Del Odio al Amor

Capitulo 3

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  No podía creer lo que habían visto sus ojos, ORBIS! ¿que diablos hacían unos orbis en su tienda, y con esas intenciones?. La querían a ella, eso lo tenia claro pero ¿quien estaría detrás de todo esto?.

-Anne vamos de aquí, con lo que a pasado necesito despejarme.-dijo Leire cogiendo el bolso y la cazadora.

-Pero que demonios querían esos tipos...-Anne no podría imaginarse lo que las hubiesen echo si no se llega a dar cuenta Leire de lo que realmente querían de ellas, sobre todo de Leire.

-Sera de como los trate por teléfono...va olvidemos todo esto anda vamos.-Leire le quito importancia al asunto. Antes de marcharse cogió los documentos los documentos, quería leerlos tranquila mente en casa.

     De camino para el coche  noto que alguien las observaba. Estaba intranquila, no por ella sino por su amiga que no tenía ni idea de los peligros que había en cualquier sitio y de las criaturas que existían.

     Leire empezó a ver criaturas extrañas dos años atrás, cuando rescato a un perro de un acantilado cuando ella estaba escalando y resulto ser una joven que estaba herida y no tenia fuerza para convertirse. Desde entonces empezó a ver a seres extraños, y a buscar manuscritos para estudiarlos y saber a lo que se exponía. La mayoría de esos seres, no eran problemáticos y no se metían en líos, pero luego estaban los k hacían daño a la gente e incluso mataban, y de los que ella se encargaba. Salía a patrullar por las calles en busca de demonios y vampiros chupasangres, llevaba ya dos años entrenándose y luchando contra ellos. Todas las noches salía y siempre se topaba con alguno.

      Dejo a Anne en su casa y se dirigió para la suya, no paraba de darle vueltas a lo ocurrido de esa tarde, tendría que investigar a ver que querían de ella.

      Aparco el coche y se metió en casa, cuando abrió la puerta salió Roko a recibirle. Roko era su perro, un Bull mastín que parecía un corderito, era buenísimo. Leire subió a su habitación se quito la ropa que llevaba y se puso el chándal y las deportivas, bajo las escaleras y cogió las llaves y la correa de Roko.

-Vamos Roko, a correr un poco. Necesito pensar y que me de el aire.

      Cuando salió a la calle volvió a notar que la observaban, miro a su alrededor y no había nadie, se puso los auriculares y se fueron corriendo a golpe de “sweet dream”de Marylin Manson .

      Ya iba por mitad del recorrido cuando de repente Roko se paro, se le puso el pelo erizado y se puso a gruñir como un loco hacia unos arbustos. Leire se paro y se quito los cascos, se acercó un poco a los arbustos y Roko se le puso delante protegiéndola. Cuando de repente salen dos hombres que se acercaban hacia ella, cuando salieron más para la luz Leire se quedo petrificada, eran los Orbis, los capullos que había echado a patadas de su tienda

- Vaya, vaya, vaya, pero que tenemos por aquí, a la zorrita manos largas.-dijo uno de ellos.

-Es que no habéis tenido suficiente esta tarde, que estáis aquí otra vez. ¿Que queréis de mi?- dijo Leire con cara de asco.

-Venimos a terminar lo que empezamos zorra-dijo el otro.

-Por cierto donde te as dejado a la otra putita?-Roko les gruñía todo el rato e izo el amago de atacarles.

-Roko quieto.-mando Leire a Roko.

      De repente todo se volvió un caos. Los dos orbis saltaron hacia ella, era una lucha de uno contra dos, ella estaba en desventaja. Roko se abalanzo hacia uno de ellos, consiguió morderlo y ese uno lo lanzo por los aires, cayendo entre los arbustos, se le escuchaba gemir pero ahora no podía atenderle, ya que estaba en plena pelea.