•Rehén•
La luz del sol se colaba por la ventana y hacia reflejo en los iris grana que, como cristales, crearon un brillo que le daba un toque particular a su mirada; sus ojos tenían vida, no obstante, no era más que producto de la perspectiva. Seguían tan vacíos como siempre. Edgar salió de su trance apenas notar que los había estado observando durante un par de segundos.
El morocho soltó un quejido de dolor cuando, al mover su cabeza, una punzada lo atacó en ésta. La tomó con ambas manos y la presionó con desesperación, pero el dolor únicamente se agravó. Colette, al notar esto, se levantó rápidamente del borde de la cama y se acercó al chico para tranquilizarlo.
-Calma, calma, no la aprietes, sólo empeorará. -tomó los brazos del joven con serenidad y los bajo con la misma tranquilidad.
El azabache hizo caso a la chica y, dubitativo, cedió su voluntad a ésta, permitiéndose concentrarse en la quietud del ambiente y no caer en la irritabilidad. No entendía absolutamente nada. Lo único que vio al despertar fue a la albina a los pies del colchón mirándolo fijamente, pero no tuvo fuerzas para cuestionarla apenas estando consciente.
-¿Dónde estoy...? -trató de sentarse, pero la peliblanca lo empujó suavemente para evitarlo, recostándolo.
-Estás en mi casa. -contestó sin más.
-¿Q-qué?, ¿por qué?
-¿No recuerdas nada?
¿Recordar qué?
-Yo... no lo sé. -recobró compostura lentamente, ésta vez sin interrupción.
Colette abrió los ojos con sorpresa al recibir aquella respuesta. No quería imaginar lo peor, pero estaba comenzando a hacerse ideas que bien podían ser erróneas o, de lo contrario, no ser tan descabelladas. Había sido una absoluta desquiciada la noche anterior con el pelinegro ya que, sin escrúpulos, había sido capaz de lastimarlo de forma física múltiples veces.
Tal vez las secuelas habían ido más allá de una cicatriz. Temerosa, deseó despejar dudas.
-¿Me... recuerdas, no es así? -preguntó, sintiendo el miedo apoderarse de su ser.
Edgar ladeó la cabeza y frunció el ceño.
-Claro que sí, boba, ¿a qué se debe la pregunta?
Colette soltó aire, profundamente aliviada, y lo abrazó por el puro temor de pensar que pudo haber desaparecido de los recuerdos del morocho durante un segundo. Al alejarse, pudo notar como el chico solo parecía estar más y más confundido.
-Dime, ¿por qué estoy aquí?, ¿y que sucedió exactamente? -exclamó.
Mentir o no hacerlo, su cuestión.
-Eso... no importa ahora, ¡me alivia ver que has despertado!, ¿quieres algo para desayunar? -dijo, tratando de desviar el tema.
Edgar no respondió. Sentía algo extraño en su cabeza, y eso lo estaba molestando.
Al tocarla el tacto fue suave, pero no parecía ser su cabello lo que estaba tocando. Al recorrer la línea con su dedo índice se dio cuenta de que se trataba de una venda; una que rodeaba por completo su crisma y, además, se encontraba húmeda por uno de sus lados. Profundizó el tacto en la zona mojada y, al mirar su dedo de vuelta, se llevó la sorpresa de que éste tenía un líquido rojizo en el.
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Away from you | Colette&Edgar [Brawl Stars].
FanficEdgar y Colette son buenos amigos. Se conocen desde antes de trabajar juntos en la tienda de regalos del Starr Park, sin embargo, ¿qué tan grande es su confianza?. Nunca terminas de conocer a una persona y, en el caso de ambos, todavía les faltaba...