La primera cosa que oyó fue la voz trastornada de James.
Lo que vio, la paralizó totalmente.
¡Lily y Harry miraban desesperados a James, que ferozmente enfrentaba a Ginny!
Tenía que ser Ginevra para provocar toda aquella confusión, concluyó Pansy.
—Pero, querido —la mujer habló con voz dulce, inclinándose hacia James.
¡Tú me dijiste que te gustaría que tu papá se casara conmigo!
—¡No, no lo dije! —negó James, exaltado—.
¡A mí no me gusta usted!
—¡James! —Harry lo regañó—. Pide disculpas.
—¡NO! —contestó James, con la fuerza suficiente para hacer a Harry enojarse—.
¡Ella está mintiendo!
¡Y no la voy a dejar!
—Por favor —Lily intentaba intervenir—, fue sólo un malentendido, Harry.
No te preocupes.
—¿Preocupado? —repitió Harry, incrédulo—.
¿Puedes explicarme por qué mi hijo está siendo grosero con una huésped de nuestra casa?
—Debe ser problema del idioma —sugirió Lily—.
Ginevra dijo alguna cosa la última vez que vio a James, y es obvio que él lo entendió mal.
De la misma forma, él puede haber dicho algo que ella no entendió.
¡Qué tontería, enojarse por eso!
—¡No, no entendí mal! —insistió James.
—¡James! ¡Pídele disculpas a Ginny en este instante! —ordenó Harry, esta vez en el más puro español—.
¿Entendiste bien?
El chico estaba al borde de las lágrimas, pero Pansy observó que él no se volvería atrás.
—Oh, no lo obligues a hacer eso, Harry —pidió Ginevra, dulcemente—.
Él está un poco alterado porque corregí su italiano.
—¡Nada de eso! —James volvió a gritar—.
¡Usted me dijo que era una molestia, que cuando papá se casara con usted él no iba a quererme más!
¡Te odio, papá! ¡Y no voy a pedir disculpas!
—James... —llamó Pansy, tranquilamente.
Por primera vez, se sintió como una pariente pobre, usando aquel vestido de algodón barato y notó que Ginevra, con su vestido negro brillante, zapatos negros brillantes y cabellos rojos y brillantes, la observaba de arriba a abajo.
—¡Oh, Pansy! —exclamó Lily, angustiada—.
¡Lo que debes de estar pensando!
—Estoy pensando que esta... discusión parece desequilibrada —ella respondió, sin dejar de mirar a su hijo.
Silenciosamente, extendió la mano, y el simple gesto hizo a James correr hacia ella.
Harry, con la mirada, retenía su autoridad de padre.
Lily se torcía las manos, pues la paz de su hogar estaba amenazada.
Y Ginny miró hacia Pansy con aire de compasión, cuando ella se arrodilló a hablar con el chico.
ESTÁS LEYENDO
La Venganza
FanfictionPansy sabía que Harry Potter nunca la había perdonado por poner fin a su matrimonio y marcharse de Italia con su hijo. Cuando se enfrentó a Harry por los planes que supuestamente él tenía para volver a casarse, su todavía marido adoptó una actitud h...