8. NO TE COMPARES

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- Debo admitir que me sorprende mucho su capacidad de aprendizaje, joven Hiroshi

- Muchas gracias profesor Renfred, de hecho gracias a usted las clases en la academia son mucho más entendibles.

- Bueno, de eso se trata que tome clases particulares.

- Es solo que debo decidirme por una de las clases extracurriculares y aún no se cual tomar.

- Esa decisión es solo suya, yo solo puedo ayudarle una vez se decida por una si es que tiene alguna dificultad.

- ¿Y usted es bueno en la esgrima?

- He de admitir que era mejor cuando tenía ambos brazos, pero sigo siendo lo suficientemente bueno para instruirlo si se decide por esa clase.

- Aún no lo sé, pero es lo que estudia Andrew y Louis.

- ¿Entonces usted no tiene criterio propio?

- ¿Disculpe?

- No, no es nada. No debe dejarse marcar por otros, debe tomar sus propias decisiones.

- Está bien, lo siento.

- Bueno, el día de hoy continuaremos con su latín, analizaremos un poco las obras "De Bello Gallico" y "Carmina Burana".

- ¿Pero porqué latín? Nadie lo usa hoy en día

- Es parte de sus asignaturas en Appleton. Y algo me dice que usted esta familiarizado incluso con lenguas mas antiguas que esta.

- No se de que está hablando - Hiro desvió la mirada de su profesor.

- Comencemos.

Akko no entendía porque debía seguir tomando clases particulares, ciertamente su tiempo con el profesor había disminuido grandemente, pero Akko notaba algo extraño en su profesor la hacía querer mantenerse alejado de el.

Por otro lado, en la academia Appleton, "Hiro" mantenía cierta rivalidad con Louis, tratando de superarse cada uno en cuanto a sus participaciones en clases. Debido a su ingreso tardío a la academia, se le había dado un tiempo a Hiro para decidir su clase extracurricular, pero el tiempo se le agotaba y aunque había reducido las posibilidades no se decidía si elegir esgrima o equitación, ya que si bien estaba en contra de la violencia lo cual descartaría la esgrima, no paraba de recordar su mala experiencia montando una escoba lo cual reflejaba en un miedo infundado para montar el caballo descartando también esta opción.

- Andrew, tengo un favor que pedirte. - Dijo Akko durante la hora del almuerzo

- Si claro, dime.

- Quiero que me enseñes lo básico de la esgrima, quiero que esa sea mi clase extracurricular.

- Claro, por que no. Apresúrate a comer y vamos a la sala de entrenamiento en cuanto acabes.

Una vez en la sala de esgrima, Andrew y Akko se vistieron con el equipo de protección listos para practicar. Akko siempre había tenido facilidad para aprender cada cosa que se le enseñaba, en palabras de su profesor Renfred, era un ser sediento de conocimiento, sin embargo esta vez era diferente y Akko batallaba hasta con los movimientos básicos que Andrew intentaba mostrarle.

- ¡No puedo más con esto! ¿Cómo se supone que intente atacarte cuando todo dentro de mi me grita por no hacerlo?

- Quizás no estas hecho para la esgrima

- Pero todos ustedes pueden, incluso pregunté y averigüe que tu eras el mejor de la clase.

- Ya veo, ¿Por eso pediste mi ayuda?

LA BRUJA DE APPLETONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora