Sentimientos

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Pasaron unos minutos y la madre y la hija estuvieron abrazadas llorando juntas. Entonces Maya se separó y decidió contarle todo lo que ella había vivido en estos últimos días. Su madre la miraba sorprendida al saber por todo lo que había pasado su hija. Sabía que tarde o temprano se enteraría de que su padre era un vampiro pero no pensaba que fuera de esta manera.

-Entonces, probablemente el control mental no me haga efecto porque bebiste mucha verbena durante el embarazo.- acabó de hablar Maya.
-Lo siento hija. Todo es por mi culpa.
-¿Por qué dices eso, mamá?- Maya la cogió de las manos.- Nada es por tu culpa.
-Si te hubiera contado esto antes...
-Eso da igual, no hubiera cambiado nada.
-Y ahora, ¿qué vas a hacer? Tienes que irte de esa casa. Ven a vivir aquí y así estaremos seguras.
-Estoy segura con Elijah y Klaus.- la madre la miró espantada.- Te aseguro que son buenos conmigo. Me han cuidado y me han protegido en todo momento.
-Los vampiros son unos monstruos, hija.
-No mamá.- Maya negó con la cabeza.- Las personas que son malas se convierten en vampiros malos. Pero las personas buenas son vampiros buenos. Tu personalidad en vida se magnifica al convertirte en vampiro.
-Pero beben sangre humana...- su madre la mira sin estar convencida.
-Pero no hace falta que maten para beber. Además...- dudó por un instante.- A mí no me van a morder.
-¿Estás segura?
-Sí.- Maya entonces decidió hacer lo posible para que su madre la creyera.- Elijah es bueno, noble, servicial y amable. Ha dado su palabra sobre que me va a cuidar, y dicen todos que cuando da su palabra siempre lo cumple. Y Klaus...- hace una pausa porque no sabe qué adjetivos usar para describirlo.
-¿Qué pasa con Klaus?- su madre la mira y aunque no se vean mucho es su hija y la conoce demasiado bien.- ¿Sientes algo por él?
-¿Qué? ¡No!- Maya se puso nerviosa y comenzó a negar con la cabeza ante la mirada irónica de su madre.- No lo sé...

Hasta ese momento Maya no se había parado a pensar en sus sentimientos, pero estaba claro que Klaus le importaba y ahora mismo no podía evitar pensar que mientras ella estaba aquí charlando él estaba sufriendo. Aunque Klaus se comportara mal con ella Maya le había cogido cariño y quería hacer todo lo que pudiera para ayudarle. Sin embargo, Elijah siempre había sido amable con ella pero no sentía lo mismo por él que por Klaus. Elijah parecía más como un hermano mayor que cuidaba de ella.

-Hija, aunque sea un vampiro bueno no puedes enamorarte de él.- a Maya se le paró el corazón al oír la palabra "enamorar". ¿Se estaba enamorando de Klaus?

En ese momento sonó el teléfono y Maya lo agradeció porque ya no sabía qué decirle a su madre sobre sus sentimientos. Cogió el teléfono y contestó a Elijah. Mientras hablaba con él la cara de Maya iba cambiando. Elijah le estaba confirmando sus temores. Había ido a hablar con los lobos y se habían negado a darle la cura.

-Y ahora, ¿qué vamos a hacer?
-No lo sé, Maya. Ven a casa y lo hablamos.- Elijah tenía la voz tan calmada como siempre.
-¿Cómo puedes estar tan tranquilo?- Maya se estaba exasperando.
-Debo mantenerme sereno. Hemos vivido cosas peores que estas.
-Está bien, enseguida voy.

Maya colgó el teléfono y se mantuvo en silencio varios segundos dando paseos por la cocina mientras pensaba.

-Mamá, necesito tu ayuda.

Una más en la familia Original.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora