Con la habilidad que le era característica, él la desnudó. Saliendo de la ducha, tomó una toalla y comenzó a secarla vigorosamente.
—Puede no haber sucedido nada —consideró Pansy.
—¿Con nuestra suerte? —se burló él—. Tú estás embarazada, Pansy, y sabes eso tanto como yo.
—Lo siento mucho —murmuró ella.
—Pero no estás arrepentida —él la criticó, sonriendo.
Empujándola directamente hacia la cama, apartó las cubiertas, entonces se detuvo.
—Tus cabellos están empapados —comentó.
—Sólo las puntas —le respondió ella.
Él la tomó por los hombros y la sacudió.
—Tú no me mereces, Pansy —reveló—. ¡Sólo me traes problemas y peleas!
¡Pero, aun así, te amo!
Te traigo de vuelta a mi vida, ¿y qué es lo que haces? ¡Me comunicas que tengo que afrontar de nuevo la preocupación y el miedo de perderte!
—No es así —ella intentó replicar.
—Es, así —terminó él—. ¡Y esta vez vas a hacer lo que yo diga! ¿Entendido?
—Entendido —respondió, débilmente.
—¡Nada de trabajar, nada de peleas! ¡Vas a descansar, comer y dormir cuando yo te lo ordene!
—¡Estás siendo muy autoritario!
—¿Lo crees? Espera para decir eso después que hayan pasado nueve meses teniéndome a mí de carcelero —bromeó él.
—Parece excitante —ella se adhirió a la broma.
—De hecho, el sexo también queda prohibido.
—¿Está bromeando? —ella reaccionó—. ¡No voy a privarme de sexo hasta que sea preciso!
—Vas a hacer lo que yo mande —repitió él, fríamente.
En un acto de rebeldía, ella se libró de la toalla y, con un empujón, lo derrumbó sobre la cama.
—¡Te quiero a ti en este momento —susurró—, mientras aún estás mojado, y yo estoy goteando diamantes!
—Tienes razón —murmuró él—. ¡Tú eres una hechicera!
—Una hechicera feliz —ella corrigió, pasando el medallón cubierto de brillantes por los labios de Harry—. Yo te amo, tú me amas. Entonces, ¿quieres pelear o hacer el amor?
♥ - ♥ - ♥ - ♥ - ♥
Ocho meses después, Pansy descansaba en una silla, en el jardín.
Leía un libro, mientras James jugaba en la piscina.
Estaban en el mes de abril, y el tiempo sólo había comenzado a calentar.
—Llegaste pronto —comentó ella, viendo acercarse a Harry.
—Tengo novedades para ti —dijo él, animado—.
Pero, antes, ¿cómo están mis niñas?
Pansy sonrío suavemente, cuando Harry acarició su crecida barriga.
Saber el sexo del bebé fue una decisión que ellos habían tomado juntos.
Luna ya se había hecho una pequeña persona para todos, incluso para su hermano y su abuela.
No había motivo de preocupación, pues el embarazo acontecía maravillosamente, sin ninguna perturbación, ni aún la de un simple resfriado.
—Nosotras estamos bien —respondió Pansy—. ¿Qué tienes ahí?
Harry cogía un rollo de papeles con aspecto oficial, lleno de sellos y firmas.
—Tú sabes leer italiano —observó él, colocando los papeles en la falda de ella.
Cuando finalmente terminó de leer los documentos, Pansy miró hacia Harry, incrédula.
—¡Ginevra finalmente te vendió su parte!
—Eso mismo. —Él sonrío, orgulloso—. Cuando nuestra hija nazca, transferiré esas acciones para ella.
—¿Por qué no se las transfieres a James? —Preguntó Pansy.
Harry movió la cabeza negativamente.
—James ya tiene una cantidad igual a su nombre. Las acciones de Ginevra irán para nuestra Luna —estableció—. Quitamos a Ginevra de nuestras vidas definitivamente.
Con un suspiro, Pansy miró a lo lejos, pensando en Ginevra viviendo en Nueva York, trabajando en otro banco de inversiones de gran nombre.
Por lo que sabían a través de los periódicos, ella estaba muy feliz allá.
Finalmente había superado el deseo obsesivo de hacerse una Potter.
Y, como Harry había comentado, su decisión de venderle las acciones era una prueba de eso.
—Ya es hora de que James salga de la piscina, antes que coja un resfriado —murmuró Pansy.
Y así tan sencillamente, el asunto de Ginevra fue puesto de lado.
—¡James! —llamó Harry—. Ven a ayudarme a sacar a tu madre de esta silla.
¡Ella necesita descansar!
—¡Descansar! —se burló Pansy—. ¿Qué más he hecho, aparte de descansar?
Harry sonrío.
—Ah, pero este descanso va a ser diferente, porque voy a hacerte compañía.
Los ojos de él resplandecieron, pues se refería a una hora de amor.
No amor sexual, sino aquel amor al cual habían aprendido a entregarse y que les alimentaba el alma.
♥ - ♥ - ♥ - ♥ - ♥
Y colorín colorado otra historia se ha acabado.
Gracias por tomarse el tiempo de leer y comentar es muy valioso, de verdad.
¿Que les gustaría ahora?
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La Venganza
FanficPansy sabía que Harry Potter nunca la había perdonado por poner fin a su matrimonio y marcharse de Italia con su hijo. Cuando se enfrentó a Harry por los planes que supuestamente él tenía para volver a casarse, su todavía marido adoptó una actitud h...