Es un adiós

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La vida a veces se convertía en una pesadilla, y así fue para Jessica. Si solo no hubiera peleado en aquella ultima llamada, si le hubiera dado un tiempo entonces tal vez Sarah viviría, serían novias sin un tercero en cuestión, se habrían casado quizá. Ambas tendrían largas historias que contar pero todo le fue arrebatado, lo único que recuerda Jess del accidente fue la noticia que Sarah no había logrado sobrevivir al impacto, tampoco Pedro. Era la primera vez que viajaba a New York y solamente para enterrar al amor de su vida, no volvería a verla, tampoco besarla y eso era tan cruel, haber conocido la felicidad y ahora sentir que jamás volvería a tenerla.
La ciudad tenía una tonalidad gris brillante que la hacía pensar qué tal vez todo estaba igual de triste que ella, el mundo perdió a una gran escritora también. El clima se sentía húmedo y hasta molesto un poco, o quizá era la ropa que le molestaba. No sabía bien, el olor era característico, urbano, mezcla de comida, perfumes, personas de todo tipo. Quizá París era igual pero no se sentía así de caótico. Al llegar al hotel se dio una ducha mientras lloraba por Sarah, a las 4 pm sería el funeral y apenas era medio día, tenía hambre y dolor de cabeza, así que comió lo que pudo y bebió una pastilla para comenzar a arreglarse, un vestido negro casual, su sombrero, rosas y sus lentes obscuros.
En todo el camino al cementerio Jess no paraba de llorar, tenía su corazón roto mientras caminaba por el pasto rodeada de muchísimas personas, la mayoría llorando. Pero nadie sabía la verdadera historia, en el medio de las personas estaba la única que conocía bien a Sarah y que la amo hasta la muerte, Jess temblaba con fuerza y sollozaba mirando el inmaculado féretro blanco, con rosas rojas y blancas, La mayorías las tiraba hacia el espacio donde permanecería Sarah. Jess levantó sus lentes obscuros dando un paso adelante mirando el féretro más de cerca, suspiró con fuerza y dejó caer sus flores.
— te amo... — murmuró bajo, solo para ella. Quizá estaba tan cerca que no se había percatado de lo peligroso que podía ser, iba a retroceder dos pasos más para irse cuando algo la topo de la espalda haciéndola saltar del susto a tal punto que tambaleó un poco sobre sus tacones y cayendo con fuerza al piso golpeándose un poco... que bueno que Jessica despertó de aquel horrible sueño, su cuerpo saltó sobre la cama sentándola del miedo mientras se tocaba el pecho llorando por lo horrible que había sido esa pesadilla, Sarah no había muerto pero seguro así se hubiera sentido si fuera real.
Se levantó rápido de la cama, New York estaba soleado, había aire y los colores eran claros antes sus ojos, su cabeza no dolía y el hotel donde estaba era bonito. Sarah sobrevivió al accidente, no fue grave, y por suerte ambas tenían una segunda oportunidad de volver a comenzar.

— ¿puedo pasar? — preguntó Jess en el pasillo del hospital cuando quien hacía más feliz su vida le dijo "adelante", Jess abrió la puerta e hizo pucheros al verla, traía en su pie una bota y parte de su ojo algo moradito — Mi amor...

— estoy bien — sonrió Sarah algo apenada y palmeó la camilla. — te extrañe.

I can be that woman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora