Trinidad ~ Side Story

Giuramento

Damiano Berlusconi fue comprometido con la única hija omega de una poderosa familia italiana, de Venecia. El matrimonio ampliaría el poder de los Berlusconi de Milán, que estaban cerca de gobernar toda Italia. Y Damiano aceptó el compromiso, al final, fue criado para saber que su felicidad amorosa estaba en segundo plano, pues la familia era lo primero.

El debía engendrar una familia y cuidarla con su alma, no importaba si amaba o no a su esposa. Así que aceptó casarse con Sándara, comenzó a cortejarla, con cierto desinterés al notar lo superficial y aburrida que era, supo que su matrimonio realmente era por conveniencia, ella ni intentaba conocerlo, solo quería poder y dinero. Así que Damiano se decepcionó, pero ya lo esperaba.

Lo que no esperaba era la aparición de Camilo. A meses de su boda, en una fiesta de la realeza donde Heinrich estaba presentando a su esposa y destinada, Helena. Donde Damiano se encontraba feliz por su primo y mejor amigo, allí conoció a su destinado, al omega que se adueñaría de su vida y lo haría su esclavo. Camilo Andreotti, el único hijo omega de una medianamente poderosa familia italiana, venían de Roma, no eran nada fuertes, solo eran dueños de una amplia línea de aeropuertos bastante útil para la mafia italiana. El omega, era sumiso, pero bastante rebelde, de mirada odiosa cuando entró a la fiesta, miraba a todos con aburrimiento y cierto desdén.

Damiano no lo sintió al instante, pues vio a Camilo desde lejos, con su familia y porque Sándara permanecía como un chicle a su lado. pero entonces Camilo se acercó a Helena y a Heinrich para darles su obsequio, y cuando se acercó lo suficiente, ambos lo supieron. El omega se sorprendió y dejó caer el regalo en sus manos, Damiano apartó la mano de Sándara en su brazo y lo miró incrédulo. Todos voltearon a mirarlos, confundidos por sus reacciones, pero Heinrich lo notó, por la sonrisa llena de alegría de Damiano, por la mirada asustada pero tímida de Camilo.

El omega los sorprendió a todos huyendo de allí, y enfrente de todos, Damiano fue tras de él, alegando que era su destinado y cuando Sándara trató de detenerlo, el alfa imponente de larga melena rubia solo le dijo unas directas palabras.

—Estas libre de nuestro compromiso—dijo en voz alta, frente a todos—he encontrado a mi destinado, y las reglas de la mafia, de nuestras familias son claras... ellos son la prioridad.

Y se marchó, tras Camilo, sin darse cuenta de que tras de él había dejado a quien sería la causante de todas sus desgracias.

***

Lissandra fue la única, aparte de su papá Camilo, que supo lo que le hicieron a su padre Damiano. Ni Heinrich, ni su hermanito Ricardo, ni nadie más lo supo. Solo ella, y porque los oyó hablar de noche, cuando tenía 16 años, pasó por su oficina y oyó a su padre llorar con ira, mientras su papá lo calmaba.

—¡no quiero verlo, Camilo! —gritaba Damiano con ira—¡Esa familia me drogó y me obligaron a engendrar a ese niño! ¡no es mi hijo! ¡no lo quiero!

—¡No es su culpa! —gritó Camilo, sorprendiendo a la joven alfa, su papá no solía alzar la voz—Damiano, debes ya aceptar la realidad. Sándara te violo, no Jasón, él no tiene la culpa de nada, ¿ok?

Y a pesar de sus palabras, la voz de Camilo se rompió cuando dijo eso y Lissandra sintió su corazón romperse al mismo tiempo, con solo imaginar lo que le habían hecho a su poderoso padre, a su amable y fuerte padre. Aun con 16 años, ella ya sabía lo jodido que era el mundo, era heredera de una familia mafiosa, obviamente sabia los peligros del mundo.

Pero entender que su padre fue herido de esa forma... creó la primera grieta en su cordura.

—y aun sabiendo que ella me violó, que ese niño es fruto de esa violación...—murmuró Damiano con voz rota y llena de odio—¿quieres que acepte a Jasón aquí? ¿aquí? ¿con Lissandra y Ricardo? No, me niego, Camilo, me niego a dejarlo cerca de mis hijos.