Almas gemelas.

Takemicchi; Capítulo 11.

Takemichi se había mortificado los últimos días, apenas salía de casa y no había tenido un encuentro cercano con Mikey.

Y tenía claro que debía hablarle, poner en orden sus ideas, sin embargo  primero debía tener una conversación con Hinata, ella se merecía su sinceridad.

¿Desde cuándo su vida se había vuelto tan complicada?

Por fin se había animado a salir, pero en su cabeza aún daban vueltas miles de cosas, apenas y prestaba atención a su alrededor.

Hasta que se encontró con lo último que deseaba ver en su vida, ¡Mikey y Emma abrazados a mitad de la calle! 

Algo dentro de él se contrajo con dolor, por lo que apenas tuvo tiempo de ocultarse de la vista de la pareja. No podía ser cierto, Emma estaba saliendo con Draken o eso pensaba.

Agachado en su nuevo escondite, alguien más se le unió. Era Hinata.  Takemichi suspiró nervioso.

Vaya día, se encontró con las últimas dos personas que querría ver. Era como si le estuviesen lanzando en la cara sus malas decisiones.

— Hina-chan y... ¿Naoto? — Preguntó cuando el menor de los Tachibana hizo su aparición.

— Algo huele mal aquí, ¿No crees? — Preguntó Hinata, en una nueva faceta.

— Mi hermana cree que es un detective.— Respondió Naoto casual. Takemichi se contuvo para no reírse.

— ¡Es qué no me has visto! Soy la mejor resolviendo misterios y este mi querido Watson, es uno de esos.— La voz de la chica tenía una pizca de misterio.

—  Esto debe ser un error, Mikey no puede salir con Emma-chan, digo, no debe.— Takemichi quería creer eso, pensar de otra forma solo le daban escalofríos. Por alguna razón, la idea de que alguien más le gustará a Mikey le ponía los pelos de punta. No quería.

— Hay que seguirlos. — A pesar de no estar del todo de acuerdo, la curiosidad le ganó.

El trío se desplazó algunos metros lejos de la pareja melosa que caminaba sin saber de sus acosadores.

Mikey y Emma se detuvieron en una cafetería al aire libre y fue la oportunidad para Takemichi, Hinata y Naoto de espiarlos más de cerca.

— No puede ser, hasta se dan la comida en la boca.

— En realidad si son amantes.— El mundo bajo los pies de Takemichi se desmoronó lentamente. Mikey lo estaba engañando, corrección, engañaba a Draken, su mejor amigo.

— Según rumores, Mikey-kun y Emma-chan pasan la noche juntos, se les ve saliendo al mismo tiempo en la mañana.— Una nueva persona se unió al trío, exaltándolos por la abrupta intromisión, ¿Qué le pasaba a todos ese día?

— ¡Yamagishi! ¿Cómo nos encontraste?

— Los vi aquí y quise saludar, no son muy discretos que digamos.

Hinata se irguió con la intención de acercarse a la pareja, Takemichi pudo hacer poco para detenerla. Estaba avergonzado de pie a cabeza.

— Hina-chan.— Susurró, pero era tarde.

Por otro lado, Draken se acercaba. Y nuevamente sudo frío. Si el más alto veía esa escena, posiblemente el apocalipsis empezaría.

— Draken-kun, ¿Qué haces aquí? — Preguntó nervioso, tratando de ponerse en medio.

— ¿Mikey y Emma? — Preguntó el sub comandante.

Takemichi miraba entre la pareja, Hina y Draken, no podía descifrar que pasaba exactamente.