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¿DETECTIVE MORRIS?
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Hace dos días que Sadie no viene a clase y reconozco que la echo un poco de menos. Hoy llueve y me la imagino tumbada en la cama, con su cabello rojo esparcido por toda su cama, leyendo cómics odurmiendo. No piensa en mí, o tal vez sí.Despejo mi mente y pienso en otra cosa como en que ya se aproxima lo que siempre he temido: la Navidad. Faltan menos de dos semanas y me gustaría que no llegaran esas fechas.
Con la familia de Thomas y la mía nos íbamos a unas cabañas rodeadas de montañas, compartíamos con si fuéramos una sola familia, recuerdo esos momentos con nostalgia, eran momentos demasiado felices.
Mientras yo estaba pensado, en el instituto sólo se habla de los exámenes, otra preocupación mas ya que después de estos exámenes son para entrar a la universidad y yo aún no sé en qué quiero convertirme.
(...)
Y aunque todos estaban con sus cosas, yo siempre me acordaba de ella ymás sabiendo que en el último mes había venido al instituto unos diez días, y se ha negado a contestar cuando lo han examinado en clase. Cuando en la tercera hora un profesor pasó lista y se dio cuenta de que no estaba, nos preguntó si sabíamos algo de ella. Algunos de la clase me miraron por un instante, la pregunta se queda en el aire y, dado que estos días estoy siempre solo y no tengo nada que hacer, decido que por la tarde jugaré a los detectives e iré a buscarla. La excusa ya la tengo: ¿acaso no es mi adorada compañera de escritorio? Quién sabe, tal vez se encuentre mal, o puede que haya decidido echarlo todo por la borda justo antes de acabar el instituto. La primera hipótesis me parece más probable. Si hubiese decidido abandonar, lo habría hecho mucho antes.
Sigo al profesor por el pasillo y rápido lo intercepto
—Disculpe Profesor, quería preguntarle algo.
Me mira y ase un ademan para que continúe.
—Es que quiero ir a ver a Sadie esta misma tarde.
Me mira perplejo, como si mi iniciativa le pareciese peligrosa.
—De acuerdo, pero no veo porque me lo comentas, ¿deseas algo?
—Si es que no sé dónde vive— le digo apenado.
—Ah ya veo, yo no tengo esa información pero podemos ir a secretaria a preguntar.
Me acompaña a secretaría. Al llegar le habla a la secretaria y ella obedeciendo a su petición abre un fichero metálico, extrae una carpeta y escribe la dirección en una hoja. Me lo tiende y el profesor me pide que le informe como esta, que le diga si está enferma o si tiene algún problema.
Nervioso por la investigación que estoy a punto de emprender, no me dirijo de inmediato a casa de de su amiga Johana, sino a la de sus padres ya que esa dirección estaba escrita en la hoja. No tardo en dar con la casa donde vive la familia de Sadie. Subo por la escalera, titubeo unos segundos antes de llamar. Dos timbrazos largos y firmes. Me abre un hombre de pelo oscuro, expresión irascible y cara llena de arrugas profundas. Antes de que pueda presentarme, una voz de mujer pregunta desde dentro quién ha llamado. La reconozco de inmediato: es su madre.
—Estoy buscando a Sadie —digo inquieto al ver que el hombre me observa de pies a cabeza—, soy un amigo del colegio
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PESADUMBRE
Ficção AdolescenteLandon Morris se ha sentido desanimado, con el cuerpo empapado y embargado por la pesadumbre, tras la pérdida de su mejor amigo Thomas Flynn después de una lucha de un año con el cáncer Ellos se conocieron cuando tenían ocho años, tras su muerte dej...