Iwasaki Yuudai

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La relacion que mantenia con mis dos amigos de toda la vida eran totalmente diferente una de otra. Kano era fácil de leer, una persona alegre, enérgica y amable, siempre sabia que hacer cuando el necesitaba algo, lo conocía a la perfección pero no estaba segura si el a mi. El era el que mas solía escucharme hablar de estupideces y me seguía el juego cuando planteaba una locura (si, tuve mis momentos). Éramos un buen equipo al trabajar juntos.

Yuudai, por otro lado, era otro asunto. Al igual que yo, disimulaba bastante bien lo que le pasaba y por ende costaba mucho entenderlo y ayudarlo. Pero, y a diferencia de mi, no le costaba pedir ayuda así que no era necesario leerlo. Era una persona coherente y centrada, con los pies bien en la tierra, reconocía tanto sus fortalezas como sus faltas y eso lo volvía una persona sabia al actuar. Ambos teníamos una confianza plena en el otro, incluso mas fuerte que la que compartía con Kano. Debido a esto éramos el confidente del otro. También sabíamos los secretos de Kano pero este no estaba al tanto de los nuestros, no porque desconfiáramos de el, si no mas bien porque no sabia guardar secretos. Por esta razón cuando sucedió lo de Hiro, la única que escucho la confesión de Yuudai fui yo.

—Acabo de despedirme de mi primer amor y nunca pude decirle que lo fue, nunca mas lo volveré a ver —había escuchado decir a mi amigo entre lagrimas. 

No estaba sorprendida, pero tampoco supe que decir pese a estar tranquila, solo lo abrace hasta que las lagrimas cesaron. Al día siguiente si quise saber mas del tema y así supe que durante mucho tiempo mi amigo me había ocultado, por miedo a mi reacción, su orientación sexual. Se que no tenia obligación de contarme al respecto, pero estaba enojada por el hecho de que él pensara que yo iba a reaccionar mal. Aun así no le hice saber esto ultimo porque realmente no servía de nada y era estúpido estar enojada por eso. Trate de hacerle entender que sus miedos estaban infundados, que nada cambiaria, que no me importaba si le gustaban los chicos o las chicas. Jamás dejaría de verlo como mi mejor amigo y familia. Pareció aliviado y feliz al escuchar esto, aunque seguía decaído por lo de Hiro. 

Aquel día creo que nuestra confianza mejoro.
Guarde su secreto, siendo consiente que muchas que nos rodean consideran este tema como algo malo. Yo sabia esto, pero nunca pensé que sus padres estarían del lado de aquellas personas que odiaban y aborrecían lo que Yuudai era. 

Dos años de esa confesión y un Yuu mas tranquilo con su persona, llevaron a que el caos explotara en su hogar. Sus padres se habían enterado de la peor forma de las preferencias de su hijo, pues lo habían encontrado besándose en su cuarto con un "amigo". El señor Iwasaki estaba que echaba humo por la boca, aunque en ves de fuego solo salía basura de entre sus labios, no puedo describir sus palabras con ningún otro adjetivo que no sea basura. Por otro lado, la madre de mi amigo no hacia otra cosa que llorar desconsoladamente mientras repetía como mantra "en que falle". Escuche todo aquello mientras Kano y yo intentábamos hacer un bolso, a las apuradas, con las pertenencias de nuestro amigo, el cual se encontraba en estado de shock y no decía una palabra. Hicimos lo que pudimos y salimos de ahí justo a tiempo antes de que el padre de Yuu recurriera a la violencia física. 

—Te quedaras en mi casa—le había dicho para que reaccionara, pero no dijo nada, solo nos siguió, hasta que en un punto, en medio de un mar de lagrimas nos dio las gracias.

Yuudai nunca mas volvió a pisar esa casa, tampoco es como si pudiera ya que nunca lo volvieron a aceptar como hijo, lo negaron y le dijeron que no vuelva nunca mas. Desde entonces vivió conmigo y mi familia, la cual, específicamente mi madre, esteba horrorizada al escuchar todo lo ocurrido, no podía creer que la familia Iwasaki llegara a hacer tal atrocidad. 

—No te preocupes cariño, esta es tu casa, nunca te faltara un techo donde dormí o un plato de comida —le había dicho mi madre con cariño a aquel niño que prácticamente vio crecer.

Mi abuela por otro lado le demostró que lo apoyaba, aunque menciono que era una desgracia que no pudiera dejar descendencia con lo lindo que es (por suerte Yuu lo tomo bien y simplemente se rio junto con mi abuela). Ciertamente Yuudai era hermoso, alto y muy delgado, un poco escualido, pero había algo en esa figura que llamaba la atención, pues sabia que a varias chicas les gustaba. Su pelo era pálido, un rubio bastante raro, y un poco largo a comparación de como lo usan la mayoría de los chicos en la escuela; por ultimo sus ojos resultaban preciosos, rasgados como su padre pero en le tono miel de su madre. Cabe aclarar que Yuu era así por su madre, la cual era extranjera, aunque no recuerdo bien de donde venia ella. El era hermoso, llamativo, con facciones suaves pero masculinas. Todo esto acompañado de una actitud relajada y cálida. 

Con el paso de los días fuimos resolviendo todo. Porque si, techo y comida estaban pero había cuestiones como la cuota de la escuela que mi madre no podía sustentar. En la casa solo trabaja ella, no nos faltaba dinero, pero tampoco sobraba y la escuela era un poco cara. Debido a esto tanto Yuu como yo comenzamos a trabajar, él para solventar los gastos de la escuela y yo para quitar gasto en casa. 

—Oye Yuu ¿que paso con tu amigo? — pregunte una tarde mientras estudiábamos en la sala. La duda en cuestión había surgido unos días atrás en la escuela al notar que estos dos no se dirigían la palabra, y me resulto extraño.   

—No volví a hablar con él, no me contesta el teléfono y en la escuela me ignora —contesto triste y tratando de disimularlo. No era necesario que lo hiciera, pero lo entendía. —Creo que es mejor así.

No le conté nada de lo ocurrido a Tooru pues no me correspondía, era un tema de Yuudai y no iba traicionarlo. Sin embargo cuando los rumores sobre lo ocurrido inundaron la escuela él me pregunto sobre eso. En su momento no le dije nada, sentía como si fuera a traicionar a Yuudai, así que solo comente que no creyera nada de lo que escuche. Unos días después le conté todo esto a Yuu y me dijo que si quería podía comentarle un poco sobre lo que paso. 

Efectivamente eso hice, aunque solo lo justo y necesario. Una parte necesitaba hacer esto para saber su reacción. Durante unos minutos no dijo palabra alguna, pero después acabo preguntándome como estaba Yuu y como estaba yo con respecto a toda la situación. No le mentí y admití que me había afectado verlo así, pero que todo estaba bien ahora. 

Ese día una calidez enorme me inundo cuando estuve a su lado, Tooru era cálido, pero era la primera vez que lo sentía así. Comencé a tener miedo, la sensación era agradable, pero significaba mucho mas para lo que no estaba lista

You (Oikawa x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora