Takemicchi; Capítulo 4.

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— ¡Eres un suertudo, Takemichi! O más bien, Takemicchi.— Se burló Yamagishi y Makoto, haciéndolo sentir peor de lo que ya se sentía.

Luego que la adrenalina de la pelea se disipó, lo único que sentía era pena y miedo.

¿Y cómo no?

Tener de amigo al comandante de la Tokyo manji no lo hacía sentir orgulloso, al contrario, podría llorar por el miedo que le provocaba estar rodeado de gente peligrosa.

— ¿Qué tiene de bueno? ¡Me van a matar a la primera oportunidad! — Dijo exaltado, llevándose las manos a su cabeza.— He oído de la Tokyo manji, dicen que son muy fuertes y golpean a todo el mundo.

— Claro que no, son geniales y su comandante es invencible. Y oye... — Yamagishi pareció meditar algo, lo miró y luego se acercó a tomarle la muñeca, exactamente donde estaba su marca. — Tengo entendido que el verdadero nombre de Mikey es Manjiro Sano, como el de tu alma gemela.

Takemichi solo atinó a abrir su boca, su corazón palpitando a mil por horas;  no podía ser cierto, ese chico no podía ser su alma gemela. Se sintió miserable de solo pensarlo y no, no es porque el chico fuese feo o lo odiará, si no al contrario, era fuerte y respetado.

— Oye, Yamagishi, no le digas esas cosas a Takemichi, mira lo pálido que se puso.— Fue Akkun quien lo consoló, palmeando su espalda.

— Piénsenlo bien, si hubiese sido ese nuestro Manjiro Sano hubiese reconocido a Takemichi, pero ni siquiera se inmutó cuando le dijo el nombre, no puede ser. — La voz de la razón fue Makoto y por primera vez ese día, Takemichi se permitió respirar con tranquilidad.

— Tienes razón, deben haber muchos Manjiro Sano.

— Idiotas.— Akkun dijo, adelantándose al grupo de regreso a casa. Nadie más mencionó el tema de su alma gemela y era mejor así, aunque una parte de él estaba curioso, ¿Mikey estaría interesado en tener una pareja? No parecía del tipo de chico que dejaría que alguien lo molestará y eso sería Takemichi, una molestia.

Además, Takemichi tenía novia. Quería mucho a Hinata y no tenía planes de dejarla. Era mejor olvidar a Manjiro sano.


Al día siguiente  se sentía inquieto,  por alguna razón no podía concentrarse en clases. No dejaba de ver su marca y delinearla con sus dedos, casi como si estuviese saboreando el nombre escrito. Estaba ansioso y preocupado, deseando volver a ver a Mikey, aunque era muy probable que no cumpliera su palabra y no lo volveria a ver más.

Y poco le duró sus cavilaciones hasta que un estruendo fuera le obligó a estirar su cabeza y ver más allá de la puerta del salón. Saltó del asiento cuando vio una melena rubia y una más opaca asomarse en su búsqueda, el profesor ni siquiera se quejó cuando Takemichi salió en compañía de sus nuevos amigos.

— ¿Qué hacen aquí?

— ¿No es obvio? Te estamos buscando, necesitamos hablar contigo.

— Oh, ¿Sobre qué? — Por un momento por su cabeza pasó una vaga idea de las almas gemelas, pero lo descartó mientras Mikey y Draken saltaban entre el alumnado de segundo año, ¿Es qué nadie podía detenerlos?

— Queríamos invitarte a salir un rato, hacer cosas que hacen los amigos.

Y mientras Takemichi hablaba con sus nuevos amigos, los alumnos de la secundaria Mizo especulaban sobre la inesperada visita, algunos alabando la suerte del  rubio mal peinado y otros, como los amigos, preguntándose qué podía estar haciendo ese par allí con Takemichi, temiendo lo peor.

La única que se animó a acercarse, fue una furiosa Hinata, queriendo defender a su novio de los matones que lo acechaban esos últimos días.

— ¿Se puede saber qué quieren de Takemichi? Estoy cansada de verlo golpeado todos los días, déjenlo en paz.— Takemichi boquiabierto no sabía que decir, solo se puso en medio de su novia y Mikey.

— Hina, no es lo que crees.— Dijo en un intento de aminorar la situación.

— Takemicchi tiene razón.

— No digas nada.— Hina tuvo la decencia de señalar a Mikey y amenazarlo. Y Draken salió en defensa prometiendo matarlos a ambos por ser tan irrespetuoso.

— Por favor, no le hagan nada a Hina. Ella solo está preocupada por mí.— Estaba a punto de llorar, pero se mantenía con la frente en alto con tal de proteger a su novia.

Draken y Mikey se miraron y luego se echaron a reír, burlándose de Takemichi. Ellos no le harían daño a sus nuevos amigos o al menos eso aseguraban.

En el patio de la escuela, Takemichi respiró tranquilo y presentó a todos como era debido.

— Ella es Tachibana Hinata, mi novia. Hinata, ellos son Mikey y Draken.

— Oh, tienes novia, Takemicchi.— Mikey pareció ligeramente sorprendido, pero luego sonrió tan suave como podía.

— Lamento lo que pasó, de verdad pensé que le harían daño.— Hinata se inclinó respetuosamente, asegurando que nunca más volvería a actuar tan imprudente.

— No te preocupes, la novia de Takemicchi también es nuestra amiga, ¿Nos vamos?

Takemichi asintió y se despidió rápidamente de Hinata, antes de seguir a sus dos nuevos amigos. No estaba seguro de las cosas que le esperaban, pero por el momento, se sentía mucho más seguro en compañía de Mikey.




Almas gemelas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora