GOD LOVE zatz

𝗖𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟳

"𝐂𝐨𝐥𝐦𝐢𝐥𝐥𝐨𝐬"

─¡𝐙𝐗𝐄𝐍𝐈𝐀 𝐍𝐎 𝐓𝐀𝐍 𝐑𝐀́𝐏𝐈𝐃𝐎! ─exclama la Diosa Nikte, viendo como su hija corría por todo el bosque.

Como podía culparla, era una de las pocas veces su hija salía a esos lugares en el bosque, pero su emoción hacia que la joven madre se preocupara por el bienestar de su hija un descuido y podría lastimarse.

─¡Mami! ¡Mami, mira! ─exclama la menor, yendo donde su madre junto con una mariposa naranja chillón en la palma de su mano─. ¡Mira mira!

─Es hermosa, Zxenia. ─habla con una sonrisa, acuclillándose para estar a la altura de su hija─. ¿Dónde la encontraste?.

 ─Ella me encontró a mi.

El insecto agita sus alas antes de emprender vuelo, desapareciendo de la mirada de ambas femeninas.

─Ve con cuidado la esta vez, ¿si? ─habla Nikte viendo cómo la menor asiente torpemente para salir corriendo detrás de un conejo.

En un segundo la risas de Zxenia se escuchaban por todo el bosque y al segundo siguiente un grito se escucho.

─¡Zxenia! ─exclama corriendo hacia el acantilado más cerca de ahí. Acuclillándose en el borde de esto, deja escapar todo el aire al ver como la naturaleza había actuado por si sola, teniendo agarrada a la menor de la cintura la cual lloraba a mares.

Una vez que tuvo a su hija en los brazos la empezó a ayudar con el propósito de que dejara de llorar.

─Shhh. ─tranquiliza acariciando con cariño la cabeza de la menor─. Tranquila Zxenia. Siempre habrá alguien que te cuide, siempre.

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Zxenia despierta tomando una gran bocanada de aire, sintiendo como es sujeta por los hombros.

─Relájate, mi flor. El veneno de la serpiente aun no pasa. ─informa suavemente una voz detrás de ella. Sintiendo largos mechones de pelo crear una cortina que cubre su cara anunciando que traía el cabello suelto.

─¿Donde estamos? ─pregunta Zxenia, recargando su espalda en el pecho de Zatz, sintiendo como este la abraza por detrás.

─A salvo, por el momento. ─murmura el albino.

Zxenia toca todos los dedos de su mano con el pulgar para luego crear un pequeño girasol en su palma.

─Me sentí débil, cuando las serpientes me mordieron. ─habla, tocando por instinto su cuello donde pudo sentir dos pequeños agujeros en este, estando casi segura que era lo mismo del otro lado─. Lamento mucho no haber ayudado.

─Logramos escapar, Zxenia. Tu estas a salvo, eso es lo único que me importa.

─¿Los guerreros...?

 ─Ellos están bien. ─corta el contrario, tocando levemente la mordida en el cuello de Zxenia viendo como empezaba a sanar─. Al menos la mayoría...

 ─¿Que quieres...?

─¡Oigan, chicos! ─escuchan como grita Maya desde abajo, haciendo que ambos se asomaran en la roca─. ¡Necesito que bajen!

Zxenia sin aviso toma la mano de Zatz para aparecer frente a los tres guerreros entre pétalos de rosa.

Picchu, fue el cual no había sobrevivido. La semidiosa se traga sus palabras al ver las caras dolidas de los ahora, tres guerreros por la muerte del cuarto. 

─Entonces, ¿cuál es el plan, Águila Guerrera? ─pregunta el mago con su acento que lo distingue.

─No podemos detener al Dios Mictlán. ─explica Maya─. Sera mejor que regresen a sus reinos inmediatamente. 

Finaliza, creando confusión grande en los presentes.

 ─¿A que te refieres, Maya? ─pregunta Zxenia, ladeando levemente la cabeza.

─Nunca éxito la profecía. Díganle a sus gobernantes que me equivoque. ─responde, viendo a la Diosa de la Muerte inconsciente aun─. Que me equivoque en muchas cosas.

─No pienso abandonar a mi manada. ─reprocha Chimi, cruzándose de brazos.

─Cuando Mictlán acabe con Teca, su furia se desatara en los demás reinos. ─exclama la morena, con el propósito de hacerlos entrar en razón─. Tienen que convencerlos de evacuar.

─Maya...

─Zatz, Zxenia. Los bárbaros se fueron de las Montañas Doradas ─habla ganando la atención de los mayores─. ¿Les pueden avisar?

─Por supuesto. ─responde el albino.

─Encuentren al rey y princesa bárbaros, cuéntenles del sacrificio de Picchu. ─explica entregándole a la femenina la insignia de los bárbaros. 

─Maya, ¿tu que vas a hacer? ─pregunta Zxenia, viendo como todos agarran sus armas─. No podemos dejarte aquí, princesa Maya.

─Me quedare con la Diosa Micte hasta que se recupere. Luego la obligare a que me diga como matar a su esposo. ─explica la princesa, frunciendo el ceño─. Luego iremos a Teca y nos prepararemos para el final. Así les daremos algo de tiempo.

Zxenia solo se contiene a suspirar antes de tenderle la mano a Zatz, viendo por ultima vez a Maya desapareciendo en la vista de los tres guerreros.

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─¿Flores? ─pregunta el rey bárbaro, viendo el singular camino de pétalos en cual se avecinaba hacia ellos.

Todos los bárbaros sacaron sus armas listos para atacar. Rey y princesa jadearon cuando visualizaron a ambos semidioses transformarse.

La femenina se acerco hacia la princesa, bajo la atenta mirada del pueblo y de Zatz.

 ─El Gran Puma Guerrero, nos salvo la vida. ─informa entregándole la insignia que pertenecía a Picchu.

─¡No! ¡Picchu! ─la princesa solo retiene un jadeo tapándose la boca para empezar a sollozar. 

Zxenia se arrodilla frente a ella, presionando el medallón contra las manos de la contraria.

─Picchu sacrifico su vida por los pueblos vecinos. No hagan de su sacrificio un desperdició.

─¡Los dioses oscuros destruirán el reino de Teca y cuando terminen desatarán su furia con los demás reinos! ─exclama el albino─. ¡Podemos huir y escondernos o podemos aliar fuerzas con Teca y defendernos!

─Guíenos a ellos.

─No será necesario. 

Acumulando todo su poder en manos y cambiando sus ojos a un rosa fuerte, Zxenia atrae varias hojas de los arboles y pétalos de rosas, que empezaron a rodear a todo el reino de los bárbaros, creando una bola la cual explota luego de unos segundo. Dejando el lugar desierto.

[Cada vez más cerca del final pero les voy a dar spoiler... habrá dos o tres capítulos extra.]