-Niklaus.- gritó el mayor de los dos hermanos bajando unas escaleras.
-No hace falta que grites, hermano.- Klaus sostenía en una mano una paleta con pintura y en la otra una brocha.En su rato libre Klaus pintaba cuadros. Era una de sus maneras de desahogarse, aparte de matar. Cuando se perdía en sus obra parecía estar tranquilo. A Elijah, en ocasiones, le ponía nervioso ese corto periodo pacifista de su hermano.
Habían conseguido instalarse en una pequeña casa en la que hacía tiempo que no vivía nadie. Estaba algo vieja y llevaría tiempo modelarla a su gusto. Por ahora habían llevado lo indispensable y contratado a un par de personas para que limpiaran.-¿Tu plan para lograr la alianza era el sexo?- Elijah acababa de ver a Dunya, exhausta, durmiendo en la cama de Klaus. Esa situación se daba con frecuencia y, muchas veces, con personas totalmente inesperadas.- Ni me respondas. Solo me pregunto cómo has conseguido que alguien que te odiaba hace tres días esté desnuda ahora en tus aposentos.
-Parece increíble que después de 1000 años no te hayas percatado de lo persuasivo y extremadamente guapo que soy. Mi plan está funcionando a la perfección.
-Pues ahora tenemos otro problema. Maya ha desaparecido.- Klaus le frunció el ceño y siguió dando brochazos.- Le ha pasado algo. No hay rastro de ella desde antes de ayer por la noche.
-Elijah. No es tu problema. La hemos ayudado y ya está. Olvídala.
-No lo entiendes. Tengo la sensación de que hay algo malo. Creo que el control mental no ha funcionado con ella.
-No tengo tiempo para esto, hermano. Soy el único que está haciendo algo útil aquí.- posó sus herramientas de pintura en una mesa y se giró.- ¿Vas a ser el canguro de toda la gente? Porque te recuerdo que llevo un mes sin ver a mi hija y no voy a ampliar ese período por tus estupideces.
-Yo también quiero ver a Hope, Klaus. Pero necesito asegurarme primero de que la chica está bien. He entrado en su casa y no hay nada fuera de lo normal. He sacado a pasear a su perro y le he dado de comer. Es imposible que se haya ido abandonando a su perro. Vive sola y no suele salir durante la semana. Probablemente todavía nadie se haya dado cuenta de su ausencia.
-¿Cómo has entrado en su casa? Si no estaba no te ha podido invitar.- Klaus no daba crédito.
-Bueno...- Elijah miró al suelo algo avergonzado.- El otro día me las arreglé para que me invitara a pasar por si ocurría algo.
-Si tanto la quieres...- se acercó para estar a escasos centímetros de la oreja de su hermano mayor.- búscala. Yo tengo más cosas que hacer.Elijah se revolvió y de un veloz manotazo arrojó a Klaus al suelo. Este no tardó en levantarse y abalanzarse sobre el del traje. Se enredaron en un vuelo de puñetazos y empujones destruyendo los pocos muebles de su nueva casa. Elijah consiguió imponerse y puso a su hermano en una posición complicada.
-Necesito que me ayudes en esto. Por favor.- Klaus meditó su respuesta.- Cuando la hayamos encontrado me aseguraré de borrarle la memoria de forma eficaz y me alejaré de ella. Traeremos a Hope y podremos vivir felices.- Elijah le liberó de la atadura de sus brazos y le ofreció la mano para levantarse.
-Te ayudaré.
-Vaya, vaya. ¿Soléis madrugar para pelear y destrozarlo todo?La chica pelirroja apareció por la puerta con un corto camisón morado como única prenda. Tenía el pelo alborotado pero aún así parecía iluminar la sala entera. A diferencia del encuentro en el cementerio, hoy mostraba una amplia sonrisa.
-Bienvenida a nuestro hogar, señorita Dunya. Y perdone el desastre. Mi hermano y yo estábamos debatiendo un tema.
-Interesante forma de conversar. Y deja los formalismos conmigo, Elijah. Voy a hacer el desayuno.- y después de besarle el cuello a su nuevo amante se dirigió a la cocina contoneándose como solía hacer.
-No dejarás de sorprenderme, hermano.- Elijah abría los ojos sorprendido.- ¿Cómo la encontraremos?
-Le pediremos a Dunya que la rastree e iremos a comprobar que está bien.
-No lo hará sin recibir nada a cambio, Klaus.
-Pues veremos que le podemos ofrecer. Solo haz como que no te preocupa mucho el tema para que no se aproveche.- el híbrido se colocó la camiseta y se pasó un dedo por una herida que sangraba en su codo.- Dunya, amor. Acércate un momento.
-Dime.- sujetaba un donut que mordía de una manera provocativa.
-¿Me harías un pequeño favor? Solo tienes que buscar a una persona.- Klaus la abrazó por la espalda.
- Acostarme con un vampiro es algo muy distinto a hacer un favor.
-Ya lo sé, cariño. Pero es un hechizo facilito. Ha sido culpa de Elijah que ha dejado libre a una chica que nos ha visto por ahí.
-Sí. Fue un descuido.- el de traje interrumpió la escena de mimos.- La chica nos ha visto matar y ya que hemos venido aquí con la intención de estar tranquilos, sería un problema tener a la policía molestando.
-Necesito algo de ella para rastrearla.- Dunya se separó de Klaus y sacando unas cosas de una bolsa comenzó a colocarlas en una mesa para realizar el hechizo.
-Aquí tienes.- Elijah sacó del bolso interior de su chaqueta una pulsera de plata y se la entregó bajo la mirada de incredulidad de Klaus.- ¿Qué vas a querer a cambio de ayudarnos?
-Nada. No soy tan miserable como vosotros. Pero espero pasar más noches como la de ayer.- le guiñó un ojo a Klaus.Después de prepararlo todo, cerró los ojos y recitó una serie de palabras repetidamente. Cuando hubo descubierto el lugar los abrió sorprendida. Elijah y Klaus esperaban una respuesta ansiosos.
-Sé donde está.- Dunya recogió todo lo que había sacado anteriormente. En un mapa de la región les señaló en lugar con un punto.
-Pues vamos a buscarla.- Elijah se guardó el mapa y la pulsera apresuradamente.
-Hay un problema que os debo contar antes.
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Una más en la familia Original.
FanfictionLa familia Original se traslada a una nueva ciudad con la intención de hacer una nueva y pacífica vida. No será tan fácil como tenían en mente porque una humana les cambiará los planes.