Una más en la familia Original.

Despiste

Bruno miraba su reloj impacientándose. Maya ya llevaba 2 horas hablando dentro con su madre y estaba empezando a hacerse de noche. Agudizó el oído para escuchar si seguían hablando. No lo había hecho en esas dos horas porque quería dejarles intimidad y Maya decidiría si quería contar algo. Pero no logró escuchar nada. Iba a llamar a la puerta cuando empezó a sonar su teléfono.

-Hola Elijah.
-¿Dónde estáis? ¿Y porque Maya no me contesta?- Elijah parecía enfadado.- Llevo una hora esperándoos.
-Estamos en casa de la madre de Maya. Ella está dentro hablando, yo me he quedado fuera. No sabía que nos estabas esperando, Elijah.
-Llamé a Maya hace una hora y dijo que ahora veniais.

Entonces Bruno comenzó a aporrear la puerta nervioso. Algo iba mal. La madre de Maya abrió la puerta con culpabilidad en la cara y a Bruno no le hizo falta que ella dijera ni una palabra para darse cuenta de lo que pasaba.

-Elijah...Maya se ha escapado.- lo dijo en un susurro porque sabía que era culpa suya. Vigilar a Maya era su responsabilidad.- Lo siento.

Elijah colgó tras decir un "joder". Bruno cabreado miró a Ángela. Sabía que no la podía obligar a decirle nada porque bebía verbena y torturar no era su estilo. Además, si Elijah quería proteger a Maya dudaba que estuviera de acuerdo con torturar a su madre, aunque fuera necesario para descubrir el paradero de la chica. Ni siquiera había recibido instrucciones de Elijah y no sabía qué debía hacer.

-No sé donde se ha ido.- dijo Ángela al observar que Bruno se estaba agobiando.
-No te creo.
-Se ha ido por la puerta trasera. Solo me dijo que te entretuviera el máximo tiempo posible. No ha sido difícil, la verdad.- Ángela sonrió a Bruno que se estaba enfadando aún más.
-Puede que se haya metido en un lío y esté en peligro. Deberías haberme avisado para detenerla.
-Le he mentido durante toda la vida. No puedo volver a fallarle. Confío en ella, hará lo que su corazón le diga.
-¿De qué habéis hablado?
-En resumen: el padre de Maya es un vampiro y yo bebí verbena durante el embarazo, por eso es inmune al control. Eso es todo.

Bruno chasqueó la lengua y se dirigió al coche a toda prisa. Se montó y condujo a gran velocidad hacia la casa de los Mikaelson.