Planta B2 (parte 1)

73 16 1
                                    

- Yashiro, ¿de dónde sacaste las tijeras?

- Son mías. Estaban en el bolso.

- ¡Qué útil! Quien diría que tenías algo así ahí dentro.

Ella le miró dudosa. Él estaba sonriendo abiertamente. Se veía lindo a su parecer.

- ¿Estás... de buen humor?

Un leve sonrojo se presentó en su rostro. – B-bueno... ya no pareces enfadada conmigo, logramos sobrevivir y estamos cerca de la salida... podrías decir que estoy de buenas, tal vez...

Ella rio.

- ¡¿De qué te ríes?!

- De nada, de nada.

Él suspiró sin perder la sonrisa. El ascensor se detuvo, las puertas se abrieron.

Hanako caminó hacia delante, saliendo primero, dejándola atrás. Antes de desaparecer de su campo de visión, se detuvo y la miró de reojo.

- Yashiro, gracias por salvarme antes.

Se puso en pie, corrió a su lado para mirarle directamente a sus ojos atardecer.

- ¡No fue nada!




Habían llegado a una nueva planta. B2 ponía junto al ascensor. Todo estaba absolutamente oscuro, apenas se veía nada más allá de un palmo. Lo único que podían identificar era que el lugar olía a libro viejo.

- Los que residen en este edificio no saben recibir invitados- suspiró Hanako.

- Tú también vives aquí.

- ¡V-vivía! Yo soy diferente.

- ¿Por eso nos perseguiste armado con amenazas?

- No te quejes, al menos os recibí cara a cara, no como esos dos.

- Ehehe...

El joven azabache continuó caminando bajo la absoluta oscuridad.

- Deberíamos buscar una luz.

- Quizá el interruptor esté cerca de la pared.

- Busca entonces por ahí. Yo seguiré por aquí.

Cada uno fue por caminos separados, palpando cada milímetro de pared en busca de un interruptor.

Pasó un rato. Un ruido sordo se escuchó cerca.

- ¿Yashiro?

Tocó algo. No era pared, parecía una tela. ¿Una cortina? La arrancó. Tiró hacia abajo, encontrando tras ella un gran cristal con una luna llena azul brillando en el cielo. A pesar de eso, sabía que era falsa.

- Y yo que pensaba matarte mientras estabas desorientado.

Esa voz no era de Yashiro. No quiso siquiera saber quién era antes de atacar.

- Oye, tranquilo Hanako. No queremos que nadie salga herido.

- ¿Kou?

Un hombre joven, rubio, con una bata de doctor manchada en sangre. ¿Quién podría ser si no Minamoto Kou?

- Hey, ¿Contento de verme?

- Se supone que te asesiné. ¿Qué demonios haces aquí?

- Supe que cuando abandonaste tu piso fue para perseguir a Nene, así que en caso de emergencia me coloqué una medida de protección debajo de la ropa- Él mostró una armadura fina. – Eso redujo el impacto.

- Chks. ¿Quieres que te asesine otra vez?

- Sería un honor- Dijo en un tono de broma. – Pero tengo algo más importante ahora. Dime, ¿Dónde está Nene?

¿Nene? Miró a su alrededor. La habitación estaba parcialmente iluminada. Era una biblioteca, llena de estanterías como una normal tendría. Había varias mesas con candelabros apagados. También se podía divisar otra sala a la izquierda, una puerta cerrada (que probablemente causó el ruido anteriormente al cerrarse) y el ascensor a la derecha. Sin embargo, ni rastro de la albina.

Él sonrió, fingiendo extinta preocupación alguna. – ¿Qué harías si te digo que la asesiné?

- ¿Ah? Eres una escoria. ¡LA PERSONA FRENTE A SUS OJOS SOY YO! ¡Sus ojos son especiales! ¡He estado buscando ese tipo de ojos durante toda mi vida! ¡ESTÁ BIEN QUE SEA UNA BROMA! ¡Aunque esté viva o muerta, sus ojos seguirán estando tranquilos y hermosos! ¡¿ACASO CREES QUE VOY A PERMITIR QUE ALGUIEN COMO TÚ LE QUITE SUS OJOS?! ¡SUS OJOS SON MÍOS, ME PERTENECEN! Los he estado observando desde siempre...

El doctor estaba tirando de su cabello, lleno de odio, furia, rabia... cuando terminó de gritar, comenzó a respirar pesadamente, como si tratara de calmarse.

- ¿Y qué? No estoy interesado en sus ojos. Pero no voy a permitir que la asesines.

El rubio soltó sus mechones y miró fijamente al azabache frente a él.

- Al menos eso significa que no está muerta todavía. Que estés aquí es prueba de ello. Ah, bien. Te propongo algo.

- ¿Ah?

- Sabes que "él" se enfadará mucho cuando sepa que ha perdido dos de sus "héroes" por tu culpa. ¿Quieres que te ayude? ¡Tendrás que arrancar los ojos de Nene y entregármelos a mí!

Suspira. – Oye, cuando dije que no estaba interesado en los ojos de Nene, me retracto. Definitivamente, su sonrisa no se vería bien sin sus ojos. Así que ¡Jamás te daré sus ojos!

Trató de apuñalarlo. Kou fue más ágil y pudo evadir el ataque.

- Ah, que idiota. Entonces me voy, aunque tengas algunas heridas, no soy rival para ti. Nos vemos.

- ¡Oye, espera!

Hanako corrió tras él. Llegaron a la sala contigua, otro lugar completamente oscuro. El olor a libro desapareció, siendo sustituido por uno más dulce. Kou había desaparecido de su vista y sus sentidos estaban confusos.

Escuchó crujidos. Decenas de patas tocando madera. Arañas a su espalda. Muchas, más de las que podría cortar. Salió corriendo mientras ese dulce aroma entumecía su realidad. Cayó al suelo. Todo se puso más oscuro de lo que ya estaba.

Ya no sabía si tenía los ojos abiertos o cerrados.

Death Bound. Hanako waits for a slaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora