Away from you | Colette&Edgar [Brawl Stars].

Quince

•Princesa•

-¿Sobre qué quieres hablar, terroncito?. -sonrió, haciendo de sus ojos arcos.

Colette apretó su mandíbula, haciendo que sus dientes se desencajasen levemente e hiciesen un ruido incómodo. Rectificó su expresión de inmediato cuando mostró su sonrisa agudiza en su mejor esplendor.

-Creo que, a estas alturas, puedes saber perfectamente porqué acudí a ti. -apoyó su mentón en sus manos mirando a la francotiradora, socarrona.

Piper soltó una risa, notando la molestia en el tono de la menor.

Se encontraban en Barley's a petición de la rubia, quien pensó que sería el lugar adecuado para tener una charla con la peliblanca sin interrupciones y, como una adición, sin que ésta tuviese la posibilidad de dañarla. Porque sí, la repostera había tomado una desconfianza innata debido a la conducta mostrada por la adolescente, y quiso ser lo más discreta posible en sus decisiones aunque sabía que quizá, y solo quizá, la contraria pudo haber notado sus intenciones.

-Te refieres a Edgar, ¿no?. -preguntó, conociendo la respuesta.

Colette asintió.

-Bien, ¿y porqué crees que tengo algo que ver?.

-El simple hecho de haberlo mencionado sin yo decir nombres me corrobora que estás involucrada en su cambio de actitud, princesa. -dijo la albina, haciendo énfasis en el apodo.

-Aún así me sorprende que hayas deducido que vino a verme cuando no somos tan cercanos, a diferencia de él y tú, pienso. -puso su arma en el suelo.

-Es lo suficientemente predecible. Conoce a pocas personas, está enojado con la bateadora, y comenzó a tratarte mejor después de la tormenta. -se acomodó en su silla, para después dirigirse a la blonda con el aura con el que se habían encontrado- Deja de pensar que soy estúpida aún cuando las cosas están tan claras.

La sonrisa de la mayor se desvaneció con escuchar lo último, haciendo que se enderezase y dejase de lado su benevolencia.

-Creo que tu manera de verme se ha distorsionado un poco, ¿acaso crees que soy una especie de bruja?, no he hecho nada para dañarte hasta dónde recuerdo, querida.

Colette no dijo nada, se limitó a entregarle una mirada asesina. Piper se vio obligada a hablar después de su indiferencia.

-Lo siento, creo que no lo dije de la mejor manera. -negó rápidamente y volvió a su expresión inicial- Dime que es lo que te molesta, trataré de ayudarte si es lo que quieres.

-¿Ayudarme?. -se tensó.

La rubia volvió a asentir, ensanchando su sonrisa. La peliblanca, al meditarlo mejor, carcajeó.

-Sí, realmente necesito ayuda.

•••

-¿Enloqueciste?. -preguntó el mayor, notablemente enojado.

-¿Yo, enloquecer? Ja... ¡tú fuiste el que enloqueció! ¿cómo pudiste contratar a ese niño emo?.

-Está apunto de cumplir la mayoría de edad, Bibi, el término "niño" no es válido para ese chico.