i. Completely alone

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CAPÍTULO UNO

COMPLETELY ALONE
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Dedicado a Coffe3_chips
<3

Golpeaba la suela de sus zapatos en el suelo de madera de su habitación. Su corazón latía rápidamente y sus manos jugueteaban nerviosas sobre su regazo. Estaba ansiosa, tenía ganas de llorar y se sentía ridícula por eso.

Era jueves por la mañana, lo que significaba que su madre salía media hora más tarde de lo habitual.

El silencio escalofriante en el lugar se rompió cuando escuchó los somnolientos pasos de ella en la sala, Mary sintió en ese momento que todos sus órganos subían a su garganta.

Se levantó de la silla, peleando internamente con su nerviosismo y caminó hacia la sala.

Sus ojos se aguaron cuando vio el estado en el que estaba su madre, su pelo se veía sucio, tenía ojeras y ojos cansados, ella se veía cansada.

No pudo evitar sentir lástima por ella.

—Mamá— su voz salió rota, aunque ella no quisiera.

La mujer dirigió su vista hacia su hija al mismo tiempo que tomaba su bolso.

—¿Qué?

Mary intentó no llorar por tono de voz que utilizo la adulta.

—¿Puedo hablar contigo?

—Estoy ocupada.

La mayor solo tomó las llaves de la casa y salió por la puerta, ignorando completamente las lágrimas en los ojos de Mary.

Era repetitivo, ella intentaba hablar con su madre y esta la ignoraba. Mary estaba tan acostumbrada a que sus sentimientos no se mostraran, que cuando intentaba hablar sobre ellos se subía un gigante nudo a su garganta, impidiéndole decir nada.

Ella lo intentaba, intentaba hablar con las personas, pero no era fácil.

Su madre nunca estaba en casa, y cuando lo estaba era borracha o dormida.

Max ya tenía suficientes problemas, Mary podía jurar que estaba peor que ella misma, no iba a molestarla por un simple capricho.

Porque eso era, un simple capricho.

Y cuando intentaba contarle a la psicóloga del colegio, simplemente no podía.

Tratando de ahogar sus penas, se dirigió cuarto de su melliza y tocó la puerta tres veces.

—¿Max? ¿Puedo pasar?— preguntó, rezando internamente para que le diga que sí.

—¡Vete, Mary!

—Solamente quiero hablar, no te comportes así.

—¡No quiero hablar contigo!

Max no es así.

¿Por qué todos se comportaban como la mierda con ella?

No estaba haciendo nada malo, ella no estaba dañando a nadie, y aun así tienen el valor para gritarle en la cara que ella no valía la pena.

Mary no es una piedra, ella tiene sentimientos.

Por mucho que no parezca.

Estaba sola, completamente sola

 𝐌𝐀𝐘𝐅𝐈𝐄𝐋𝐃, Will Byers Donde viven las historias. Descúbrelo ahora