Planta B2 (parte 2)

75 14 7
                                    

Un ruido se escuchó detrás de ella. El camino por el que había llegado estaba cerrado.

Había estado siguiendo el muro desde que Hanako le dijo que debían buscar un interruptor. De repente, ese muro torció hacia la derecha. Fue entonces que cruzó una puerta sin la posibilidad de volver a abrirla.

- No deberías estar aquí- Se escucha una voz masculina.

Ella se giró en todas direcciones. No había mucho que ver, pues todo seguía en oscuridad. Era inútil buscar la procedencia de la voz. Lo único que podía hacer era seguir el rastro de ese olor dulce que le llegaba.

- Nene- Dijo un susurro.

- Nene- La llamó otro.

- Nene- Era la voz de un niño.

- Nene- Era la voz de un monstruo.

Detrás de ella, una masa de carne más oscura que la propia oscuridad la llamaba. Más de 20 ojos y 30 manos podía contar.

"Corre" gritaban todas sus alertas.

Correr fue lo que hizo.

Avanzó tan rápido como pudo por el largo pasillo, rezando para que no hubiera obstáculos con lo que chocar. Llegó a ver una luz al fondo, lo que la animó a seguir más rápido.

Atravesó una puerta, entró en una habitación llena de luz. Se enceró en la sala aunque el monstruo no intentó entrar.

Se dio un tiempo para recuperar el aliento. Cuando recuperó las energías, observó la sala.

Era pequeña, con pocas cosas. Estanterías, libros, una mesa y dos sillas. En la pared, 6 retratos: Hanako, Kou, Sousuke, Yako, un hombre desconocido y ella. Sin embargo, a esa persona ya la había visto antes en fotos que encontró en el dormitorio de la B3.

- ¿Por qué estás aquí?

Ella se asustó. No lo había visto antes. Sentado en una de las sillas, estaba el hombre de la quinta pintura. Una persona con un característico cabello blanco y negro y unos brillantes ojos morados. Tenía entre las manos una pipa de olor dulce.

- ¿Quién...?

- Responde a mi pregunta, Yashiro Nene.

- E-estaba huyendo. Ahí afuera hay un monstruo.

Una sonrisa macabra se vio en su sereno rostro. – ¿Hablas de Amane?

- ¡No! Me refiero a un monstruo de verdad.

Lentamente, se levantó de la silla. Iba a abrir la puerta.

- ¡No lo hagas!

Oscuridad y ladrillos pintados de blanco era lo único que se veía a través de la puerta.

- No hay nada, Yashiro Nene.

- ¿Eh? Pero si estaba ahí.

- Tú...

Las luces se apagaron. Todo volvió a la oscuridad y el susto la hizo gritar.

- ¿Quién eres?

- Y-yashiro Nene...

- ¿Qué eres?

- Yo...

- ¡Definitivamente tiene que ser una sirena!- Lo dijo otra voz, una más infantil. Una que sonaba igual que Mitsuba Sousuke.

Se encendió un foco sobre su cabeza. Iluminaba poco, pero lo suficiente como para ver que no estaba en la misma sala que antes. La nueva sala parecía un tribunal vacío, en el que ella estaba en el lugar del acusado, el hombre estaba en el lugar del juez, y entre ambos estaban las dos imágenes de los maestros del piso B4 y B3.

Death Bound. Hanako waits for a slaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora