—¿Quien de los dos comienza a explicar?
Todos en el departamento habían quedado en silencio. Incluso Thalia quien venía riendo con Matt, y traían entre los dos un Moisés de caña. Las mujeres los observaban a todos. Christina tenía en sus manos bolsas con lo que parecían ser mantas.
—¿Qué hacen aquí?— pregunto Oliver —Deberian estar en Seattle.
—Bueno, nuestros hijos llevan unos meses desaparecidos, vinimos a ver si estaban aquí— Melany dejo su bolso en la mesa del comedor —. Y nos encontramos con todo esto de bebé. ¿Quien va a explicar primero?
—Es una historia larga— respondió Damián —. Y divertida. Deberían sentarse.
—Decidimos abrir una guardería— aseguro Jacob —. Y estamos equipando todo.
—¿De cuántas semanas estás?— pregunto Melany mirando a su hija quien seguía sentanda en el sillón sin emitir palabra alguna.
—Trece semanas— Melany con una mirada echo a Jacob y Damián del sillón, y tomo asiento junto a su hija —. Lo siento mucho mamá, nos estábamos cuidando. No sé cómo ocurrió esto.
—¿Por qué no me dijiste?— le tomo el rostro a su hija —Liliana, eres mi hija. Voy a ayudarte en todo. ¿Por qué no me dijiste?
—Tenia miedo a tu reacción— su madre la abrazo —. Nadie sabe, solo los chicos. Lo siento mucho.
—No tienes que disculparte— le beso en costado de la cabeza —. Eres mi orgullo más grande, Liliana. Serás una excelente mamá.
—¿Seré abuela?— cuestionó Diana mirando a su hijo —¡Oh, cielos, seré abuela!— exclamó, se acercó y abrazo a su hijo —Eres un idiota, pero me harás abuela.
—Mi plan era graduarme antes de hacerte abuela— su madre se separó de él y le dió un beso en la mejilla —. ¿No estás enojada?
—A veces los planes no salen como queremos, Oliver, pero un bebé es un regalo hermoso— miro a todos los demás en la estancia —. Y este, está siendo amado desde el momento cero, mira a tu alrededor.
—Gracias, mamá— la abrazo —. Supongo que ya puedo decirle a Owen.
Las mujeres comenzaron a ver la ropa de bebé junto a todos los demás. Mientras que Thalía y Matt le enseñaban el Moisés a Oliver y Liliana, y por primera vez desde que se enteró del embarazo Liliana podía imaginar a un pequeño bebé dentro del Moisés, a un bebé corriendo por toda la casa con ella detrás, y dando sus primero pasos de la mano de Oliver. Y sonrió sintiendo una paz.
Pidieron comida a domicilio y comieron todos juntos mientras sus madres veían el vídeo de la ecografía. Las mujeres lloraban viendo al pequeño maíz. Y para cuando se hizo media noche, se fueron a un hotel.
—¡Oh!— exclamó Liliana —Se movió, se movió— Oliver puso su mano de inmediato —. Son como mariposas, ¿Lo sientes?
—Es casi imperceptible, pero si— sonrió ampliamente —. Hola, bebé. Hola, mi amor.
—No puedo creer que tendremos un bebé— paso las manos por rostro —. Esto es real.
—¿Paso algo?— pregunto Christina al otro lado de la puerta —¿Puedo pasar?
—Pasa— dijo Oliver —. No ocurrió nada. ¿Sucede algo?— Christina abrió la puerta observandolos.
—No, vine por agua y los escuché, quería ver si estaban bien— Liliana le palmeo la cama para que se sentará junto a ella —. ¿Qué ocurre?
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Let's meet again
RomanceLiliana a sido una amante de los libros y la literatura desde muy pequeña. Desde que recuerda siempre le a contado historias a los más pequeños, desde las pequeñas que la rodean a los niños de las biblioteca. Cuando la vida la reencontró con Ol...