Capítulo 5 Estrés

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Palabra de moda, si la hay, en esta época.

Siempre hablando de mi caso, ¿Qué fue lo que me llevó a un estado de estrés?

Todo lo que les conté antes, más un exigente trabajo, falta de opciones de salida. Sensación de ahogo.
Sin salida...

Creo que de allí viene esta sensación.

Creo además que la ansiedad desmedida, como es la que yo tenía, acelera el proceso del estrés.

En épocas anteriores había tenido situaciones de estrés, pero siempre las manejaba.

En esta ocasión, me fue imposible manejar todas las variables y terminé con una sensación de conducir a toda velocidad sin luces por un oscuro camino.

Era vertiginoso, no podía parar un segundo.

Era como caer en un oscuro y silencioso precipicio y no poder detener mi caída.

No poder detenerse un segundo.

Siempre exigido, siempre alerta, siempre a mil kilómetros por hora.

El eterno estado de alerta hizo que mis nervios colapsaran.

La acumulación de ansiedad, más todos los elementos que ya les fui contando aceleraron el proceso de estrés que es muy común hoy en día, pero no necesariamente tiene que terminar en un ataque de pánico.

En mi caso, creo que fue un elemento más que sumó y generó el pánico.

Ahora me doy cuenta que estaba tan inmerso en ese estrés que no podía disfrutar nada, temía a todo.

Mi vida era un desastre.

Hasta lo que más me gustaba dejó de interesarme. No me podía mover.

Paralizado: es la palabra que mejor describe mi estrés.

Paralizado tanto mental como físicamente.

Siempre fui una persona deportista.
Desde mi pánico me paralicé.

Por eso, otra cosa que recomiendo y mucho es que si aparecen síntomas de estrés o pánico se haga actividad física o cosas que a uno lo distraigan y saquen de la burbuja. Es más difícil entrar en ese espiral si se tiene el cuerpo cansado y se disfruta del aire libre y el ejercicio.

Resulta fácil decirlo ahora.

Yo no pude por más de tres años.

O pude, pero de manera intermitente y no regular como hoy.

Recuerdo encierro, siestas de 4 a 6 horas (me ayudaba la larga lista de medicación que tomaba), inactividad, poca sociabilidad.

Creo que el estrés influyó muchísimo en esta parte. Pero realmente creo que el estrés fue una consecuencia no el origen del problema.
Culpo a la ansiedad del estrés, pero de la ansiedad tengo mucho para escribir y detallarles lo que se siente.

En cuanto al estrés, no creo que sea nuevo, pero sí creo que fue un elemento más que jugó en mi contra.

Les cuento algunos otros síntomas que atribuyo al estrés:

Pérdida de memoria: comencé a no recordar las cosas, por ejemplo, donde había dejado la billetera; cuando había ocurrido un suceso.

El tiempo pasó a ser algo más difuso, así como el orden y la obsesión por donde dejaba las cosas.

Lo más asombroso es que me daba cuenta y me sentía peor.

Siempre tuve muy buena memoria, siempre dejé las cosas en un determinado lugar y nunca perdí nada en mi vida.

Siempre fui extremadamente obsesivo con el orden y la prolijidad, meticuloso con los recuerdos y la memoria.

Otro síntoma es la falta de concentración. Créanme, se me hacía imposible concentrarme en cualquier cosa. No disfrutaba ni de leer el diario, que era un de las cosas que más me gratificaba por las mañanas.

Comencé a pasar las hojas de los libros y los diarios, casi sin leer ni acordarme de lo que había leído antes.

Increíble.

La falta de poder de atención era notable.

Me daba cuenta, pero no podía parar...

¿Recuerdan la caída por abismo?

¿Recuerdan esas películas donde el protagonista sueña que se cae y cuando está a punto de tocar el suelo se despierta?

¿Nunca soñaron algo así?

Es lo que mejor describe este tipo de situaciones.

Caer, ver que se está cayendo, y no poder hacer nada para detenerse.

Ver el entorno, todos los detalles, a veces con increíble claridad, ¡pero no tener la posibilidad de decir......BASTA!

Salir del cuadro, salir de la escena.

Dejar el papel protagónico.

Es imposible.

Siento, mientras escribo esto a la distancia, que el fondo de ese pozo fue el pánico.

Caí hasta que no pude más y en vez de destrozarme contra el fondo del agujero, me dio esta (famosa ahora) enfermedad.

Me destrozó de otra manera.

A mí y a los míos que me miraban con absoluta sorpresa.

Muchos se alejaron, otros se acercaron.

A Muchos les di lástima,

Otros admiraron mi valor.

Yo personalmente creo que fui muy valiente en superar el estrés y todos los síntomas que tuve.

Pocas veces valoré tanto algo que hice como el haber superado esto.

Estoy muy feliz de haber trabajado y haberlo superado y hoy poder describir con la mayor claridad posible cómo me sentí.


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