Capítulo 3

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     —¡Christina! ¡Christina, detente! ¡Christina!— gritaba Damian corriendo detrás de ella —¡Oh, vamos, Christina! ¡No te portes como una cría!

     —¿Yo la cría?— se volteo a mirarlo —¡¿Qué diablos somos tu y yo?! ¡Vamos! ¡Quiero escucharlo! ¡Me acabas de presentar como tu novia! ¡Yo no soy tu novia!

     —¿Y cómo querías que te presentara?— le pregunto —Si te presento como mi amiga te ofendes, si te presento como mi novia también. ¿Qué diablos esperas de mi? Un día estas bien conmigo, y al segundo quemas todo a nuestro alrededor. Quiero estar contigo, ¡joder! Tenemos la suerte que muchos no. Mira a Oliver y Liliana, tienen una relación a distancia. ¡Tu estas aquí! Y no dejas que me acerque. ¿Qué hago?

     —No hagas nada, Damian— ella soltó un suspiro —. Esto...— se señalo a ambos —Lo que sea que tengamos, no va funcionar. Tu quieres una relación, a alguien dispuesto a entregarse entero, yo no quiero eso. No tengo la maldita vida perfecta. 

     —¿Y crees que yo si?— se cruzo de brazos —Ninguno tiene la vida perfecta, Christina. Pero luchamos todos los días. Y puedes escoger ser una víctima de las circunstancias o puedes simplemente seguir. Yo escojo seguir, no me encerraré en un círculo vicioso.

      —Bien, que cada quien viva lo suyo— se dio media vuelta —. Y no me sigas, escojo ser victima de las circunstancias si asi lo quieres llamar. 

     —¡Oigan vamos Mo'Rockin Fusion! ¿vienen?— preguntó Thalia con una sonrisa.

     —No estoy de humor, Thalia— masculló Damian —. Es una mujer terca, que haga lo que quiera.

     —¡Vete a la mierda, Damian!— exclamó Christina mostrando su dedo medio —Me largo, eres un imbécil.

     —¡Oh! Disculpe, princesa— pasó las manos por su cabello —. Cuando estés lista para madurar me llamas.

     —Iré con él— susurró Matt cuando Damián se fue —. Quizás debas ir con Christina, y llamar a Lili, es lo mejor.

      —No puedo llamarla, está en París, solo la preocuparé y buscará el primer vuelo para regresar. Yo lo resolveré— pasó las manos por su cabello —. Me avisas si necesitan algo, ¿vale?

     Liliana observaba el recorrido en barco, sus ojos miraban como París seguía moviéndose, pero aún así parecía estar en la escena de un libro o una película. Oliver envolvió sus manos alrededor de la cintura de ella, y apoyó su barbilla en el hombro de ella. Liliana sonrió ampliamente.

     —Podríamos ir a Italia— susurró Oliver dándole un beso en la mejilla —. En vacaciones navideñas, por supuesto— ella se dio la vuelta para mirarlo —. Y si estás de acuerdo, sino, podemos hacer lo mismo del año pasado.

      —Me gusta la idea— le dio un pequeño beso en los labios —. Pero que no coincida con los festivos— le pidió —. Es solo que, ya ves cómo son nuestras madres— Oliver asintió levemente y se inclinó a besarla, antes de que sus labios se pudieran unir un celular sonó.

     —¿Thalia?— cuestiono Oliver mirando el celular de Liliana —¿Que son allá? ¿las dos de la madrugada?— Liliana calculo mentalmente y asintió —¿Por que llamará tan tarde?

     —Considerando que son las diez de la mañana aquí— ella descolgó la llamada —. ¿Sucede algo, Thalia? ¿Están bien?

     —Yo si— en ese momento escucho algo romperse —. Pero Christina no, no se que hacer, Lili. Esta loca, grita y avienta todo a su paso en su habitación— escuchó gritos —. ¡Christina, entra en razón!— grito, y escucho cristales —Mira, me prometí no llamarte, pero no se que hacer.

Let's meet againDonde viven las historias. Descúbrelo ahora