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—Piensas que eres muy inteligente, ¿no, Ginevra? —Aquella era la voz de Harry—. ¿Qué crees que ganaste, trayendo a Draco a mi casa?

—Venganza —respondió Ginevra.

Pansy se volvió y vio de pronto el brillo plateado del vestido de Ginevra. Ella y Harry estaban parados frente a frente, en un camino paralelo al que Pansy y Draco estaban.

Un cantero de rosas rodeado por un seto separaba a las dos parejas.

—Tú me has restregado a Pansy en mi cara desde el día en que se casaron —habló Ginevra, exaltada—.

¿Por qué no puedo restregarte al amante de ella en la tuya?

—Ellos nunca fueron amantes —negó Harry.

—Lo fueron —insistió Ginevra—. ¡De la misma forma que nosotros lo fuimos antes! Si ella lo niega, está mintiendo, Harry.

¡De la misma forma que tú mientes, cuando niegas que fuiste mi amante!

Pansy cerró los ojos, rezando para que Harry negara aquello también.

—¡Eso fue hace mucho tiempo —murmuró él—! Mucho antes de conocer a Pansy, por lo tanto, ¡no tiene nada a ver con nuestra vida ahora!

Pansy sintió que los brazos de Draco la sostenían, cuando creyó que iba a desmayarse.

—Pero tú me amabas, Harry —continuó Ginevra—. ¡Tú te ibas a casar conmigo! ¡Yo esperaba eso! ¿Pero qué hiciste? Tuviste un asunto rápido conmigo y me dejaste. Yo me conformé con el segundo lugar y me casé con Dean.

—Dean no estaba en segundo lugar, Ginevra —protestó Harry—. ¡Él te amaba de verdad, que era más de lo que merecías!

—¿Fue por eso que me dejaste? —ella quiso saber—. ¿Cediste el lugar a Dean porque él me amaba?

—No —habló Harry, tajantemente—. ¡Le cedí el lugar a él porque yo no te quería!

—Que pena que Dean no hubiera sabido eso, pues murío pensando que se había interpuesto entre nosotros.

¡Pansy tembló de angustia, pensando en como Dean, la imagen de la alegría, había sufrido en silencio!

—Cuando tú trajiste a Pansy para acá, Dean llegó a pedirme disculpas —habló Ginevra.

—No por mí —observó Harry—. Dean sabía exactamente lo que yo sentía por Pansy.

—¿Estás queriendo decir que te casaste con ella por amor? —se burló Ginevra—. No me hagas reír, Harry.

Todos sabemos que te casaste porque ella estaba embarazada.

¡Si yo lo hubiese sabido, habría usado esa táctica! Pero una manipulación tan desleal no se me ocurrío.

Con su modo frío e independiente, Pansy te asustó, pensando que ella podía poner en riesgo a tu precioso bebé, ¡tu hijo y heredero!

—Ya hablaste demasiado —anunció Harry.

—¡No! Ni siquiera he comenzado —insistió Ginevra—. Tuviste la arrogancia de creer que bastaría con mandarme a París para que tus problemas conyugales acabaran.

¡Nunca acabarán, mientras yo tenga cerebro para maquinar contra ustedes!

—¿Qué pretendes hacer? —desafió Harry—. ¿Escuchar conversaciones a escondidas, intentando descubrir más porquería para divulgar?

—¡Ah! —suspiró Ginevra—. Entonces, ¿sabías que yo estaba allí?

—¿En la terraza al lado de la nuestra? Lo sabía —confirmó Harry—. Cuando comenzaste a interrogar a Pansy acerca de Draco Malfoy, fue fácil deducir que planeabas hacer algo sórdido. Pero aún no entendía cuál era tu objetivo.

—Simple —habló ella, tranquilamente—. Provocar la ruina de tu precioso matrimonio.

—¿Trayendo a Draco aquí? —bromeó Harry—. ¿Crees que mis sentimientos por Pansy son tan frágiles que yo me separaría de ella porque me forzaste a conocer su supuesto ex amante?

—No. ¡Traje a Draco para que Pansy tenga en quién apoyarse, cuando le cuente que estoy embarazada de un hijo tuyo!

—¡Esa es una desvergonzada mentira! —gritó él.

—Pero Pansy no sabe eso —Ginevra pregonó—. ¡Ella piensa que somos amantes desde antes que ustedes perdieran a su segundo bebé!

Para una mujer como Pansy, saber que espero un hijo tuyo será el fin, créelo.

¡Me va a gustar verla alejarse de ti, en compañía de su querido Draco!

—¿Por qué la quieres lastimar tanto? —quiso saber Harry.

—Poco me importan los sentimientos de ella —la traidora mujer explicó rápidamente—. Pero me va a gustar herirte, Harry.

¡Exactamente como hiciste conmigo, al pasarme a Dean como una maleta usada!

—¡Tuviste suerte! ¡Dean era un hombre decente y bueno!

—Pero no era un Potter.

—Mi Dios... —suspiró Harry—. Pansy tenía razón. ¡Tú destilas veneno!

—Y siendo así, Ginevra, creo que llegó la hora de irte —informó otra voz venida de la oscuridad.

Cuatro personas se quedaron aturdidas, cuando Lily salió de las sombras desde otro camino.

En el momento en que pudo verle el rostro, Pansy se encogió de pena.

Lily estaba desbastada.

—¿Pansy, estás bien, querida? —su suegra le preguntó cariñosamente—. ¡Yo daría todo para que no hubieras testificado esto!

Valió la pena ser expuesta por Lily, pensó Pansy, sólo para poder ver la expresión de Ginevra, cuando ella se volvió a mirarla, pero, si no fuera por el brazo de Draco que la sujetaba, Pansy no conseguiría mantenerse en pie.

—Pansy, tú oíste... —murmuró Harry, entre aliviado y triste.

—Bien, parece que no soy la única que se esconde para escuchar conversaciones ajenas —Ginevra aún consiguió decir.

Pero aquellas palabras irónicas eran de una mujer que sabía que estaba acabada. 

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Hola nuevamente feliz año nuevo, mis mejores deseos para todos.

Por fin todo sale a la luz, que pasará ahora...

Pronto lo descubrirán 👋

La VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora