ERES MÍA chaennie [GIP]

IX.

Rosé y Jennie se encontraban en el sofá, descansando, Jennie comenzó a sollozar, estaba mirando aquel cuadro de su madre donde salían abrazadas, la extrañaba tanto, todos los días antes de dormir lloraba por su ausencia, y a pesar de que Rosé estuviera abrazada a ella se sentía sola. Su padre solo le daba lo que necesitaba, últimamente ni siquiera un mensaje le mandaba a Jennie.
Eso la hacía sentir mal, quería tener a su madre de vuelta y volver a abrazarla, su madre era su felicidad y ahora ella ya no está.
Rosé escuchaba a Jennie llorar, su corazón dolía al escuchar los sollozos llenos de dolor. Tomó su rostro y limpio delicadamente las lágrimas que caían por sus ojos.
Ellas no dijeron nada, se dedicaron a abrazarse y a darse caricias.
—La extraño tanto Rosie, daría lo que fuera por tenerla conmigo—Dijo Jennie abrazando más fuerte a Rosé.
—Estoy aquí Jen, nunca lo olvides, nunca te dejaré.—
—¿Lo prometes?—
—Lo prometo Jen, estaré allí cuando lo necesites, tu eres mi todo, eres mi felicidad, haré todo lo que pueda por verte sonreír porque te amo Jennie, te amo con toda mi alma.
—Yo también te amo rosé—Dijo Jennie mirándola, dudosamente fue acercándose a ella y dejo un beso en sus labios.
Rosé tomó su rostro y comenzó a besarla lentamente, tomando sus labios, transmitiéndole todo su amor, sintiendo miles de mariposas en su estómago,
Jennie se colocó en el regazo de Rosé, la tomó del cuello y comenzó a besarla con más intensidad.
—No sabes cuanto te amo Jennie, siempre me has gustado, quédate conmigo por favor, te necesito.— Dijo Rosé aferrándose a su cintura y escondiéndose en el cuello de Jennie.
—Nunca te dejare, mírame Rose, mi corazón depende de ti, estoy enamorada desde el primer día que te conocí, pero fui una idiota al ignorar mis sentimientos, pero nunca dudes que mi corazón late por ti, me encanta tu sonrisa, me encanta cuando duermes conmigo y me abrazas, cuando me tomas de la mano siento miles de emociones, amo tu delicadeza y la forma en la que vez al mundo. Todos los días despierto con ansias de verte, de abrazarte. Y ahora lo sabes Rosé soy tuya y tu eres mía.

Rosé comenzó a llorar de felicidad, su corazón latía con fuerza, todo este tiempo Jennie a sentido lo mismo por ella.
No dijo nada...
Solo la besó como siempre quiso, la besó con amor, con deseo.
Se dedicaron a regalarse caricias, durmieron abrazadas, ambas sentían una liberación. Por fin esos sentimientos que reprimían en su pecho fueron liberados.
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Al día siguiente...

Rosé se despertó más temprano de lo habitual, abrió sus ojos, automáticamente una sonrisa apareció en su rostro, Jennie estaba abrazada a ella, estaban tan juntas que podía sentir su respiración.
Le dio un beso, su corazón estaba loco desde ayer, así se siente el amor, se siente como un lugar seguro donde encuentras tu felicidad, no te importa nada más, solo es esa persona, es encontrar la esperanza en el peor de los escenarios.
—Buenos días dormilona—Dijo rose cuando Jennie comenzaba a despertar.
—Es muy temprano, qué haces despierta Rosie? Hay que dormir un poco más—Dijo Jennie adormilada.
—Pero tenemos escuela, llegaremos tarde—Dijo rose acariciando el rostro de Jennie.
—No hay que ir, quedémonos aquí abrazadas por siempre—Dijo Jennie abriendo sus ojos.
—Estaría increíble Jennie, pero no se puede, ahh ya se, podríamos ir a un lugar especial.—Dijo Rose con emoción.
—me gusta la idea, pero tengo hambre, hay que desayunar algo—Dijo Jennie acercándose a rose y dejando un beso en su mejilla.
Ambas se levantaron para hacer el desayuno, el celular de Jennie timbro y para su sorpresa era su novio Kai. Rosé vio de quien era la llamada y no evitó sentirse incómoda.
—¿Hola?—Contesto Jennie
—Hola bebé, quieres salir hoy? Tengo el día libre.
—Uhmm no puedo Kai lo siento, tengo planes—Dijo mirando a Rose
—De hecho quiero hablar contigo, yo te aviso cuando pueda.
—Está bien amor hablamos luego—Dijo Kai

—¿Qué quería?—Dijo Rosé
—Quería salir, pero le dije que no, ya no quiero estar con él, se lo diré cuando lo vea.—Dijo Jennie
Rosé no pudo evitar sentirse feliz, por fin dejaría a ese tipo.
—No sientas presión Jen, tómate tu tiempo.—Dijo Rosé

Desayunaron tranquilas, ni les importaba la escuela, estaban perdidas en la mirada de la otra.
Definitivamente todo en sus vidas cambiaría.