Planta B7

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La joven de cabellos crema despertó en una amplia habitación. Era blanca, demasiado blanca, únicamente iluminada por la azulada luz de la luna llena que entraba por las ventanas situadas tras ella.

- ¿Dónde estoy?

-...

- Qué bonita Luna azul... Pero parece una Luna azul falsa- Habló para sí misma, quedando absorta por su belleza.

-...

- Tengo que darme prisa y volver con mis amigos.

Yashiro salió de la habitación por la única puerta que había frente a ella. Sin embargo, todo era distinto. Ella ya no se encontraba en el hospital, si no en un lugar completamentediferente. Tras la puerta había un largo pasillo blanco, iluminado por tenues luces que parpadeaban de vez en cuando, solo consiguiendo asustarla. Lo más característico de ese lugar, era la gran cantidad de cámaras que habían colgado en el techo.

Tratando de mantenerse calmada, caminó por el silencioso pasillo hasta el final, donde encontró tres elementos diferentes: El primero era una puerta construida por gruesos alambres metálicos, la cual estaba bloqueada. El segundo, era una puerta de madera vieja. Y el tercero, era un texto escrito a mano en la pared.


¿Quién eres realmente?

Deberías preguntártelo

¿Quién soy? ¿Mi yo real o el que yo creo ser?

¿Un ángel? ¿O un sacrificio?

Conócete y se abrirán nuevas puertas.


La joven de ojos rubí, sin mucho más que poder hacer entró por la única puerta accesible, encontrándose una habitación cuyas paredes estaban forradas con espejos limpios y brillantes. En el centro, una mesa con una máquina de escribir.

Ella se acercó a uno de los espejos. Solo vio su reflejo: Una joven de 15 años de edad, de cabello blanco y verdeagua y ojos rojos como rubíes. Ella vestía una camiseta blanca de rayas negras, unos pantalones y botas bajas oscuras y una rebeca blanca, además de un pequeño bolso colgando también negro. Sus padres siempre se quejaban de que vistiera tan monocroma, debido a que a ella le quedaban mucho mejor los tonos rosas y celestes. Aun así, decidió portar esas ropas al recordar que uno de los chicos de los que antiguamente estaba enamorada era fan de la escala de grises.

Repentinamente, la máquina de escribir comenzó a moverse sola, formando una oración en el folio que a ella estaba enganchado.

¿Quién eres?

- Yashiro... Nene- Respondió la joven asustada, temblando levemente.

¿Por qué estás aquí?

- Estaba en el hospital y antes de darme cuenta llegué a este lugar.

¿Por qué?

- Yo...

¿Por qué?

La joven retrocedió nerviosa, no conociendo el significado de tal pregunta.

¿Por qué estabas en el hospital?

- Porque... Vi gente morir... Los vi ser asesinados... Por eso, me trajeron aquí.

¿Qué deseas?

- Quiero salir de aquí rápido... Quiero regresar a casa... Junto a mis amigos...

Cuando terminó de responder las preguntas, un sonido se dejó escuchar. Algo desbloqueándose.

Yashiro salió de la habitación y se encontró con la otra puerta abierta. Y detrás de ella, una salida: Un gran ascensor.
Ilusionada, saltó dentro del mismo. Estaba formado por barras metálicas e iluminado por un cálido foco en el techo. Curiosamente, había dos altavoces y una cámara siempre atenta a lo que hacía.

~ La chica del nivel inferior fue seleccionada como sacrificio. Por favor, comiencen los preparativos en todos los pisos~

Una monótona voz anunció al mismo tiempo que las puertas se cerraron, bloqueando así su única salida.

Death Bound. Hanako waits for a slaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora