Capítulo 34.
{Ross}
Soy un completo idiota, ¿saben? debí haberle dicho, pero no. Porqué le diría hoy, según el diagnóstico lloverá, y oh, todo será hermoso. En la torre Eiffel, en la ciudad del amor. Sólo espero que ____ también sienta lo mismo.
Debería estar practicando lo que debería decirle, pero no. Lo qué le diré será lo que salga de mí corazón. Ella es mí muñeca, mí princesa, la reina de mí corazón. «Qué cursi, señor ''nunca me enamoraré''» No jodas conciencia. «Sólo recuerdo tus palabras; la vida es para follar.» Ese era otro yo, ____ me cambió. Y se que, quiero hacerla feliz.
—¿Y bien? ¿Qué esperas?
—¿De qué? —Pregunté extrañado, ella sólo sacaba algo de ropa para cambiarse.
—Te recuerdo qué hoy iremos a la Torre Eiffel, y tú aún no te cambias.
—Oh verdad, lo siento. Sólo estaba pensando. —Asentí y solté un suspiro.
—¿Pensando? ¿En qué?
—En mí bella madre. —Mentí y recordé que debía llamarla. ¡¡Qué idiota Lynch!!
—Sí, cómo digas. Bueno, iré a cambiarme ropa.
Asentí y saqué mi celular, marqué el número de mí madre y esperé a que contestara.
—¡¡ROSS SHOR LYNCH!! Me haz dejado en el olvido. —Gritó y yo alejé el celular de mí oído, o si no, este iba a reventar.
—Lo siento sexy. —Me disculpé tiernamente.
—Está bien, ¿cómo va todo con _____?
—Mira tengo un plan, hoy quizá le diga todo. —Hice una pausa y sonreí inconscientemente. —Hoy iremos a la Torre Eiffel, y lloverá. Por lo que se, ella siempre a querido dar un beso bajo la lluvia.
—Aw, Ross, realmente me sorprendes.
—Ja, ja, ja. Bueno, espero que todo salga bien. ¿Cómo han estado todos por allá? —Pregunté viéndome al espejo.
—Muy bien, gracias. Ya me tengo que ir hijo, más rato me llamas, ¿ok? no te vayas a olvidar.
—Sí mamá, te amo un montón y te extraño. —Dije y reí.
—Yo también te amo y te extraño. Adiós.
—¡¡Adiós!! —Dije y cortó.
Mientras _____ salía del baño, vestida así {http://www.polyvore.com/glam/set?id=75395913} quede boca abierta. Se veía completamente sensual, con esa vestimenta francesa.
—Cierra la boca, te va a entrar una mosca.
—Ja, ja, ja. —Susurré divertido. —Te vez muy bonita, como siempre.
—Gracias.
—Amo cuando te sonrojas. —Admití, se veía tan bonita.
—Ya lo sé, debo parecer un tomate con patas.
Estallamos en carcajadas, literalmente, nos costó calmarnos. Ella me hacía feliz, y de seguro, yo la hacia feliz a ella.
(...)
Al rato, ya íbamos en el taxi, camino a la Torre Eiffel, esto sería perfecto. De tan sólo imaginarme pidiéndole a ____ ser mí novia, y verla a ella diciendo un perfecto ''Sí...''. La miré y ella solo admiraba el bello paisaje. Sin duda, estás serías mis mejores vacaciones, junto a ella...
Cómo dije anteriormente, el día se nublo, y empezaría a llover.
—Oh no, el día se arruinó.
—Después te arrepentirás de decir eso, querida. —Exclamé.
—¿Por qué?
—Ya verás....ya verás. —Dije dejándola con ganas de saber.
—¿Una sorpresa?
—Quizá. —Reí.
El taxi llego, y allí estábamos, en frente a la famosa Torre. Esta era, realmente, inmensa, hermosa y admirable. Miré a ____, y estaba igual qué yo, boca abierta, asombrada.
—Cierra la boca, te entrarán moscas. —Repetí igual que ella y solté una risa.
—Muy gracioso, Lynch.
Entonces ahí fue, cuando empezó a llover. El momento era mágico, aunque todas las personas corrieran, tratando de liberarse de la lluvia. ____ & yo, estábamos parados en medio de la calle mirándonos. Me acerqué hacia ella, y la abracé.
—___, desde hace tanto tiempo te he querido decir esto. —Susurré en su oído, muy delicadamente. —Me gustas ____, más bien dicho, me encantas. Quiero intentar algo contigo.
—Oh Ross, ¿Tan tonto eres? ¿Nunca te diste cuenta que siento algo por ti? ¿En serio? —Hizo una pausa para soltar una risita tímida. —Tú también me gustas, yo también siento algo por ti.
—Entonces _____. Se podría decir que eres el amor de mí vida, con la chica qué quiero pasar hasta el último de mis suspiros. Y este, literalmente, puede ser una ocasión no muy romántica. Pero no aguanto más, y no acostumbro a tener novias, ya sabes, ''Ross el mujeriego'' —Hice una pausa haciendo comillas. —Te amo ____, te amo.
—Te falta algo Ross.
—Oh, qué idiota. —Susurré agarrándola por la cintura, acercándola a mí. —____ Meredith Lyndon Smith, ¿quisieras ser mí novia? —Pregunté algo nervioso.
—¡¡DIOS MÍO!! ¡¡LO QUÉ LLEVO ESPERANDO HACE 3 MALDITOS MESES!! ¡¡OBVIO QUÉ SÍ!! —Gritó ella emocionada.
—Te amo, mí princesa. —Susurré a un milímetro de sus labios.
—Yo también te amo, mí príncipe.
Con eso, la besé, tan apasionadamente, bajo la lluvia, cómo nunca había besado a alguien.
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*Muero bien murisida* :O