Capítulo 41.
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Todo iba tan bien, pero volví a sentir los mismos dolores qué no había sentido hace -creo- 1 año. Opté por callarlo, quizá sólo sería por un rato y después pasaría.
Seguro se preguntarán cómo son los dolores, pues, se me hunde el pecho. Mí corazón bombea lento, y me mareo.
De un momento a otro, me dieron ganas de salirme del agua, maldita sea. Ahora perdería un bonito día, por una maldita enfermedad.
—Cariño, ¿subamos? —Pregunté mientras me acomodaba en las escaleras de la piscina.
—Claro.
Yo subí primero y tomé mí toalla para enrollarla en mí cuerpo. Pedí un jugo en la entrada, y me dieron uno de piña. Exquisito. Ahora sí, llegamos a la suite y decidí por bañarme nuevamente, ya qué la piscina tenía cloro y no quería que mí pelo se pusiera feo.
Al rato salí, y me sequé el pelo. Ross sólo veía partidos de fútbol. Se me antojaron unos chocolates. Saqué de mí bolso unos qué había comprado, y me acosté a jugar con mí celular.
Entre en facebook y mientras lo revisaba, me encontré con fotos muy románticas de Grace & Drake. Me dio tanta ternura qué me dieron ganas de sacarme fotos así con Ross. Entonces decidido, hoy sesión de fotos.
—Ross, ¿saquémonos fotos juntos? —Le pregunté con cara tierna.
—Me encantaría. —Asintió y reí. Lo besé rápidamente y puse la cámara de mí celular.
Comenzamos con cualquier tipo de fotos. Primero besándonos, luego abrazados.. otras en su regazo, con muecas extrañas... riéndonos, pucheros y así estuvimos creo qué toda la tarde. Sí, exactamente toda la tarde.
Me sentía completa con Ross, él me hacía feliz... y yo a él. Mientras revisaba las fotos, vi una qué era la más hermosa. Salíamos besándonos en el balcón, y el Sol yéndose. La puse cómo foto de perfil en Facebook, y también en el celular. Le puse una corta descripción ''Je t'aime...'' y apagué mí celular.
Veía otro partido con Ross, y sólo para acompañarlo. Aunque el sueño me matara, y quisiera comerme a Ross con besos, tendría que aguantarme.
—¡¡GOL!! —Grité entusiasmada y alargando la palabra.
—Cariño, ese es el equipo enemigo.
—Ups. —Dije y solté una carcajada.
Ross rodó los ojos en tono de broma, y me acomodó en su regazo para seguir viendo el partido. Recordaba la escena y seguía riendo, sí ya lo sé, soy algo rara....
(...)
Ya era muy tarde, pero con Ross habíamos apostado quién se quedaría hasta el amanecer despierto. Eran las tres de la madrugada. ¿Saben lo qué es eso? Estoy muerta de sueño, y no puedo quedarme dormida. Necesito ganar. Así que partí a hacerme un café.
—Café no vale, ____.
—Vamos Ross, sí quieres hago para los dos. —Rogué haciendo puchero.
—Bueno, pero rápido.
Asentí mientras terminaba de hacer el café y le echaba leche. Le pasé la taza a Ross y tomé de la mía. Ross me hizo una seña extraña, la cuál no entendí. Me pasé el dedo por encima de mis labios, y no sentía nada.
—¿Qué? —Pregunté.
—Tienes leche arriba de tus labios.
—Oh. —Susurré.
—Ahí no. —Dijo y se acercó para quitarmelo con su dedo pulgar y darme un beso en la frente. Oh no, Ross, no caería a tus redes para quedarme dormida.
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Aww:3
