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Desearía poder hablarte, desearía poder sonreírte, desearía poder abrazarte, pero sobre todo desearía poder besarte.
Z E D D
Me repito por quinta vez que lo que estoy a punto de hacer no es traición, que solo iré ahí, la saludaré y me marchare como si nada. Creo que hasta este punto parezco un depredador acechando a su presa pues he dado de vueltas todo el tiempo que llevo aquí.
Ha pasado mucho desde que no hablo con Kate.
Cuando llegué de nuevo a la ciudad me enteré que ella se había ido a estudiar a una universidad lejos de donde vivía cuando nos conocimos, que estaba trabajando en un centro comercial. También descubrí que trabajaba los fines de semana de 8am a 3pm y desde entonces vengo aquí, a pararme como un completo estúpido y acecharla a lo lejos, tal vez les parezca un psicópata, pero no sé qué más hacer.
Creo que jamás me había sentido así por alguien, ni siquiera en el cielo pude llegar a sentir algo parecido. Y ahora que tenia la oportunidad de enmendar mis errores era comprensible que me sintiera de esta forma, no quería estropearlo.
En primer lugar, no sabía cómo empezar una conversación ¿y si iba allá y la cagaba? No me lo perdonaría. Y en segunda, sé que no me recordaba ¿Qué podría decirle? ¿Qué era un ángel de bajo rango porque en tiempos anteriores me había enamorado de ella y me habían castigado por eso, borrándole la memoria? Jamás.
Decidí tomar toda la fuerza que tenía y entrar en la tienda. A lo lejos pude ver esa sonrisa tan singular, estaba en el apartado de ropa, acomodando lencería femenina.
Me acerqué lo más que pude, no quería que me notará al instante. Aun no estaba listo para dar el paso siguiente. Intenté parecer lo más normal que pude, fingiendo buscar algo.
- ¿Necesita ayuda, joven? - la voz de una señora taladro mis tímpanos, pues más que hablar, gritaba- Muchos jóvenes vienen por regalos para sus novias y yo puedo notar la desesperación en sus rostros cuando no encuentran el regalo perfecto- la mujer se posó frente a mí. -
-Humm... este...- No sabía que decir y con esa voz tan ruidosa podía adivinar que todos los que se encontrarán a 1 kilómetro de distancia la habían escuchado -
-Pero no te pongas rojo muchacho- se escuchó una risita tras de mi- Es normal que quieras intimidar con tu chica con este tipo de ropa-
Con cada minuto que pasaba podía sentir como mi rostro subía a otra tonalidad de rojo. Quería desaparecer de aquel lugar.
-Inez, yo me encargo- la voz de Kate sonó cada vez más cerca, había venido a mi rescate-
Al ver su rostro nuevamente todo mi cuerpo descansó, liberando la presión que tanto guardaba.
-Hola- mi voz sonó temblorosa-
-Vaya, sí que la señora Inez te dejo mal- se rio de mi-
Recordaba todo de ella, su voz y su risa. Yo no sabía que debía decir.
- ¿Ahora ya no hablas? - pregunto ella-
-Si lo hago-
-Menos mal, creí que saldrías corriendo si te dejaba un minuto más con Inez-
Recordé a Luke. La última vez que hable con él me dijo que ella no lo reconocía, que parecía que había perdido la memoria y es que si, eso había sucedido. Yo por mi parte le había afirmado que no perdiera la fe, que yo lo ayudaría, pero desde ese entonces no hablo con él, era como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra.
Era mi mejor amigo, pero también era un idiota.
-No soy bueno para esto...- continúe
- ¿bueno...para comprar un regalo... para tu novia? – parecía que arrastraba las palabras-
-No, para hablar con las chicas... yo no tengo novia- aún. Le sonreí amistosamente-
- ¿Entonces en que puedo ayudarte?- Demonios, era verdad, sino tenía nada que comprar que hacía en esta sección-
-Oh! no vine a comprar nada...- piensa, piensa- solo vine por una amiga... ella... trabaja aquí- en que lió me acababa de meter-
-Ah genial, ¿cuál es su nombre?, tal vez la conozca- mierda, tenía que recordar cualquier nombre, después inventaría una historia más creíble-
Y así tan rápido como había llegado mi seguridad se esfumo, lo que yo no sabía era que alguien llegaría a mi rescate segundos después. Pues a lo lejos divise a una chica que parecía de la misma edad. Sólo tenía que adivinar su nombre, Solo eso.
Ella se estaba alejando.
-Es ella- señale la trayectoria de su caminar, la chica silbaba mientras acomodaba la ropa -
- ¿Lydia? - su rostro demostraba extrañeza - jamás me había hablado de ti...-
- ¿Ah no? - pase mi mano por la nuca, cómo podría hacerlo, jamás la había visto en mi vida, ¿pero ella sí? -
-Es mi amiga y mi rommie – me aclaro tal vez por la cara que puse después de escucharla-
Voy a morir
-Pero... un gusto, mi nombre es Kate- me extendió su mano y yo la miro por unos segundos, sin decir nada-
Le regrese el gesto – Hola -
- ¡Perfecto! - miro su reloj – estamos por salir... así que... si quieres esperarla puedes ir a la salida del personal – yo asentí, estaba a punto de librarme de la situación - mientras tanto yo puedo decirle que la estás buscando – No -
- ¡No! - la detuve con un agarre de muñeca antes de que pudiera dar media vuelta y arruinar mi plan, ella miro el agarre y después mi rostro - Es que es una sorpresa – su rostro se ablando y yo la suelte– Hace tiempo que no la veo -
Sonrío lo más normal que puedo
-Ah, de acuerdo... será sorpresa. – y se alejo una vez más, pero la diferencia de las anteriores es que note su corazón latiendo a mil por hora -
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ZEDEKIAH - El Chico Raro II
RomanceZEDEKIAH DÚOLOGIA DEL CHICO RARO LIBRO II En ese instante todo llego como un sueño, había aceptado el trato que mi madre había acordado con los hermanos Baltimore. Eso quería decir que... ya no tenía el mismo cuerpo. - ¿tendrás un espejo? - ella neg...