Takemicchi; capítulo 10.

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— Takemichi, eres un presumido.—  Dijo Akkun al ver al mencionado con lentes y caminando orgulloso entre los estudiantes. En pocos días, Takemichi se había vuelto popular gracias a Draken. Y aunque al principio había sufrido pensando que perderían a su amigo, al final todo resultó muy bien.

— No lo ves, Akkun, soy famoso.— Habló, inflando su pecho.

— Oh cielos, nosotros tenemos que aguantarlo.— Respondió Takuya, rodando los ojos. Los demás estuvieron de acuerdo.

Takemichi los ignoró y aprovechó su minuto de fama.

Nadie le quitaría esa dicha, o por lo menos, no hasta encontrarse con Draken minutos después. El alto estaba en el hospital, acostado en una pequeña cama.

Lo miró extrañado, bufando hastiado.

—  Eres un payaso, no deberías estar actuando así.

— Oye, dame crédito, ¡Nunca había sido nadie hasta ahora!

— no seas ridículo. — Se le burló y Takemichi se desinfló, haciendo pucheros.

— Eres un aguafiestas, ¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor? — Preguntó, tratando de desviar el tema.

— Sí, y la verdad... Quería agradecerte.

Antes de poder detenerlo, Draken se levantó de la cama y se puso frente a él, haciendo una venia en agradecimiento. Algo dentro de Takemichi se removió, quería llorar.

— No puedo morir, tengo que cuidar a Mikey.

—  Mikey-kun es muy afortunado.— Le sonrió, ayudándole a volver a la cama, aunque de nada le sirvió. Draken tenía algo contra el contacto físico, fácilmente lo empujó a un lado.

Amargado.

— Me contó lo qué pasó entre ustedes, ya sabes, el beso.

Takemichi por poco se desmaya, ¡¿Cómo pudo ese enano contar algo como eso?!

— ¡No es lo que crees! Bueno, tal vez sí, pero... — trató de explicar sin éxito alguno, la verdad no había nada que lo excusara.

— Entonces no es verdad que te gusta.

— ¡Draken-kun! No digas eso a la ligera, alguien puede escucharte.

— Uhm,  si le haces daño a Mikey te golpeo.— La cara Draken se torno de repente muy seria. Takemichi sudo frío.

— Solo somos amigos, y lo sabes, además está Hina-chan y no quiero lastimarla.

— Entonces tendrás que tomar una decisión, Mikey es tu alma gemela.

— ¿No te molesta qué Mikey-kun y yo seamos destinados?

— No, al fin y al cabo, son más parecidos de los crees, ambos muy tercos y luchan por el bien de los demás sin importarles el propio.

Takemichi lo pensó. Y después del beso, algo no estaba muy claro con sus sentimientos. Una parte de él quería correr a buscar a su alma gemela, la otra le decía que se mantuviera muy lejos. Era tan confuso y estresante.

— Mikey-kun nunca me vería de esa forma, solo somos amigos y yo me aproveché de un momento de debilidad.

—  ¿Cómo puedes estar tan seguro?

—  ¡Lo sé! — Respondió afligido, no había más que decir.

— Por cierto, Mikey te ha dejado algo.— Draken tomó una bolsa del suelo y se la extendió a Takemichi.

El más bajo la tomó entre sus manos y revisó el contenido. Sus ojos brillaron al ver lo allí había; era una prenda distintiva de la Toman, ¡Un uniforme!

— Es de Mikey, de cuando formó la Toman.

— ¿Por qué me daría esto?

— Tu decides si usarlo o no, pero Takemicchi, salvaste a la Toman. Todos lo sabemos.

— Muchas gracias, prometo no decepcionarlos. — Takemichi no se cansó de agradecer a Draken por el regalo y prometió que lo haría con Mikey cuando tuviera el valor de hablarle.  Al fin y al cabo, seguía siendo un cobarde.

Se fue del hospital mucho más tranquilo, abrazando la bolsa en el camino.  La visita a Draken le había  servido para darse cuenta que tenía que poner en orden sus sentimientos y lo haría pronto. O eso esperaba.

Capítulo corto.
Y nuevamente aprovecho para agradecer.  Ha sido una linda experiencia subir este fic por el apoyo que han brindado.

Y por cierto, pregunta, ¿Cuál es su personaje favorito tanto del anime como del manga?

Almas gemelas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora