— Takemichi, eres un presumido.— Dijo Akkun al ver al mencionado con lentes y caminando orgulloso entre los estudiantes. En pocos días, Takemichi se había vuelto popular gracias a Draken. Y aunque al principio había sufrido pensando que perderían a su amigo, al final todo resultó muy bien.
— No lo ves, Akkun, soy famoso.— Habló, inflando su pecho.
— Oh cielos, nosotros tenemos que aguantarlo.— Respondió Takuya, rodando los ojos. Los demás estuvieron de acuerdo.
Takemichi los ignoró y aprovechó su minuto de fama.
Nadie le quitaría esa dicha, o por lo menos, no hasta encontrarse con Draken minutos después. El alto estaba en el hospital, acostado en una pequeña cama.
Lo miró extrañado, bufando hastiado.
— Eres un payaso, no deberías estar actuando así.
— Oye, dame crédito, ¡Nunca había sido nadie hasta ahora!
— no seas ridículo. — Se le burló y Takemichi se desinfló, haciendo pucheros.
— Eres un aguafiestas, ¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor? — Preguntó, tratando de desviar el tema.
— Sí, y la verdad... Quería agradecerte.
Antes de poder detenerlo, Draken se levantó de la cama y se puso frente a él, haciendo una venia en agradecimiento. Algo dentro de Takemichi se removió, quería llorar.
— No puedo morir, tengo que cuidar a Mikey.
— Mikey-kun es muy afortunado.— Le sonrió, ayudándole a volver a la cama, aunque de nada le sirvió. Draken tenía algo contra el contacto físico, fácilmente lo empujó a un lado.
Amargado.
— Me contó lo qué pasó entre ustedes, ya sabes, el beso.
Takemichi por poco se desmaya, ¡¿Cómo pudo ese enano contar algo como eso?!
— ¡No es lo que crees! Bueno, tal vez sí, pero... — trató de explicar sin éxito alguno, la verdad no había nada que lo excusara.
— Entonces no es verdad que te gusta.
— ¡Draken-kun! No digas eso a la ligera, alguien puede escucharte.
— Uhm, si le haces daño a Mikey te golpeo.— La cara Draken se torno de repente muy seria. Takemichi sudo frío.
— Solo somos amigos, y lo sabes, además está Hina-chan y no quiero lastimarla.
— Entonces tendrás que tomar una decisión, Mikey es tu alma gemela.
— ¿No te molesta qué Mikey-kun y yo seamos destinados?
— No, al fin y al cabo, son más parecidos de los crees, ambos muy tercos y luchan por el bien de los demás sin importarles el propio.
Takemichi lo pensó. Y después del beso, algo no estaba muy claro con sus sentimientos. Una parte de él quería correr a buscar a su alma gemela, la otra le decía que se mantuviera muy lejos. Era tan confuso y estresante.
— Mikey-kun nunca me vería de esa forma, solo somos amigos y yo me aproveché de un momento de debilidad.
— ¿Cómo puedes estar tan seguro?
— ¡Lo sé! — Respondió afligido, no había más que decir.
— Por cierto, Mikey te ha dejado algo.— Draken tomó una bolsa del suelo y se la extendió a Takemichi.
El más bajo la tomó entre sus manos y revisó el contenido. Sus ojos brillaron al ver lo allí había; era una prenda distintiva de la Toman, ¡Un uniforme!
— Es de Mikey, de cuando formó la Toman.
— ¿Por qué me daría esto?
— Tu decides si usarlo o no, pero Takemicchi, salvaste a la Toman. Todos lo sabemos.
— Muchas gracias, prometo no decepcionarlos. — Takemichi no se cansó de agradecer a Draken por el regalo y prometió que lo haría con Mikey cuando tuviera el valor de hablarle. Al fin y al cabo, seguía siendo un cobarde.
Se fue del hospital mucho más tranquilo, abrazando la bolsa en el camino. La visita a Draken le había servido para darse cuenta que tenía que poner en orden sus sentimientos y lo haría pronto. O eso esperaba.
Capítulo corto.
Y nuevamente aprovecho para agradecer. Ha sido una linda experiencia subir este fic por el apoyo que han brindado.Y por cierto, pregunta, ¿Cuál es su personaje favorito tanto del anime como del manga?
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Almas gemelas.
RomanceCada persona al nacer lleva escrito en su brazo izquierdo el nombre de su alma gemela, su media naranja, su otra mitad. Hanagaki Takemichi no fue la excepción, solo que las cosas no salieron como esperaba. ¡Hola! Soy nueva escritora y las actualiz...