𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐂𝐢𝐧𝐜𝐨: 𝐔𝐧 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚 𝐝𝐞𝐦𝐚𝐬𝐢𝐚𝐝𝐨 𝐠𝐫𝐚𝐧𝐝𝐞...

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— ¡Enzooooooooo! ¡ Ayúdame! ¡Que Thomas me va a matar! — eran las súplicas que Pacheco le decía al mayor de la casa, quien seguía sentado en el sofá, inerte y con el tic de su ojo mucho más fuerte que antes.

— No, como crees que te voy a matar. — Tobar habla, estando a punto de alcanzar al menor. — Solo te voy a torturar por mentir. — indica, consiguiendo que el otro chille asustado.

— ¡MAUROOOOOOO! ¡AYUDAAAAA! — grita como última alternativa, pero Monzón no se encontraba en casa para tratar de ayudarlo, obviamente.

— Dios, ¿Pero qué fue lo que hice? — Sauthier se queja, mientras observaba a sus novios ir y venir de un lugar a otro. — ¿Cuál fue el mal que yo hice? — consulta, esperando una respuesta que viniera del mismo cielo.

— ¿Quizás tener tres novios? — Pacheco dice, intentando ser gracioso y relajar de esa manera la tensa situación que se estaba dando, pero solo terminó ganándose una nueva mala mirada por parte de los contrarios.

— Vos no aprendes, ¿verdad? — Thomas le pregunta, yendo tras él una vez más, ahora con más intenciones de hacerlo sufrir que antes.

— Dios, estoy enamorado de tres boludos. — Enzo se queja, no creyendo todo lo que se había formado por una simple mentira. — Pero una cosa les digo par de pelotudos, si Mauro no regresa a esta casa. Es el día que los dos quedan en abstinencia por un año de sexo y de sus cosas favoritas. — les reta a los menores, quienes se detienen un par de minutos para analizar lo que habían escuchado.

— Ahora si que te mato. — Tobar declara, yéndose encima de Pacheco, quien solo grita para salir corriendo a otra habitación.

Teniendo como fondo las puteadas por parte de Thomas, y las quejas de Enzo, quien los seguía retando a ambos por lo que había ocurrido con Monzón. Pero el sonido muy inesperado del timbre, frenó todo el caos que se estaba formando en la casa, por lo que los tres salieron corriendo hacia la puerta, con la mínima esperanza de que fuera Lit quien estuviera ahí.

— Ah, es el Duko. — Tiago dice sin mucho interés, y con la guardia baja, por lo que Thomas aprovecha para tirársele encima y atraparlo de una buena vez.

— Te tengo mogolico de mierda. — aquel dice, ya llevándose al otro hacia alguna habitación.

— ¿Están bien? — Lombardo consulta, sintiéndose bastante extrañado por todo lo que veía.

— No, no estamos bien. — Enzo responde, tomando a su invitado por los hombros para llevarlo hacia adentro. — ¿Pero averiguaste algo?

— Si, Lit está con Matías, y según lo que me dijo, llego ahora en la mañana. — Mauro responde ante la pregunta que se le fue hecha.

— ¿Y cómo está? — Thomas consulta con preocupación, no deseando que su bobo ojiverde lo hubiera dejado de amar.

— Mal, está bastante mal, y Matías se encuentra furioso por eso... Así que yo que ustedes, no voy a su casa aunque les pagarán. — es lo que Lombardo les recomienda a los tres. — Porque es capaz de mandarlos a la mierda o irse a las manos con ustedes. — comenta. — Y por si no lo sabían, Matías práctica taekwondo... Por lo que ni en pedo lo vayan a retar, que les va a dejar la cara irreconocible... — agrega, para desgracia de los contrarios.

¿𝐂𝐨𝐦𝐨 𝐦𝐢𝐞𝐫𝐝𝐚 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐨? : ˡᵒˢ ᵈᵉˡ ᵉˢᵖᵃᶜⁱᵒ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora