Llegaron a una pequeña cabaña de madera, repleta de material y herramientas de jardinería. Estaba repleta de estanterías vacías y llenas de polvo, así como varios utensilios desordenados y desperdigados por toda la habitación. No pasó mucho tiempo hasta que uno estornudó culpa de la suciedad.
- ¿Qué tipo de lugar es este? El dueño de este piso no parece hacer la limpieza a menudo.
Yashiro lo ignoró, demasiado concentrada en la puerta de salida que no dudó en abrir cuando estuvo lo suficientemente cerca. Al otro lado, unas altas murallas de enredaderas y rosales que daban la apariencia de jardín descuidado.
- ¿Esto es... un laberinto?
La albina salió corriendo en línea recta, reconociendo cada hoja y cada pétalo rojo como si se lo hubieran grabado en la carne. Y no estaba equivocada. Al alcanzar una pequeña plazuela, supo que conocía el lugar, pues era igual al sitio donde cometió su mayor pecado y satisfacción.
Hanako la alcanzó un poco después, dándole un pequeño golpe en la cabeza y quejándose de haber sido dejado detrás. Pero cuando levantó la vista, sus quejas se apagaron, dando paso al asombro y a la perturbación.
En el centro de la sala, había una pequeña fuente y dos personas en ella. Estaban sonriendo enfermamente, con los ojos vacíos y las comisuras de los labios estiradas dolorosamente. Cuando se fijó un poco, notó costuras que los forzaban a verse felices. Estaban completamente quietos, tanto que podrían pasar por muñecos de trapo espeluznantes, pero definitivamente eran cuerpos en un estado de descomposición lenta.
- ¿Qué demonios...?
Nene se acercó lentamente y sostuvo un mechó de cabello añil del cuerpo. Era una chica que aparentaba tener la edad de Yashiro, con un cabello azulado oscuro recogido en dos moños redondos. Sus ojos zafiro debieron brillar con mucha luz cuando todavía vivía. Tenía una piel limpia y aparentemente suave, era delgada y delicada. Definitivamente tuvo que ser muy bella en vida.
A su lado, un joven de cabellos castaño anaranjado, algo ondulados y sucios. Sus ojos estaban opacados por unas gafas de montura marrón cuyos cristales estaban tan agrietados que no se podía ver nada a través de ellos. A diferencia de la chica, su rostro parecía tener arañazos y golpes que no pudieron curar por una inminente muerte.
Alguien los había puesto juntos para que se abrazaran entre sí, en un intento de ocultar las obvias marcas de heridas que probablemente causaron sus muertes.
- Aoi-chan... yo...
Hanao supo que Nene estaba llorando por el sonido de sus sollozos. ¿Acaso ella los conocía? Quiso acercarse, pero un brazo lo detuvo.
- ¿Por qué no les damos privacidad?
Sujetándolo, se encontraba Kou. Y sin darle tiempo a responder, salió corriendo.
Hanako fue tras de él sin pensarlo, girando y volteando según escuchaba sonidos de pasos en cada esquina de ese laberinto. Una vez se hizo el silencio, pudo saber que estaba totalmente perdido.
- ¿Tienes curiosidad por saber quiénes eran? El bloc de dibujo de Nene está por aquí, ¿por qué no lo buscas y sales de dudas?
- Chks.
El pelinegro comenzó a caminar por el laberinto sin tener ni el más mínimo sentido de la orientación. Al menos, fue capaz de evitar las trampas mal planteadas que había, como pinchos en el suelo, sierras giratorias en los muros o pirañas en algunos estanques.
Así, después de estar deambulando una cantidad de tiempo indefinido que sintió como largas horas, alcanzó una nueva placita. Un parque infantil, pero lo más llamativo era un banco que tenía una caja de dulces demasiado atractiva como para ignorarla.
- ¿Puedo comerlo?- Se preguntó a sí mismo cuando vio unas deliciosas donas en buen estado.
Agarró una y le dio un mordisquito, arrepintiéndose al instante y escupiéndola.
- ¡¿Qué tipo de enfermo le hecha picante a los dulces?!
Perfectamente pudo estar quejándose varios minutos hasta que un cuaderno bajo los postres llamó su atención. Un bloc de notas, el bloc de dibujos de Nene.
¿Acaso eso le confesaría la verdad sobre ella?
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Si volvíii
¿Me creyeron muerta? Probablemente, pero no creo que abandone esta historia. Incluso si me tardo años, intentaré terminarla.
Espero que sigan por aquí, siento la falta de seriedad y que probablemente haya cosas fuera de lugar por mi falta de memoria, y gracias por la paciencia que me tienen.
Nos leemos por ahí ^~^
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Death Bound. Hanako waits for a slaughter
Fiksi Penggemar- Parece que pasó algo que te asustó mucho. Una joven de cabellos plateados se encontraba sentada en una silla negra, dentro de una habitación pintada de blanco puro. Frente a ella, un joven rubio de ojos zafiro, alto, vestido con una camisa celeste...
