LA BRUJA DE APPLETON

13. AMANDA O'NEILL

Cuando volvieron de su viaje, Paul le había dado la noticia a Akko de que había ganado por fin su custodia, por lo que ahora se llamaba Atsuko Kagari Hanbridge, al igual que su contraparte Hiroshi. Akko no había logrado contener la emoción de recuperar a su familia, por lo que pasó el resto del dia llorando. Razón por la cual, la segunda parte de la sorpresa había tenido que esperar al dia siguiente.

- Y bien Hiro, ¿cómo estuvo tu viaje? ¿Fue provechoso? - Paul le preguntó a su hijo.

- ¡Claro que si! La comida era una delicia y ahora ya puedo usar diversos encantamientos e incluso hacer pociones.

- Me alegra escuchar eso, ahora podrás hacer uso de esto. - Respondió su padre mientras le ofrecia una pequeña caja de regalo.

- ¡Genial! - Dijo Akko mientras desenvolvía su regalo dejando ver un pequeño dispositivo color blanco. - Amm, ¿Qué es esto?

- Se llama "router línea ley"... no estoy seguro de como funciona, pero con el podrás hacer mágia sin necesidad de estar cerca de una piedra filosofal. - Dijo su padre explicando lo poco que había entendido al momento de obtener el dispositivo.

- ¡Eres el mejor, ¿lo sabías?! - Respondió Hiro mientras daba pequeños saltos de emoción y se apresuraba a abrazar a su padre.

Era Lunes y en la academia Appleton, Louis se encontraba en el salón de juegos intentando jugar contra sus compañeros.

- Oh vamos, ¿me van a decir que tienen miedo de que la diosa de la suerte esté de mi lado? - Preguntaba Louis indignado

- Al contrario, desde que Hiro desenmascaró tus trampas, la diosa de la suerte no ha vuelto a sonreirte, por lo que tenemos miedo de volver a desfalcarte el dinero. - Dijo uno de ellos burlandose del día en que Hiro hizo notar la pulsera metálica que Louis usaba a manera de espejo para ver las cartas que repartía a sus compañeros.

- ¡Bien! Iré a buscar a mi padre entonces. Hoy está dando un recorrido en la academia para recibir a la junta más tarde.

Louis se retiró del salón de juegos, le molestaba que nadie quisiera volver a jugar contra el, pero era incapaz de reclamarle a Hiro. No tardó mucho antes de encontrar a su padre, el cual veía un video de los disturbios recientes en el país vecino.

- Esos fanáticos del otro país seran aniquilados uno por uno por nuestro equipo. - Dijo el Sr. Blackwell sin apartar la mirada de su celular.

- El torneo comenzará esta noche, padre. - Dijo Louis uniéndose a su padre.

- No importa si es en futbol o en política, hay que aplastar a ese país hasta silenciarlos por completo. Lo que necesita nuestro país es

- Una política dura. - Dijo Louis respondiendo al unísono con su padre. Sin embargo, al ver a un joven pelinaranja a lo lejos que no reconocía, se apartó nuevamente de su padre.

Louis se enorgullecía de conocer a todos los alumnos de Appleton, ya que esperaba heredar de su padre el puesto de director algún día, razón por la cual ver a un desconocido era inadmisible.

- Nunca te había visto. ¿En que clase estás? - Preguntó Louis al ojiverde desconocido.

- No estoy seguro, creo que lo olvidé. - Respondió el desconocido mofándose de su interrogador.

- ¿Cómo te atreves a hablarme así?

- ¡No tengo idea de quien eres!

- ¿En serio? Que sorpresa, porque no debería haber ningún estudiante en Appleton que no respete el nombre Blackwell. Mi padre es el director de esta academia y ministro de defensa del país.