Domingo.
James le abrió la puerta del auto-Que caballero-lo aduló Elizabeth divertida.
Él le mostró una sonrisa, para luego llevarla a la entrada de The Hurlingham Club.
Era uno de sus clubs favoritos, ya que, aunque ella no lo sabía, era el lugar donde la vió jugar por primera vez, le pareció que su técnica era realmente buena, sencilla pero eficaz.
Después de almorzar, estuvieron caminando un rato por los jardines.
-¿Quién pasea en pleno invierno?-le preguntó.
-¿Nosotros?-James se rió, y sacó su móvil.
-¿Qué haces?
-Tomarnos una foto-le dijo como si fuese obvio.
-Mas te vale que salga bonita-se acomodo el cabello.
-Tú siempre sales bonita.
Ella bufó-Dile eso a mis fotos de la escuela.
-Me gustaría ver esas fotos.
-¡Toma la foto de una buena vez!
-Como ordene su majestad-Elizabeth acercó su cara a la de James, y este tomó la foto.
-Listo-Se la mostró.
-Vaya, ha quedado bien.
-Soy un buen fotógrafo.
-Lo que tú digas James.
-Ven-la tomó de la mano-te tengo una sorpresa.
La arrastró hacia adentro.
-¿Una sorpresa eh?-le dijo Elizabeth.
-Es más bien es como un regalo de buena suerte.
-Vaale.
Un muchacho se les acercó con algo negro entre las manos y lo dejó sobre la mesa.
Ella lo miró con una sonrisa entre los labios, pero antes de que pudiera hablar él dijo-Es una Blx Blade Team.
-¿Me has comprado uno raqueta?
-Pues es lo que parece ¿No? Ábrela-le ordenó.
Sin poder dejar de sonreír quitó el forro encontrándose con pequeña caja encima de la raqueta, la tomó.
-¿Para Beth?-le preguntó.
-Me niego a decirte Lizzy, y Elizabeth es un nombre muy grande, no cabria en el papel.
Ella negó con la cabeza y abrió la caja.
Dentro de ella había un cadena con un dije en forma de corazón que tenia marcado en su interior el contorno de una raqueta de tenis.
-Mas te vale que te lo pongas, me ha costado un dineral-bromeo él.
-Es hermoso James-le dijo acercándose a él para besarlo-Gracias.
-De nada, te quiero-le susurró.
El corazón de ella estaba latiendo rápidamente, pero se sentía completamente segura cuando le respondió.
-Yo también.
***
Lunes.
¿Era posible de que una resaca podía durar dos días?
La respuesta para Charlotte era clara.
No podía recordar la última vez que había tomado tanta cafeína en su vida.
ESTÁS LEYENDO
Looking For Perfection
Romance-Será solo sexo-mencionó Charlotte. -Tal vez me está empezando a gustar- dijo Elizabeth. -¡Creo que estoy enamorada!-Exclamó Marianne. Tres historias de amor, tres diferentes maneras de ver el mundo, pero una sola manera de vivir la experiencia. Loo...