Corazón Encantado [Genshin impact]

Capítulo 8: "Te presento a mi prometida"

Jean tenia su espada escurriendo de sangre por la reciente decapitación, miraba con profunda frialdad hacia el lugar donde la supuesta bruja carmesí había caído derrotada.

-Desde ahora nos encargaremos de cada bruja que haya dejado en Mondstadt, son una plaga peligrosa. Así que bruja que encuentren, bruja que decapitan o mandan a la hoguera, no le den oportunidad a ninguna de vivir, son muy astutas y engañosas - dijo Jean a los demás cazadores

-Si, gran maestra- asintieron aceptando las órdenes

Jean se dirigió a su corcel blanco pero un recuerdo llegó a su cabeza y la hizo tambalearse un poco, ella se toco su cabeza y cerró fuerte sus ojos.

Flashbacks

Jean estaba mal de sus heridas internas, Lisa aún no tenía la confianza de usar su poder en ella para sanarla completamente, no tenía contacto con humanos desde hace tanto que temía equivocarse y seguía usando pociones que era menos peligroso que su poder.

Jean abrió los ojos y se percato que su cabeza estaba reposando en las piernas de aquella encantadora bruja, miró a su alrededor y se dio cuenta que estaban en un campo de dientes de león.

-Tranquila, sigue descansando. Yo cuidare de ti- dijo Lisa sonriendole con dulzura

Jean no aparto su mirada de ella más que a su alrededor.

-¿Donde estamos?- preguntó Jean débilmente

-En el lugar donde tu ser quiere estar- respondió Lisa ya que utilizo un hechizo para que así fuese.

-¿P-Por que una bruja me trata con tanta gentileza? ¿Por que me das cuidado y amabilidad cuando yo he matado a tantas de tu especie- dijo Jean con tristeza y por ese sentimiento el lugar comenzó a nublarse y los dientes de león a secarse.

Lisa cerró sus ojos manteniendo su amable sonrisa y acaricio el cabello de Jean.

-No te sientas culpable, yo sigo a mi corazón, y el me indico protegerte hasta que sanes...sanar por completo- dijo Lisa

Jean quedo callada, no tenía muchas fuerzas para levantarse así que continuó recostada.

-Hace mucho que...no sentía paz por más de 5 minutos. Dime, ya morí ¿verdad?- dijo Jean

Lisa no se contiene en soltar una leve risa y niega con su cabeza.

-No cariño, no estás muerta. Ahora sigue descansando, yo velare tus sueños y me encargaré de tus heridas- prometió Lisa

Jean derramó una lágrima, hace tanto que nadie le había hablado de esa manera tan gentil de forma honesta y sin esperar nada a cambio que su duro corazón logró conmoverse por algo simple.

El lugar comenzó a iluminarse y los dientes de león eran un poco más grandes.
Lisa sonríe levemente y comienza a tararearle una canción suave que la ayude a dormir.