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"Hay amores tan bellos que justifican todas las locuras que hacen cometer"
-Plutarco
K A T E
- ¿Zedd? - pregunto con preocupación al celular, aunque sé que no es su voz-
-No, habla Sión- se hace un silencio- hummm... No me malentiendas, pero espero una llamada importante-
- Pero...- no me deja terminar y escucho el pitido que anuncia que colgó- ¿Bueno? - miro el celular, ¿acaso me...acaba de colgar? -
Miro a mi alrededor para ver si alguien se dio cuenta y veo la cara burlona de la cajera.
Maldita sea.
Vuelvo a marcar.
-Escúchame bien Sión- digo recalcando su nombre más alto para que escuche la cajera- Sólo quiero saber dónde está Zedd-
-Y yo igual- me interrumpió-
- ¿Qué? - me calmo un poco de la furia-
-Si, no vino a dormir ayer y hoy tampoco lo he visto- suspira- pero supongo que tú no sabes nada ¿verdad? - ¿intenta decirme algo? -
Y caigo en la cuenta de que no se nada de Zedd. A que escuela asiste ni donde vive o los amigos con los que frecuenta. Porque debería importarme lo que hace ahora. Una parte de mi dice que lo olvide, después de todo ni lo conozco lo suficiente para llamarlo amigo, pero la otra parte quiere saber todo de él.
-Se supone que hoy iba a explicarme todo, pero no llego a donde acordó- ¿tal vez me estoy precipitando al decirle algo como eso? -
-OH...- al parecer eso le hace sentido- eres Kate-
¿Cómo es que sabe mi nombre?
- ¿Dónde estás? - me lo pienso para decirle donde estoy porque he visto demasiadas series de televisión para saber que esto no llevará a algo tan bueno- puedes confiar en mí, tal vez yo no soy el competente para decírtelo, pero podemos buscar a Zedd entre los dos y hacer que él mismo te diga que pasa- dice exactamente lo correcto para hacerme sentir tranquila-
Además, no creo que me pueda hacer algo malo en un lugar tan público como este. Así que le respondo.
-Estoy en su trabajo- miro el letrero enorme donde dice cafetería "dulce paladar"-
-Perfecto, estoy contigo en 15 min-
Eso me hace pensar que su casa puede estar más cerca de lo que imagine.
Pasan los minutos que dice tardar y por la puerta entra un chico de cabello corto azabache, con pinta de chico malo.
-¿Sión?- pregunto pues el me mira directamente a mi-
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ZEDEKIAH - El Chico Raro II
Любовные романыZEDEKIAH DÚOLOGIA DEL CHICO RARO LIBRO II En ese instante todo llego como un sueño, había aceptado el trato que mi madre había acordado con los hermanos Baltimore. Eso quería decir que... ya no tenía el mismo cuerpo. - ¿tendrás un espejo? - ella neg...