xii. Smiling teddy bear

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CAPÍTULO DOCE
SMILING TEDDY BEAR
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LAS ESTRELLAS HOY ESTABAN mucho más lindas de lo normal. Se veían más grandes, más brillantes y llamaban la atención de cualquiera, incluyendo la de Mary, si no estuviera en un gran problema, en este momento estaría en el porche de su casa, sobre una manta observando las estrellas, pero, ahora, lo único que va a observar será la profunda herida que tiene Eleven en el pie

La roca que antes tenía Mary en sus manos se estampó fuertemente contra el vidrio, rompiendo el gran vidrio en miles de pedacitos que fueron pisados por los adolescentes al entrar en la tienda

Luego de dejar a Eleven en el piso, Mary levantó su pantalón a la altura de su rodilla, dejando ver su herida

Nancy había tomado alcohol y vendas, pero antes de hacerlo Mary y Max la detuvieron

—¿Qué estás haciendo?

—Limpio la herida

—No —hablan ambas al mismo tiempo— Primero hay que detener el sangrando, luego desinfectar, luego limpiar y vendar la herida —todos los miran confundidos y algo sorprendidos

—A veces me da miedo cuando hacen eso— menciona Lucas

—Sabemos andar en patineta, confíen

Mary tomó la venda que Nancy tenía y la puso cuidadosamente en la herida de Eleven, haciendo que esta se queje

—Lo siento— agarró la mano de Mike y la presionó sobre la herida— Mike, manten la presión firme

—Necesitamos agua y jabón —ordenó Max a Nancy y Jonathan

—¿Algo de esto sirve? —le pregunta Lucas a las mellizas, después de haber tirado todas las cosas de su mochila al lado de ellas

—No

—¿Pueden ir a conseguir una toalla y un tazón? —habla Mary hacia el moreno y su novio

—¿Un tazón?

Will le dio un ligero codazo, sabiendo que no había que llevarle la contraria a Mary. Luego, ambos se alejaron por el pasillo en busca del tazón

Un rato después los chicos no volvían, así que Mary se fue a buscarlos

—Chicos, no creo que eso sea un tazón —menciona la pelirroja cuando los ve frente a un estante lleno de fuegos artificiales

—No, es mejor. Por eso tiene una etiqueta que dice que es para mayores de 18 —habla Lucas señalando la caja— Esta cosa está llena de ciento cincuenta gramos de pólvora negra —le lanza una de las cajas a Mary, que la atrapa con algo de dificultad— Si juntas dos de esos, será menos poderoso que un M80.  Juntas ocho, y tenemos un cartucho de dinamita

—¿Quieres matar a esa cosa con fuegos artificiales?

—¿Tienes una mejor idea?

—¡Si! ¡Eleven!— exclama Max llegando atrás de Mary. Mike la había corrido para poder hablar con El, así que no tuvo opción

—¿Contra esa cosa? Necesitará un poco de apoyo —Max rueda los ojos y se va otra vez

Mary coloca la caja que tenía en sus manos dentro del carrito donde Lucas estaba poniendo todos los fuegos artificiales

—Sabes que estamos robando, ¿Verdad?

—No si implica salvar al mundo

La pelirroja suspira y se sienta en el piso, estaba cansada, todos estos días no ha podido descansar ni un poco. Ella descansa su mejilla en su mano, pero se arrepiente al instante al sentir el ardor de la herida en su mejilla izquierda, se le había olvidado, no había tenido tiempo para limpiar ni curar la cortada

 𝐌𝐀𝐘𝐅𝐈𝐄𝐋𝐃, Will Byers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora