Me levanté de la cama después de echarme un rato la siesta dado el conflicto que tuve con mi padre en su despacho.
Fui al armario cogiendo una camisa blanca con unos pantalones negros,me tocaba ir a la discoteca a ver a Ciro y no sabía cómo vestirme por lo que opté por ir elegante como si fuera al banquete de una boda.
-¿A dónde vas?-la puerta se abrió y la voz grave de mi padre inundó la habitación.
No le contesté,me dolía la cabeza de escucharle. Me quité la ropa que llevaba puesta cambiándomela por la otra.
-Te he hecho una pregunta-me mojé el pelo separando varios mechones a ambos lados, agregué algo de colonia para oler mejor,por último me puse una chaqueta negra junto a las deportivas blancas.
Cogí el móvil y avisé a Ciro de que en veinte minutos estaría allí a lo qué me contestó con un "Ok,no tardes mirando las estrellas" solté una risa por su respuesta y salí del baño.
-Edan.
Pasé por el lado de mi padre bajando rápido las escaleras.
-¡Edan!-grito desde arriba pero me seguía-Te he dicho que a dónde vas.
Me giré para mirarle a la cara,su rostro siempre estaba igual cuándo pasaba de él,rojo al igual que sus ojos,la vena de la frente se le hinchaba junto a la del cuello que en cualquier momento podría explotar, ojalá se muriera.
-Me das pena.
Fui consciente de las palabras que dije,pero era así,me daba pena.
-¿Que acabas de decir?-ladeo la cabeza asegurándose de que lo que había dicho no fuera así.
-Me das pena,has oído bien-se acercó a mí,demasiado. Su nariz y la mía estaban enfrentadas,a la vez que nuestros ojos.
-Edan no me importaría volver hacerlo,así que por tu bien deberías callarte.
Solté otra risa pero esta vez sarcástica -Ojalá te mueras señor padre- pero es imaginarlo y que no pase.
-Querías que te respondiera-me crucé de brazos-y lo he hecho.
-No sé que estáis tramando tu y tus amiguitos-se acercó aún más a mí-pero te juro por lo que más quieras que no pararé hasta averiguarlo y cuándo lo consiga vais a caer de uno en uno.
Era una amenaza y una muy buena. Intenté no ponerme nervioso por cada palabra que decía pero creo que fue imposible ya qué lo notó y se rió en toda mi cara soltando saliva en mi boca.
-Pirate de aquí-me empujó y me contuve las ganas otra vez más de pegarle un puñetazo en la nariz.
Salí de casa dando un portazo que seguro que se escuchó hasta china. Estaba lloviendo,perfecto. Y yo sin paraguas y desde luego no iba a volver.
Me pegué a los tejados de las casas aunque tenía que cruzar el bosque en cuál no había ni un techo.
Anduve unos cuántos minutos atravesando todas las casas,ya era de noche y entre el frío que hacía por la lluvia y que me estaba duchando literalmente iba a llegar de putísima madre a la entrevista.
Odio a mi padre. Lo odio con todo mi ser. Ojalá se muera. Me haría un gran favor desapareciendo de mi vista toda la santísima vida. Envidio las familias de mis amigos,compuestas por una madre y un padre.
Yo tenía madre,pero de esas que si se merece que la llames "mamá" podría ser qué a veces me sacara de mis casillas pero me ponía a pensar que gracias a ella estaba aquí,y que siempre me había defendido de todo y todos.
No merecía morir,y lo peor es que no pude evitar su muerte. Me quedé paralizado cuándo mi padre llegó a casa contándome lo. Sentí mi mundo caerse en pedazos,ella se había ido.
Estaba tranquilo porqué cada día la recordaba cuánto la quería pero se aprende a vivir sin ellas.
No volvería a levantarme por las mañanas y oler nada más abrir los ojos a quemado,porque era pésima en la cocina. Siempre se le quemaban las tostadas,pero era mi madre. Me daba un beso siempre que me veía y era una buena consejera.
Lo único que guardo de ella era la sudadera rosa que la regalé por su cumpleaños ya que el rosa era su color favorito.
No sé si estaba llorando o eran las gotas de agua que bajaban por mi frente del pelo. Ahora sí parecía una fregona literalmente.
Empecé a caminar más rápido porque empezaba a llover cada vez con más fuerza,no pasaban coches por la carretera que tenía al lado,a lo mejor uno cada tres años,como ahora.
Un coche oscuro paró a mi lado pero me paré,mala idea. Me giré para ver quién era y bajaron la ventanilla,un hombre vestido de negro con unas gafas oscuras me miraban o eso creo.
-¿Hola?-inicié la conversación-¿Necesita ayuda?
El tipo subió la ventanilla y se fue como si nada,que raro.
Después de un rato llegue a la discoteca,Ciro esperaba sentado en un banco fumándose algo lo cuál creo que no era tabaco.
-Ya era hora Edan-me miró de arriba abajo-¿Todo bien?
-De maravilla sólo he dicho,vamos a salir para ducharnos y así no gastamos agua en casa-llevaba todo el camino tiritando,no sentía ningún músculo del cuerpo.
-Vamos pasa-me señaló la puerta y pasé,lo primero que olí nada más entrar fueron el olor a droga potente que había allí.
Me guió por unos pasillos subiendo unas escaleras que estaban escondidas detrás de una pared,su despacho.
-Toma asiento-me dio una de las tantas chaquetas que había en el sillón,me abracé a ella con fuerza sentándome.
Me quedé en silencio,el frío no me dejaba procesar casi nada,el despacho era poco luminoso solo tenía unas leds rojas todo muy putón. Unos muebles,silla y mesa.
-¿Te gusta el despacho?-preguntó al verme mirar cada rincón.
-Viene perfecto para follarte a alguien,pero no,no me gusta.
-Buenas palabras.
Sabía que quería explicaciones pero no podía dárselas,solo aumentaría problemas con mi padre y era lo que menos quería en estos momentos.
-Edan-me miró buscando mi mirada que estaba perdida en un lado.
-Que.
-¿Porqué?
Sonaba preocupado,Ciro era de las pocas personas que eran muy serias pero cuándo estaban preocupadas se notaban mucho.
-Porque sí-nuestras miradas se cruzaron y noté como sus pupilas estaban dilatadas-¿Porqué?
-Porque sí.
No hacía falta dar explicaciones, porqué con una mirada se sabía todo.
-Estas contratado.
Asentí,me lo esperaba. Esta discoteca era suya,yo era amigo y cuñado. No me iba a dejar en la calle.
-¿Cuándo entró?
-En diez minutos.
Me levanté dejando la chaqueta en su sitio.
-Quedatela.
Asentí de nuevo sin ganas,se acercó a mí y me abrazó. Me tenía que contener,los hombres no lloran. Pero mi madre siempre me decía "Da igual quién seas,si tienes que llorar hazlo,no lo guardes porqué será peor"
Me quebré con él,me agarré con fuerza rompiendo a llorar,me apretó hacía él buscando un lugar seguro. Necesitaba respirar tranquilo,pero era imposible. Siempre he ocultado mis sentimientos con todo el mundo,pero cuándo se trata de mi madre no puedo.
Se necesita libertad,para estar solo. La soledad no es mala solo te ayuda a vivir contigo mismo y esa fue la soledad que me dejó mi madre al irse.
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Traitor ✓
Mystery / Thriller[COMPLETADA] Al fin de cuentas, quién menos te lo esperes te acaba mintiendo. Quizás fui yo o quizás fuiste tú. Lo único que sé esque somos unos traidores. -Me traicionaste y se que nunca te arrepentirás...