GOD LOVE zatz

𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟰

"𝐂𝐚𝐦𝐢𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐟𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬"

─¿𝐏𝐎𝐑 𝐐𝐔𝐄 𝐋𝐀 𝐄𝐒𝐏𝐈𝐀𝐒 𝐂𝐎𝐌𝐎 un puma esperando a su conejo?  ─pregunta Zxenia, apareciendo a lado de Zatz quien veía 

─No se de que hablas─responde Zatz, sin verla─. Solo estoy cuidando que no se meta con otro Dios.

─Muy bien. ─responde antes de transformarse en flores, acercándose hacia Maya.

Cuando la princesa de Teca visualiza las flores, automáticamente está levanta su espada, lista para atacar haciendo que Zatz copie la acción.

─Eres tu... ─murmura Maya cuando ve la forma original de Zxenia─. Eres la que me salvo de ser picadillo.

─Un gusto, princesa Maya ─saluda, haciendo a leve inclinación─. Mi nombre es Zxenia.

─¿Por que me salvaste? ─pregunta la menor, bajando de a poco su espada.

─Desde que entraste a mi bosque eres mi prioridad, Maya.

─Bueno pues... Gracias supongo ─comenta Maya, viendo la cara de confusión en la contraria─. Y-ya sabe, por salvarme.

─No fue nada, lo hare siempre que este en mi bosque. ─responde sincera. Creando un silencio tenso entre ambas.

─¿Por qué le has mentido a tus acompañantes, Maya? ─pregunta la mayor, viendo como esta hace una mueca─. Destruir la Puerta Divina es imposible.

─¿Por que estás aquí? ─pregunta bruscamente, abriendo los ojos al darse cuenta de lo que hizo─. ¡Oh por los dioses! ¡Lo lamento no fue mi intención insultarte!

─Por que sigue siendo mi bosque, todo el Bosque Infinito es mío, si me permite decirlo.

─Mi deber es vengar a mis hermanos. ─responde Maya, hacia la pregunta de la semidiosa─. ¿Cierto?

─No lo creo, princesa Maya. La venganza nunca podrá llenar ese vacío en tu corazón.

─¡Tú! ─exclama Maya y no específicamente hacía Zxenia.

Cuando la semidiosa voltea en dirección a la vista de Maya, una mueca se crea en su rostro al ver como su compañero esta a vista de ambas. Y al darse cuenta, Maya ya se estaba abalanzando contra Zatz, escuchando el sonido de ambas espadas golpearse entre si.

Aleja el polvo de su rostro cuando Zatz tira una gran roca hacia el piso, creando que la tierra en ella se levante bruscamente.

Con un suspiro, Zxenia se teletransporta hacia la pequeña pelea entre ambos semidioses. Agarrando ambas espadas con unas enredaderas, haciendo que estás terminen en sus manos.

 ─Ustedes dos se están comportando como tontos. ─exclama Zxenia, con ambas espadas en sus manos.

─¡¿Como!? ─exclama Zatz, dejando a un lado la pelea de miradas que tenía con la princesa, para señalarse a si mismo─. ¿También yo?

─Nosotros también somos mitad dios, princesa Maya. ─informa la femenina mayor, atrayendo la atención de la morena─. Mi padre era mortal.

─Te lo preguntare una vez más Maya. ¿Nos ayudarías a derrotar al Dios Mictlán?

─Yo soy la Águila Guerrera de la profecía teca. ─exclama Maya, arrebatando su espada de la mano de la semidiosa─. Puedo hacerlo sola.

─Maya no necesitas, no vas a poder hacerlo sola. ─avisa Zxenia, intentando ser comprendida.

─No necesito su ayuda, tengo a los tres guerreros...

─¡Guerreros a los que les mentiste! ─exclama el contrario, justo cuando Zxenia siente una brisa en su espalda anunciando que había espectadores─. ¡Guerreros que podrían pagar con su vida!

─¡Zatz! ─exclama Zxenia en advertencia.

─¡Eso que! ¡Destruiremos la Puerta Divina y podré tener mi venganza! ─exclama en el mismo tono, Maya.

─¡La venganza no es una solución a tus problemas Maya! ─exclama la mayor

─¿Atravesar la Puerta Divina? ─una cuarta voz alarma a los tres semidioses, encontrándose con los tres guerreros a algunos metros.

─¿Para derrotar al Dios de la Guerra? ─exclama la calavera.

─Encantado. Rico, Chimo, Picchu. ─saluda el príncipe haciendo una reverencia, creando que Zxenia ruede los ojos.

─Lamentamos ser imprudentes y no bajar la voz. ─comenta Zxenia, fijando la vista en los tres guerreros.

─A Picchu agradarle niña bonita. ─responde el bárbaro, recibiendo una sonrisa sincera por parte de la semidiosa─. En cambio de niño pálido, muy sofisticado. 

Chimi gruñe, recordándole a Zxenia cuando aun era una bebé en medio de la selva.

─Hola. ─murmura Maya, incomoda.

─Nos tenemos que ir, es obvio que tienen cosas de que hablar. ─informa Zatz, haciendo de nuevo una reverencia─. Por favor, considera nuestra oferta, Maya.

─Lo lamento, princesa Maya. ─murmura Zxenia, antes de desaparecer en el camino de flores. 

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─No debiste hacer eso. ─reprocha Zxenia, cuando encuentra a Zatz donde se podría decir que es el refugio de ambos─. Has metido a Maya en problemas.

─Se iban a enterar tarde o temprano, Zxenia deberías apoyarme con esto.

─Y lo hago. ─responde viendo como este agarra una manzana del árbol.

─De acuerdo. Entonces todo bien, ¿no? ─murmura Zatz, con una pequeña sonrisa.

Zxenia solamente puede suspirar, tragandose las palabras que estaban en su garganta.

─Seguro. ─murmura en respuesta, sintiendo como la guacamaya se posa en su hombro─. Hey, hola hermosa.

─Es linda. ─comenta el masculino, acercándose para poder acariciar suavemente al ave de colores, sonriendo inconscientemente cuando este se deja dar mimos.

─Sí, es muy linda.

─Al igual que su dueña.

─No seas tonto, ella es una ave libre ─reprocha viendo como esta prende vuelo, desapareciendo de la vista de ambos semidioses─. Como todos los animales de mi bosque.

─Lo entiendo. ─responde, fijando la vista en los labios de la contraria─. ¿Puedo besarte?

─Yo... No se...

─Lo tomaré como un si. ─informa, pegando los labios contra los de Zxenia, dando un gemido que se queda atorado en su garganta.

Con sus manos, toma las mejillas de la semidiosa intentando profundizar el beso. Dejando que sus lenguas se conozcan por unos segundos, antes de separarse en busca de aire.

─Por mí madre... ─murmura Zxenia, palpando sus labios inconscientemente.

─Increíble, ¿no? ─habla en susurro, recibiendo una afirmación torpe por parte de la contraria. Haciéndolo reír levemente.

─Nos vemos luego, mi flor... ─murmura sobre sus labios, desapareciendo de la vista de Zxenia, de nuevo.

[Pregunta seria. Necesito saber si se sienten cómodas cuando escribo este tipo de contenido con Zatz, por favor necesito saber su opinión. ^^" ]