vii. Morning coffe

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CAPÍTULO SIETE

MORNING COFFE
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—¡MARY!— la voz de Max vuelve a retumbar en los oídos de la ojiazul, haciendo que esta se tape con la sabana hasta la cabeza— ¡Apaga eso! ¡Quiero dormir!

—¡¿Por qué no lo apagas tú?!

Repito. Es un código rojo— vuelve a decir la insistente voz de Lucas, por el Walkie Talkie

—¡Deja de molestar!— le grita al aparato y luego le baja la antena, apagándolo. Mary gruñe en cuanto el teléfono de su cuarto suena, se levanta molesta y toma el objeto entre su mano— ¡Estoy intentando dormir! ¡Déjame!

—Soy Mike, no cuelgues—habla la voz del pelinegro en la otra línea, firme

—¡No me importa qué seas tú, Mike!

—Algo pasó, algo malo. Nuestras vidas están en peligro.

—¿De qué hablas? ¿Qué pasó?— pregunta la pelirroja

—Vengan a mi casa, les explicaremos todo

—¿Qué?

—¡Rápido!— exclama antes de colgar y dejar a la chica confundida

—¿Qué pasa?— le pregunta Max a su hermana. Mary deja el teléfono en su lugar y se voltea para ver a las chicas, nerviosa

La actitud de Mary no era la mejor que digamos, Max no la dejó tomar su café, y no estaba feliz

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La actitud de Mary no era la mejor que digamos, Max no la dejó tomar su café, y no estaba feliz

Cuando Mike dejó pasar a las chicas a su casa se dirigieron rápidamente al sótano, pero la pelirroja se detuvo en la cocina al ver que había café en la cafetera

Sus ojos se iluminaron y se acercó rápidamente para servirse en una taza, al tomar el primer trago su cuerpo se relajó, y esa sensación de calidez la inundó completamente

Pero casi se le cae la taza cuando un brazo rodeo sus hombros y alguien dejó un beso en su mejilla

—Mierda, me asustaste— exclama viendo al castaño a su lado

—Lo siento, ¿Qué estás haciendo?

—Max no me dejó tomar mi café matutino porque teníamos que salir rápido gracias al código rojo, así que tome café de aquí— explica sencillamente

—Tú y tu obsesión por el café— Will ríe un poco viendo a su novia

—El café es bueno para la salud— afirma la chica

—¿Si?— el ojiverde suelta una pequeña risa— ¿Dónde viste eso?

—Yo lo inventé— responde

—Nunca cambias

—Así me quieres— habla Mary al mismo tiempo que deja un casto beso en los labios de Will, dejando un pequeño sabor a café en ellos y sale de la cocina

—Si, así te quiero— afirma el ojiverde sonriendo mientras la sigue

—Oye, ¿Qué es lo que tenían que decirnos?— pregunta la pelirroja hacia su novio, la sonrisa de Will se desvanece y Mary lo mira expectante

—Es importante

—Al principio, no pensé que fuera nada—explica Will— Es decir, creo que simplemente no quería creerlo

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—Al principio, no pensé que fuera nada—explica Will— Es decir, creo que simplemente no quería creerlo. Cuando fuimos al cine lo sentí por primera vez

—Hubo un apagón esa noche— menciona Mike

—Luego lo sentí otra vez en ese campo, cerca de la granja. Y luego, ayer, afuera del castillo Byers

—¿Cómo se siente?— le pregunta Max

—Es como... ¿Saben cómo se siente una montaña rusa?

—Claro

—Si

—Por supuesto

—No— dice Eleven, pensando en que puede ser una montaña rusa

—Como, si todo dentro de tu cuerpo, se hundiera de repente, pero esto es peor. Tu cuerpo se enfría y no puedes respirar— dice Will— Lo he sentido antes, cuando él estaba cerca

—¿Cuándo quién estaba cerca?—pregunta Max

— El Azotamentes— Mary al escuchar ese nombre se estremeció

—Yo... Yo cerré el portal— habla Eleven

—Lo sé, pero... ¿Y sí nunca se fue? ¿Y si está aquí, atrapado con nosotros?— Will se levanta del sofá y toma una hoja y un crayón, pone la hoja en la mesa y dibuja al Azotamentes

—Esto es él, en su totalidad, pero ese día en el campo, un fragmento de él se unió a mí— Mary tiembla un poco al recordar lo ocurrido el año pasado. Will pasó su mano por el dibujo y se manchó— Mi mamá me lo sacó, y El cerró el portal— le da vuelta la hoja— Pero, la parte que aún estaba en mí, ¿Qué tal si sigue en nuestro mundo? En Hawkins— explica, pasa su mano por la hoja, dejando una marca negra es ella

—No entiendo— habla Max— Los Demodogos murieron cuando El cerró el portal. Si el cerebro muere, el cuerpo también

—No podemos correr riesgos. Debemos asumir lo peor, el Azotamentes volvió

—Si, y si lo está, buscará unirse con alguien nuevo— dice Will

—Un nuevo huésped— Mary intercambia una mirada con Max y Eleven

—¿Cómo sabes si alguien es un huésped?

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¡Holaa!


¿Qué les parece Will? ¿Es un amor, verdad? Creo que si él existiera lo pondría en una bolita de cristal para que nadie pueda lastimarlo


Un abrazo, un beso y un mordisco en el pescuezo :)

 𝐌𝐀𝐘𝐅𝐈𝐄𝐋𝐃, Will Byers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora