Corazón Encantado [Genshin impact]

Capítulo 31: " Luna de miel" (+18)

Advertencia ⚠️: Contenido explícito soft

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Medio día...

La penumbra dejaba ver las siluetas de ambas amantes, abrazadas, besándose y entregadas a la pasión que se había desatado horas atrás. Sus cuerpos estaban cubiertos de sudor y la excitación era muy evidente en ambas.

Las caricias que se prodigaban, los besos en varias partes, se volvían más intensos en sus bocas, con ese intercambio de lenguas en pleno deseo y susurros donde se decían lo mucho que estaban disfrutando y de lo rico que era el momento que tanto esperaron y que por fin vivían.

Todo era pasión, sensualidad, sexo desbordado y deseo. Poco a poco, Jean bajaba a los senos desnudos de Lisa, tomando el primero para llevarlo a su boca, que abría ampliamente para contener lo más posible de él y succionarlo fuerte, sentir eso le excitaba tanto a la bruja púrpura. Jean lo soltaba poco a poco hasta tenerle el pezón erecto entre sus dientes y tirar delicadamente de él, haciendo que el cuerpo de su esposa se estremeciera, y los gemidos surgieran de su boca entreabierta e inclinando la cabeza hacia atrás en clara respuesta a las sensaciones que la rubia le provocaba en ese momento con las caricias orales.

Jean le sostenía la cabeza, acariciando su cabello, la observaba con gran deseo mientras ella seguía rindiendole honores a sus muy atractivos senos , alternando uno con el otro y lamiendo cada espacio de ellos, así como el canal que los separa, saboreando sus pezones y llevándolos a su boca para mantenerlos erectos, duros.

Lisa al ver que le generaba mucha excitación, se dedicó a seguir chupando y lamiendole los senos alternadamente mientras que con una mano, fue cubriendo el espacio hacia la vagina de su esposa. Ya allí pudo sentir lo muy mojada que se encontraba, producto de la excitación de todo lo que estaba sucediendo. Comenzó frotando su monte de venus y Jean le abrió las piernas para darle mejor acceso a su sexo.

Entonces, Lisa extendió la mano, juntó sus dedos, presionó con el dedo medio hasta abrirse paso entre sus labios vaginales ya algo hinchados y mojados de la excitación, hasta empezar a explorarle el clítoris y demás partes hacia la entrada de su intimidad. Todo ello generaba en la rubia torrentes de excitación y su entrepierna le dejaba sentir mayor humedad en ella inmediatamente.

De manera instintiva, Jean comenzó un vaivén con su cadera al frente y atrás para sentir con mayor intensidad las caricias que le estaba propinando. Seguía sujetandole la melena castaña , y le besaba la frente y el cabello, pegándola al pecho conforme las sensaciones iban en aumento.

En ese momento Lisa se sentia en sus manos al igual que le estaba proporcionando placer en una forma única y deliciosa. Eventualmente Lisa separa la cara de su pecho y viendo como gozaba su mujer, le preguntaba si lo esta disfrutando, a lo que Jean sólo alcanzaba asentir con la cabeza, entre jadeos y suspiros, sin dejar de frotarle la pubis contra sus dedos.

Lisa veía como la respiración de su amada se iba agitando poco a poco y aprovechaba para incrementar la intensidad del movimiento de su mano. Jean aceleraba el desplazamiento de su cadera e iba mojando más su mano en cada desplazamiento. Lisa la retiraba por momentos para llevarla a la boca de la rubia, poniendo sus dedos mojados de sus jugos entre los labios e instintivamente los separabas para chuparlos y lamerlos a todo lo largo, saboreando sus jugos producto de la excitación de su esposa, para luego tomar su mano con la de la rubia y llevársela a la boca.

Ya ensalivada su mano, Lisa la regresó a la entrepierna de su mujer y volvía a hurgar en ella, ahora buscando adentrarse más. Jean abrió su compás para dejarla hacer lo que ella quisiera, la mujer de orbes verdes pasó de acariciarle el clítoris y la entrada de la vagina a tocarle el ano, presionando ligeramente sus dedos en ese anillo cerrado.