¿𝐂𝐨𝐦𝐨 𝐦𝐢𝐞𝐫𝐝𝐚 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐨? : ˡᵒˢ ᵈᵉˡ ᵉˢᵖᵃᶜⁱᵒ

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐞: 𝐃𝐞𝐬𝐚𝐬𝐭𝐫𝐞 𝐢𝐧𝐦𝐢𝐧𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐲 𝐮𝐧 𝐌𝐚𝐭𝐢𝐚𝐬 𝐢𝐧𝐜𝐨𝐧𝐬𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞

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— De acuerdo, amor. — Lombardo respondió dulcemente, para después cortar la llamada y soltar un pesado suspiro en el proceso. — Muy bien, tenemos el campo listo. — comentó, aún inseguro por lo que harían.

— Perfecto, entonces voy por las llaves. — Pacheco responde de inmediato, pareciendo que iría a buscar las llaves del auto de Sauthier.

— No busques nada, que vamos a ir en mi auto. — Lombardo indica. — Así se levanta menos sospechas. — afirma, a lo que todos le terminan dando la razón. — Pero antes de hacer algo, vamos a repasar el plan. — señala. — Yo voy a intentar dejar la puerta abierta y llevarme a Matías a cualquier lugar que esté lejos de las escaleras, las cuales llevan a la segunda planta de la casa. — dice. — Y si lo consigo les voy a mandar un mensaje, y está en ustedes entrar sin hacer ningún ruido. — argumenta. — Porque si Matias los descubre, todos vamos a estar muertos. Y ni Lit, ni Dios, ni el mismo diablo podrá salvarnos. — confiesa seriamente, haciendo que los otros sientan un poco de preocupación. — Por cierto, Matias tiene dos gatos a los cuales trata como a un par de bebés. Así que tengan cuidado de no hacerles nada que los asusté o los intimide, porque son re escandalosos, y nos pueden echar a perder todo. — pide, siendo algo bastante importante para que la misión saliera bien.

— Estupendo, ahora no solo tenemos que lidiar con Matías y meternos a su casa como unos viles ladrones, sino que también tendremos que tener cuidado de unos malditos gatos. — Tobar se queja, llamando despectivamente a las mascotas del novio de Lombardo, quien lo ve mal por ese comentario.

— Che, Sativa y León son unas cositas adorables, así que no les digas "malditos gatos ". — Mauro reclama.

— Uy, perdón, no sabía que los bebés de Matías, también eran tus bebés. — Thomas señala divertido, o más bien burlón, consiguiendo que Lombardo se sonroje.

— Para tu información, cuando me arregle con Matías, él ya tenía a Sativa. Y León llegó después, pero yo solo acompañé a Matías a adoptarlo. — Lombardo se defiende. — Así que técnicamente no son mis bebés, si no que son bebés de mi novio. — argumento, pero solo se dejó peor que antes.

— Bien, bien... Así dejemos todo esto, que lo menos que necesitamos son problemas entre nosotros. — Enzo habló, haciendo que las aguas se calmaran.

— ¿Entonces todo claro? — Lombardo preguntó, volviendo al tema de discusión.

— Definitivamente. — Tiago respondió animoso, pareciendo ser respuesta suficiente para Mauro. Quien ruega a San Judas Tadeo, para que no los abandone en esta evidente causa perdida.

Que más que perdida, parecía ser suicida.

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