"Y te juro, que daría todas mis vidas pasadas y las que están por venir por una mejor contigo"
Sarah Paulson, 46 años de vida y 15 de casada, una carrera exitosa, llena de logros y todos los lujos que había deseado. Estaba cumpliendo su sueño de niña que era ser una famosa escritora, no conocía una pasión más grande en la vida que poner sus manos sobre un papel y crear magia, convirtiendo la imaginación en una realidad tan dulce y amarga a la vez, premios tras premios por ser la más descarada y destacada escritorio, casi 15 libros publicados los cuales todos fueron Best Seller. Sarah saboreaba la gloria en cada palabra plasmada en hojas, la mujer no conocía los límites a la hora de escribir, los pasaba todos.
Muchos la describían como de "otra época", con sus vestidos largos y su cabello corto, los muchos anillos que usaba en sus manos y su sonrisa soñadora, sus ojos mediados y brillosos llenos de imaginación y felicidad. En ese intervalo existía Pedro Pascal, su esposo y el hombre que había elegido para pasar el resto de su vida juntos, Pedro era abogado. El mejor para resumir toda su extensa carrera. El hombre defendía mujeres y niñxs a toda costa, quizá se debía a que Sarah nunca quiso tener un bebé con él y esa era la mejor manera de sentirse parte de un ser pequeño o lo más cercano a un "ángel" que podría estar. La vida de ambos era tranquila y fancy, cenas en lugares lujosos, fiestas y viajes románticos, pero algo faltaba siempre... y ninguno podía saber que era. Pedro se sentía tan perdido a veces cuando Sarah se recostaba en la cama y su mente se iba a lugares en los cuales el no podía llegar, luego la mujer se levantaba e iba a su estudio para pasar la noche ahí. Era más una lejanía de almas que de cuerpos. Una pieza que no encajaba del todo pero estaba ahí al lado esperando ser útil. Y lo peor? Era mutuo.Después de levantarse camino por su casa estilo Victoriano de acabados en colores sombríos, con su bata negra dando saltos hondeando la suave seda y enredando las tiras de la bata en sus manos tarareando una canción, Sarah entró a la habitación dándose una ducha rápida y al salir se colocó un vestido seda de verde y un suéter de Lana blanco, se colocó su joyería y estaba lista para la acción, debía presentar su nuevo libro, ya conocía esa rutina. Ir a la librería, sentarse, contestar preguntas y contarles sobre el personaje principal y sus allegados. Era un libro misterioso, tétrico y lleno de preguntas las cuales no tenían respuesta eso le preocupaba en el interior pero no quería llevar malas vibras al lugar, salió con el pie derecho de casa como un ritual de buena suerte.
Los flashes de las cámaras se hicieron presentes en el momento que Sarah Paulson se sentó detrás del escritorio, sonriendo como nunca.
— Agradezco la oportunidad de poder estar nuevamente aquí, con mi nuevo libro. Este, uhm, bueno... — río enseñándoles la portada — Hush, es distinto a los demás porque viene de los lugares obscuros de la cabeza humana, me emociona aventurarme a algo nuevo, algo distinto y quiero aclarar, no habrá segunda parte — dijo divertida mirando a alguien levantar su mano— el personaje, Martha... ¿cual es la finalidad de la rubia mujer? — preguntó una chica de unos 20 años
Sarah tragó en seco — no hay una finalidad, la finalidad de Martha existe en tu cabeza, por eso nunca tiene un enfoque claro. Quiero que sean ustedes quien imaginan a esta mujer malvada, sensual y dueña de todo un rancho, llena de secretos pero al final, ella es solo una madre sola y desesperada — aclaró teniendo en su cabeza la imagen de Martha, rubia, alta, con porte de mujer de sociedad, ojos claros color verdosos.
— ¿está inspirado en alguien real? Es decir... usted conoció a Martha en realidad? — preguntó alguien más y Sarah negó rápido
— no conozco a ninguna Martha, salió de mi cabeza. Esta mujer tan extraña saltó a mi mente, y fue la musa de este libro — dijo orgullosa en un suspiro — es la misma de todos mis otros libros los cuales ya conocen, mi musa no tiene un nombre en especifico por eso puedo ponerle el que yo desee, darle la forma que yo más anhele. Ella es mi consciencia de alguna manera, no la poseo de una manera física pero vive aquí — tocó su cien con una dulce sonrisa — y eso me convierte en la dueña de su físico, su personalidad. Es siempre ella, siempre me preguntan porque no permito adaptar mis libros a películas y la respuesta es siempre la misma, no puedo ver al personaje que yo cree en mi cabeza con otro rostro. Soy una obsesionada y celosa con ella.
Y era verdad.
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I can be that woman
Fanfiction¿Llamas o almas gemelas? ¿Sueños recurrentes? ¿O quizá, la otra vida? Pocas son las personas que tienen la dicha de saber de donde vienen, y si tienes suerte de saber de donde vienen las personas que te rodean, de qué parte de tu vida actual o de tu...