¿El destino lo quiso así? #1

Capítulo 35

14 de diciembre de 2021.

Que hermosa manera de recibir mi cumpleaños, haciendo lo que más me gusta LEER junto a mi mejor amiga.

—¡Feliz cumpleaños!—Me abraza

Sonrío—Gracias.

—Ten.—Me entrega una caja, la abro

—¡No puede ser! ¡Es el libro de Bajo la misma estrella! ¡Te amo!—La abrazo

—Te amo más, sabes que me lo puedes prestar.—Hace puchero

—Claro que sí, ¡Ayyy gracias!—La vuelvo a abrazar

—Ya debes comprar una biblioteca para colocar todos tus libros.

—Sí.—Suspiro mirando mis libros sobre mi escritorio, ordenados en columna

—Bueno,—Mira la hora—son las 12:20 debemos dormir.

Asiento, guardo el regalo. Colocamos nuestros teléfonos en la mesita y apago la luz.

—Buenas noches, cumpleañera hermosa. Te deseo lo mejor del mundo, sabes que siempre estaré para ti.

Sonrío—Buenas noches, gracias por ser la mejor. Y yo para ti.

[...]

—¡Feliz cumpleaños!—Grita mi padre cuando me ve bajar las escaleras junto a Esteff. Se acerca, me da un abrazo y un beso en la frente, sonrío. Se acerca mi madre.

—Feliz cumpleaños hija.—Sonríe. Nos damos un abrazo

—Gracias.—Me da un beso en la mejilla

—Los 18 la tienen muy guapa.—Dice Esteff a mi lado, le doy un codazo y reímos

Nos sentamos en el comedor a desayunar, al terminar me levanto para ayudar a mi madre a lavar los platos.

—Estefany.—La llama mi padre, se sientan en el sofá de la sala y susurran

—¡¿Ustedes de que hablan?!—Cuestiono secándome las manos

—¡Ay, pero qué chismosa!—Responde mi padre, Esteff a su lado ríe. Entrecierro los ojos y miro a mi madre quién se encoge de hombros y se aleja subiendo las escaleras.

Suena mi teléfono en mi bolsillo, es una llamada de Diego.

—¡Feliz, feliz cumpleaños a la persona más pendeja que existe en el planeta!

—Ay, gracias Dieguito.

—¿Qué plan hay para hoy?

—Quiero ir a una piscina, ahora que tenemos vacaciones por navidad debemos aprovechar.

—Pues vamos, en 15 estoy en tu casa. ¡Te amo!—Y con eso cuelga

—Eh, Esteff debes ir por tu traje de baño.

—¿Por qué?—Cuestiona levantándose del sillón

—Diego viene porque iremos a la piscina.

—Okis, en un rato vuelvo.—Con eso sale de mi casa

—Quisiera ir pero debo trabajar.—Dice mi padre encendiendo la televisión

—Lástima.—Me acerco y le coloco una mano en el hombro—¿No deberías irte?—Mira el reloj en su muñeca y se sobresalta haciendo que retroceda

—Mierda, voy a llegar tarde.

—Tan trabajador,—Ironizo—pensabas ver televisión tranquilo cuando debes estar en el trabajo. Irresponsable.—Toma sus cosas