Capítulo 45.
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Corrí desesperadamente al baño. Todo lo veía dando vueltas a mí alrededor y en cámara lenta. Me encerré allí cerrando la puerta de un portazo, y me deslicé en el suelo. Agarré mí celular para llamar a Grace. Quizá está sería la última vez que le hablaría.
—¿____? —Contestó. Su voz me rompió el corazón.
—Hola sis, sí soy yo. —Hice una pausa para empezar a hablar rápidamente. —En estos momentos sólo quiero morir, te contaría porqué, pero ¿y sí sólo es una estupidez? te oculté muchas cosas, y entre ellas es que sufro una enfermedad, hace 1 año. No sé que pasará conmigo. También te cuento que desde qué sufro bullying me corto las muñecas. ¿Por qué? ni yo lo sé, quizá solo quería saber si el daño físico duele menos que el psicológico. Te quiero un montón, y si es qué está es la última vez que hablamos, tú bebé será hermoso, lo sé. Me encantaría ser su madrina si es qué salgo viva de está. Y sí no, me hubiera gustado.. Adiós.. —Me despedí y corté, de ella sólo se escuchaban sollozos. Ross golpeaba la puerta.
Y yo estaba allí, sintiéndome de lo peor. Mí conciencia me repetía lo mismo. ''____, no seas estúpida.. Sólo fue un error.'' mentira. ''¿Y sí ella lo besó?'' él no se detuvo. ''Todo puede acabar, sí haces esto.'' eso quiero.
Y saqué mi navaja, cuánto tiempo sin hacerlo. Ahora que moriría -o eso es lo qué pienso- el podrá tener a cuántas mujeres quiera en la cama. «Sabes qué el no quiere eso ____. ¡¡Estás siendo exagerada!!» Quiero detenerme. «¡¡HAZLO!! ¡¡DETENTE!!».
Pero no lo hice, me corté cinco veces. Cortadas largas y profundas... la sangre recorría el suelo. Y las cicatrices no se iban a ir..
Caí inconscientemente al piso, lo último que escuché hasta ese entonces, fue la puerta abrirse.
(...)
Desperté en el Hospital, con máquinas a los lados, y vendas en mí brazo. Justin dormía en la cama. Sentí un nudo en la garganta recordando todo. ¿Por qué no me dejaba morir? Traté de apoyarme en un codo, pero el dolor en mí muñeca.. era insoportable. Solté un gemido de dolor qué retumbó en la sala y despertó a Ross.
—Princesa, ¿estás bien? ¿quieres un vaso de agua? —Preguntó preocupado, tirando las puntas de su pelo preocupadamente.
—Aléjate. —Pedí soltando unas lágrimas.
—____..
—____ nada. ¿Por qué la besaste? —Lo interrumpí. Apretando un botón para poder acomodarme bien.
—Yo no la besé. —Hizo una pausa. —¡¡Ella me besó!!
—¡¡Pero no te detuviste!! —Grité al igual qué él. —¿Qué hubiera pasado sí yo no hubiera llegado, eh?
