antebrazo de Vitaly en el saludo del guerrero.
Los ojos inusuales de Vitaly brillaban como dos zafiros extraños jamás vistos.

Vitaly-Tu presencia es un honor para nosotros, Yakov

Yakov-Por favor dime que las pequeñas trillizas no están en tu casa. - dudó en el umbral, las líneas de su cara se profundizaron con desaprobación.

Vitaly-Este parece ser el lugar de reunión. Tienen un juego nuevo, vinieron a jugar con nosotros, desde que llegamos pasan mas tiempo con nosotros que con sus padres-añadió como advertencia mientras retrocedía para permitir la entrada a Yakov.

Yakov se detuvo, con un pie en el aire.-Quizás deberíamos hacer que Yuko les llamara inmediatamente.

Vitaly sonrió abiertamente. -Lo dices como si fueran unos vampiros.

Yakov-Preferiría enfrentar a una docena de vampiros antes que verlas. Esperaba que se quedaran en Canada.

Vitaly-Son bastante entretenidas una vez dejas a un lado sus exuberantes maneras -dijo.

Las cejas de Yakov se unieron. -Atraen la atención sobre sí mismas con ese deporte que hacen, y no practican ni la más básica de nuestras habilidades. Tendre que hablar seriamente con esos padres que tienen.

Vitaly- A una le vi hacer un picado desde el techo esta noche y cuando cambió de forma, solo lo hizo parcialmente.

Yakov-Suena divertido -dijo con un suspiro-. Tienen dieciséis, las primeras trillizas en nuestra historia. Ya no podemos permitirnos que nuestros hijos se tomen tantos años para crecer. Apenas pueden controlar un elemento y ni hablemos de sus transformaciones.

Vitaly sacudió la cabeza. -Solo son unas adolescentes para nuestros años, Yakov Vivimos tanto tiempo en el mundo de los humanos que ya empezamos a pensar como ellos. Nuestros hijos merecen una infancia, Yakov. Yo disfruto observando al hijo de mi hermano Victor. Yuri es feliz y está sano. Y ni hablemos de la bebe de esa casa.

Yakov-Yuri es humano. Aclaro a nada de ser parte de nuestra especie. Y el mundo se ha vuelto mucho más peligroso para nuestra raza, Vitaly -señaló. - Estamos rodeados de enemigos y nuestras mujeres, niños y los pocos donceles son los más vulnerables. Necesitamos a esas niñas y para asegurar su seguridad, deben aprender las costumbres de nuestra gente. ¿Siquiera pueden tejer sus propias salvaguardas?

Vitaly asintió. -Tienes razón, por supuesto. He estado preocupado desde el golpe concentrado contra nosotros, desde el intento de asesinato contra ti... porque nuestros enemigos decidan golpear a nuestras mujeres, niños y donceles. Hablaré con sus padres sobre el entrenamiento de las tres, me aseguraré de que se le enseñe adecuadamente para que estén preparadas en caso de ataque.

Yakov -Se me ha ocurrido que nuestras mujeres y donceles deben ser preparados también. -bajó la voz, tomando a Vitaly por el brazo y conduciéndole a una esquina apartada del jaleo del salón-. Siempre los hemos protegido.

Vitaly -Ellos son de la luz -dijo-. No tienen la oscuridad necesaria para matar.

Yakov-Eso pensamos todos, pero la autoconservación y los cazadores cada vez más mermados pueden provocar nuevas necesidades. Los tiempos cambian, Vitaly, y francamente, nos enfrentamos a la extinción. No podemos confiar en los viejos métodos. Un ejemplo tu mujer, despertó un poder que ninguna tiene, los donceles pueden defenderse hasta cierto punto. Pero Mari es especial. Ella puede pelear como si nada contra los no muertos. Aún me duele no haber estado para la familia de Yuuri.